Calificado por Bloomberg como uno de los litigantes hispanos más poderosos de Estados Unidos, el egresado de la Escuela de Derecho recientemente asumió funciones como vicepresidente senior y asesor general de una de las empresas de medios más destacadas a nivel global
Cada mañana, antes de iniciar su jornada laboral, Horacio Gutiérrez (Maracaibo, 1964) se dedica a leer noticias de cualquier campo. Todos los ramos son válidos si se quiere tener un concepto amplio del mundo del derecho y los negocios. Así, en su larga trayectoria profesional, ha aprendido lo fundamental de mantenerse al día en una era donde los usuarios de la tecnología no solo son consumidores sino productores de contenidos y partícipes activos de los cambios.
El egresado de la Escuela de Derecho de la Universidad Católica Andrés Bello (1986), con un máster en Leyes por la Universidad de Harvard y estudios doctorales en la Universidad de Miami, se ha desenvuelto con firmeza en un mercado laboral volátil y competitivo gracias, según dice, a un interés por la excelencia y una capacidad de analizar críticamente los eventos y situaciones que se le presenten. Cree que ambas cualidades se afianzaron desde sus inicios en la UCAB y ha tratado de mantenerlas hasta hoy, cuando es un profesional consagrado.
Estuvo por más de 17 años en el departamento legal de Microsoft, la multinacional desarrolladora de software, donde alcanzó la posición de consejero general. Durante los seis años de permanencia en la empresa de servicios multimedia Spotify, se entrenó paulatinamente en materia de entretenimiento hasta consolidar sus conocimientos en el área.
En diciembre de 2021 dejó el puesto de jefe de Asuntos Globales en esta compañía, tras aceptar una propuesta que catalogó tanto de “retadora, como muy interesante”: convertirse en vicepresidente ejecutivo senior, asesor general y secretario de The Walt Disney Company, uno de los conglomerados de medios más importantes en la actualidad.
Gutiérrez asumió funciones el pasado 1 de febrero de 2022. Como el primer venezolano que llega a una posición de tal nivel en esta corporación, compartió con El Ucabista -en conversación desde la ciudad de Nueva York, donde reside- las experiencias y aprendizajes de sus tiempos universitarios y de su fructífero andar en la industria de los medios y la tecnología.
Estudios en leyes impulsados por las artes
Oriundo del estado Zulia, a sus 15 años ya había egresado del colegio San Vicente de Paúl de Maracaibo. Sus padres, Horacio Gutiérrez Badell y Lilia Machado de Badell, estaban reacios a dejar ir al Horacio menor de edad a vivir en la capital y cursar en la que él considera “la mejor Facultad de Derecho en Venezuela”.
Relata que con la Universidad del Zulia en plena huelga de empleados, la opinión paternal cambió: “Mis padres no me querían dejar salir, pero afortunadamente el destino intervino”. Sin embargo, su ingreso en la Católica, en Montalbán, no fue tan rápido.
“La decisión no se tomó hasta cuando ya había terminado el plazo de preinscripción, por lo que mi única opción fue hacer el primer año de Derecho en la extensión Táchira de la UCAB (hoy UCAT). Así que empecé estudiando la carrera en San Cristóbal, luego de lo cual me pude transferir a Caracas en el segundo año. Era muy joven, uno de los más jóvenes de mi clase”.
Sus años en la UCAB los describe como una etapa de descubrimiento “tanto intelectual como personal”. Hace alusión especial al aprendizaje de los fundamentos básicos del derecho, bajo el ala de profesores notables e ilustres abogados como Román José Duque Corredor, Cecilia Sosa, Carlos Ayala, Adolfo Salgueiro y algunos jesuitas como el padre Luis María Olaso.
También recuerda lo “espectacular” del campus, donde practicaba deportes -entre ellos el béisbol, su favorito- y tuvo la oportunidad de explorar su vena artística en el grupo de Teatro UCAB, dirigido por su fundadora, la maestra Virginia Aponte, “madre adoptiva de los muchachos que estábamos en el teatro” y con quien mantiene contacto hasta la fecha.
“Vi Las brujas de Salem, quedé realmente enamorado del grupo y me inscribí estando en segundo año. Destaco mucho la labor de Virginia, especialmente dirigiendo, produciendo, y con las giras nacionales que hacíamos con el mismo grupo. De allí salieron muchos de mis mejores y entrañables amigos, con los que mantengo relación hasta el presente”.
Confiesa, además, que en las aulas ucabistas descubrió su pasión por la docencia, desde que -en su época de estudiante- prestó apoyo como preparador de la cátedra de Derecho Administrativo. De hecho, tras egresar de la institución en 1986 y realizar su máster en Harvard, fue profesor en las facultades de Derecho de la Universidad Central de Venezuela, la Universidad de Miami y la Universidad de Arizona. En esta última, está involucrado con un centro de estudios dedicado al derecho y el desarrollo económico.
“Lo académico siempre ha sido una pasión. Es algo que te mantiene activo intelectualmente, te reta enfrentándote a estas mentes jóvenes críticas que ven los problemas desde otra perspectiva, y eso, por supuesto, te revitaliza y te renueva tu manera de ver y abordar los problemas”, expresa.
El poderoso abogado corporativo
Tras su paso como litigante en firmas jurídicas de Caracas y Miami, en 1998 Horacio Gutiérrez entró en la empresa Microsoft como abogado corporativo para asuntos de Latinoamérica y el Caribe; allí ascendió a lo largo de casi dos décadas, hasta llegar al cargo de vicepresidente corporativo y consejero general, responsable de supervisar el marco legal del gigante tecnológico en todo el mundo.
Según reportó la agencia Bloomberg -que lo nombró uno de los abogados de ascendencia hispana más poderosos en la práctica del derecho corporativo en Estados Unidos-, Horacio impresionó a sus jefes en Microsoft lo suficiente como para que lo enviaran a Europa para actuar como el principal abogado defensor de la empresa ante la Comisión Europea, que había acusado a la firma de “conducta anticompetitiva por integrar su navegador Internet Explorer con su sistema operativo Windows, en perjuicio de los navegadores de la competencia”, se lee en el perfil publicado en 2021.
El medio especializado en economía agregó que, en 2016, cuando empezaba en el servidor multimedia Spotify, ganó renombre luego de encabezar una demanda contra la empresa Apple por “prácticas anticompetitivas”. Sus cuestionamientos se iniciaron contra la tienda de aplicaciones móviles App Store, a la que acusaba de haber “abusado de su poder al exigirles (a los usuarios) pagar una comisión del 30 por ciento por toda transacción dentro de su App Store y dentro de las propias aplicaciones, y al prohibirles ofrecer a los clientes otras formas de pago”, apunta el reportaje.
Lo cierto es que, desde que inició su batalla legal con la empresa de la manzana, un número creciente de gobiernos, empresas de tecnología y reguladores se volvieron receptivos a los argumentos del abogado, con la apertura de investigaciones antimonopolio y dejando sobre la mesa propuestas asociadas a nuevas legislaciones en el mundo del consumo electrónico.
El reconocimiento de Gutiérrez es tal que ha mantenido contacto con figuras políticas de alto nivel, como el ex presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y el ex primer ministro del Reino Unido, Tony Blair, y de igual forma se ha codeado con estrellas del espectáculo, como la actriz Eva Longoria o la cantante Lizzo.
Pero más allá de su fama bien lograda, los más de 30 años de experiencia en el mundo de la tecnología y el entretenimiento le han permitido no solo entender los cambios del mercado, sino surfearlos para sacarles provecho, aprender y aportar.
«Tanto con Microsoft como con Spotify he podido entender las tendencias tecnológicas y las implicaciones legales y regulatorias que esas tendencias van a crear: por ejemplo, implicaciones desde el punto de vista de la privacidad de las personas; los temas relativos a la protección de los derechos de propiedad intelectual y los temas relativos a la regulación del derecho de la competencia».
Es precisamente esto lo que el abogado cree deben comprender sus colegas, si desean tener éxito en el competitivo mundo jurídico del siglo XXI, la internet y las redes sociales. Sostiene que el ámbito legal hay que mirarlo en un marco trasnacional. “Hay que tener una visión global, desde el punto de vista jurídico y cultural”, detalla.
En ese sentido, cree que en el venezolano hay una capacidad de adaptación muy particular y, por ello, “nos es relativamente fácil entender, por ejemplo, las fuentes legales europeas, porque nuestro sistema jurídico estaba basado en ellas”.
La llegada a Disney: el éxito no es casualidad
El zuliano de 58 años comenta que, antes de su llegada a The Walt Disney Company, nunca tuvo contacto con la empresa. En diciembre de 2021, el departamento legal de la corporación estadounidense le hizo llegar la propuesta de trabajo, algo que -cree- se debió a su trayectoria laboral “con un pie en la tecnología y otro en el entretenimiento”.
«Pienso que por eso mi perfil les fue interesante, más ahora que están compitiendo con grandes emporios tecnológicos como Google, Apple o Amazon en todas partes del mundo”.
Para su nueva posición, asegura que le ha tocado leer mucho más que de costumbre -en particular, reportes de analistas financieros y acerca de las realidades competitivas del mercado-, para documentarse sobre los desafíos jurídicos a los que tendrá que enfrentarse Disney y la mejor forma de superarlos.
Por todo esto, está convencido de que su puesto en la empresa del ratón Mickey -donde una de sus funciones será supervisar al equipo de abogados de los asuntos legales en todo el mundo- no vino de gratis:
“Oportunidades como estas se presentan tras décadas de trabajo, de aprendizaje y de evolución constante, desde el punto de vista personal y profesional”, comenta.
Sobre la UCAB, Venezuela y sus profesionales
Tras 36 años de trayectoria, Horacio Gutiérrez da fe de la calidad profesional de los venezolanos con los que le ha tocado trabajar en muchos espacios internacionales. Considera que, pese a la crisis, en las universidades nacionales hay profesores, investigadores y alumnos con una “vocación académica increíble”, por lo que cree que pueden alcanzar lo que se propongan.
“Las oportunidades están allí. Y si se enfocan y no se dejan vencer por las distracciones, no hay límites para lo que pueden lograr, tanto en Venezuela como a nivel internacional”, dice con entusiasmo.
A las nuevas generaciones de abogados los llama a formarse con rigurosidad, pero incorporando siempre tres competencias claves, las mismas que pueden llevar al éxito en cualquier otra disciplina: curiosidad, capacidad de aprendizaje continuo y ética de trabajo.
Sobre su alma mater, asegura que en ella reina “una calidad intangible, un deseo de aprendizaje continuo y una apertura de mente para considerar problemas desde otro punto de vista y con sentido crítico. En la UCAB nos enseñan a no dar las cosas por sentado”. Ante ello, no duda que en esta casa de estudios continúe el egreso de profesionales ejemplares.
“Me considero uno de muchos ucabistas exitosos. Es exitoso mi compañero que estudió derecho, pero es novelista; el que es ingeniero y hoy trabaja en una de las grandes empresas petroleras. Son ejemplos reales que hablan de la calidad de formación que adquirimos en la UCAB. También hablan de las capacidades que tenemos los venezolanos, de las cuales a veces dudamos nosotros mismos porque somos muy autocríticos. Solo hay que mirar alrededor para darse cuenta de que tenemos muchísimas cualidades y tendremos grandes egresados con éxito a nivel mundial”.
♦ Texto: Daniel De Alba Suárez / Fotos: Cortesía Horacio Gutiérrez
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