Como parte de su plan estratégico, la universidad inauguró un espacio dotado con computadoras de alto rendimiento, drones y arduinos. Los equipos serán utilizados para fortalecer la formación de estudiantes de ingeniería y otras carreras, brindar cursos dirigidos a público externo y apoyar las labores de investigación y extensión social
De acuerdo con la firma consultora PWC, el mundo requiere de ocho tecnologías «esenciales» para su desarrollo presente y futuro: inteligencia artificial, realidad aumentada, realidad virtual, impresión 3D, drones, internet de las cosas, robots y blockchain.
Para adaptarse a esta realidad, la Universidad Católica Andrés Bello viene avanzando en la actualización de su infraestructura y equipamiento, con el fin de satisfacer las necesidades formativas de sus estudiantes, fortalecer las labores de sus investigadores y ampliar su portafolio de servicios a empresas, organizaciones y comunidades.
En ese sentido, este 4 de abril la institución inauguró oficialmente el Laboratorio de Tecnologías Autónomas, espacio adscrito a la Facultad de Ingeniería, el cual fue especialmente diseñado para sacar provecho a las tecnologías que funcionan sin necesidad de una supervisión constante por parte de un profesional.
La puesta en funcionamiento de la sala, ubicada en el piso 1 del edificio de Laboratorios del campus Montalbán, contó con la presencia del provincial de la Compañía de Jesús en Venezuela, Rafael Garrido, y las autoridades rectorales de la universidad. Les acompañaron la decana de la Facultad de Ingeniería, Mayra Narváez, así como también los directores de Escuela y otros representantes de esta facultad.
Durante el acto, el rector de la universidad, Francisco José Virtuoso, felicitó al equipo que trabajó, durante más de un año y medio, para materializar este proyecto.
«Aquí hay mucho trabajo y tiempo invertido. Y se suma este esfuerzo a un conjunto de iniciativas muy parecidas que se están desarrollando, y que van dirigidas a la apuesta por la innovación para dar una oferta formativa que responda mucho más a las necesidades actuales. Mis felicitaciones a la facultad y a todos los que han hecho posible este espacio», dijo Virtuoso.
Seguidamente, el director de la Escuela de Ingeniería Informática, Rafael Lara, explicó que este laboratorio fue concebido como cualquier otro de la universidad; sin embargo, la diferencia está en el tipo de tecnología con la que se trabaja. «Es un espacio donde vamos a desarrollar actividades académicas y vamos a innovar con el uso intensivo de equipos de tecnología autónoma», los cuales -explicó- son muy demandados en la actualidad, porque «disminuyen las tareas repetitivas y reducen el error humano de manera significativa» en el mundo doméstico e industrial.
Tecnología de punta, formación de vanguardia
Siete drones, robots, 20 computadoras de alto rendimiento (capaces de correr algoritmos de inteligencia artificial) y arduinos (placas impresas capaces de detectar y controlar objetos del mundo real) integran el catálogo de equipos con los que está dotado el Laboratorio de Tecnologías Autónomas de la UCAB.
Programas de estudio de pregrado y postgrado, así como labores de investigación serán atendidos desde este lugar. La tecnología disponible también será usada para desarrollar y fortalecer las Certificaciones Tech en Prototipismo e impresión 3D, Mediciones de parámetros en Telecomunicaciones y Automatización industrial y programación básica de PLC, cursos cortos cortos que está ofreciendo la Facultad de Ingeniería, junto con el Centro Internacional de Actualización Profesional (CIAP) para capacitar a técnicos, profesionales y público general en el uso de las tecnologías emergentes.
«Quizás lo más relevante que podemos desarrollar en este espacio físico tiene que ver con domótica, la tecnología de automatización aplicada a casas y oficinas. Vamos a hacer una serie de programas académicos y de formación en áreas que aquí en la facultad llamamos ‘oficios modernos del siglo XXI’. Pero el laboratorio está al servicio de la comunidad ucabista; desde ingeniería, pasando por todas las escuelas de humanidades. Es un espacio donde todos: profesores, estudiantes, pueden crear prototipos basándose en la tecnología autónoma» comentó Rafael Lara.
El director de los Laboratorios de Ingeniería, Harry Castellanos, insistió en que conocer y manejar estas tecnologías es vital para desarrollarse efectivamente a nivel profesional.
«La mayoría de ellas están aquí en este laboratorio. Y ya están listas para su uso a través de cursos formativos, Certificaciones Tech y las cátedras correspondientes a las escuelas de ingeniería. Estas tecnologías pueden alcanzar a los estudiantes, quienes con su uso y dominio van a poder abrirse a un mundo laboral más amplio».
Por su parte, la decana de Ingeniería, Mayra Narváez, resaltó que con esta inauguración se abre paso a una nueva etapa en la educación que ofrece la universidad.
«Pasamos de la parte alámbrica a una más inalámbrica. En la universidad pensamos que estamos a la vanguardia con este tipo de tecnología. Durante estos años de pandemia hemos seguido trabajando en actualizar todo lo que tiene que ver con los programas de ingeniería enfocados en la información», expuso Narváez.
Múltiples aplicaciones más allá del campus
Los representantes de la Facultad de Ingeniería coincidieron en que el uso de las tecnologías autónomas es más extenso de lo que muchos imaginan. Esa amplitud permitirá al nuevo laboratorio extender su labor más allá del campus, ofrecer servicios a empresas y organizaciones, además de apoyar en las labores de extensión social que desarrolla la UCAB en comunidades aledañas.
De hecho, aunque la formación e investigación son áreas clave para la nueva dependencia, también lo será el uso práctico que se le puede dar a sus equipos. Por ejemplo, con los drones se puede crear contenido audiovisual, inspeccionar áreas o edificios, realizar topografía, cartografía y aerofotogrametría. Aunado a ello, los dispositivos pueden emplearse para el monitoreo de almacenes; incluso, pueden ser usados como equipo de salvamento en desastres naturales.
«La idea es que este laboratorio no solo le sirva a la universidad, sino a las comunidades. Los primeros planes que tenemos con los drones tienen que ver con formación. Después, con Extensión Social podremos hacer intervenciones en las comunidades. Por ejemplo, con ellos podremos hacer inspecciones (topográficas)», dijo Lara.
También, en el laboratorio se podrá desarrollar software para controlar robots y gestionar la domótica de una casa, oficina o salón, usando los arduinos. Por su parte, con las computadoras se podrán ejecutar aplicaciones de modelado y diseño 3D y ordenar a las máquinas, de manera remota, la impresión de las piezas, gracias a la interconexión con el laboratorio de prototipismo de la universidad.
El vicerrector administrativo, Gustavo García, destacó que, con esta inauguración, la UCAB sigue avanzando en la ejecución de su plan estratégico, el cual busca mantener a la universidad al día con las tendencias formativas y responder a los desafíos que enfrenta la educación superior.
«Para nosotros está claro que la preparación para desarrollar las competencias que hacen posible usar tecnología de punta disponible en el planeta es un tema central. Y la universidad ha estado haciendo esfuerzos importantes en ese sentido. Se trata de una dotación importante en la actualización de equipos que utilizamos. Nos permite estar a la altura de las exigencias del contexto. No se trata de una moda o de la introducción de unos artefactos, se trata de la incorporación efectiva de ellos a las mallas curriculares y los procesos de gestión académica», afirmó.
La apertura del Laboratorio de Tecnologías Autónomas se suma a otras que ha hecho la UCAB en los últimos meses, entre ellas la del Laboratorio de Prototipismo e Impresión 3D (donde funciona el Centro Nacional de Impresión 3D de la UCAB) y la de tres aulas tecnológicas para dictar clases presenciales y virtuales en simultáneo. En las próximas semanas, la universidad también pondrá en funcionamiento el Laboratorio de Investigación Conductual de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales, el cual apoyará proyectos académicos y empresariales para el estudio de la conducta humana.
♦Texto: Grace Lafontant León/Fotos: Manuel Sardá
