Durante la segunda edición de esta iniciativa de la Escuela de Educación, más de 30 alumnos de dos escuelas de Antímano vivieron una experiencia entretenida que los introdujo al mundo de la biología, la física, la química y la tecnología
En horas de la mañana del 28 de junio, la universidad recibió a niños de sexto grado de primaria de las unidades educativas Mercedes Limardo y Venezuela, ubicadas a tan solo 2.4 kilómetros del campus Montalbán. La visita forma parte del Didactrón UCAB, proyecto de la Escuela de Educación que propone el aprendizaje participativo como la mejor forma de adquirir conocimientos y busca despertar el interés y la curiosidad de los niños y adolescentes por las disciplinas científicas.
Para la profesora Celsa Afonso, responsable de la actividad, el Didactrón también es una oportunidad para que el estudiante ucabista que se está formando como docente “se empodere en su área y fortalezca el reconocimiento de la comunidad. Con el didactrón los invitamos a pensar en cómo pueden aportar”.
Experimentar, curiosear, aprender
Divididos en grupos, los jóvenes de 10, 11 y 12 años de edad -acompañados por maestros y representantes- recorrieron cuatro estaciones, para explorar cuatro áreas del conocimiento científico: biología, física, química y tecnología.
En principio, para descubrir cómo ocurre el paso desde una semilla hasta una planta, los grupos se acercaron a los jardines de la universidad, específicamente frente al Módulo 6, donde se encuentra un árbol llamado bucare ceibo, cuyas semillas recolectaron y, posteriormente, sembraron en un germinador que pudieron llevar a sus hogares. Ya en el edificio de laboratorios de la institución, y como parte de la enseñanza sobre biología, los estudiantes tuvieron una práctica con microscopios, para muchos la primera, en la que pudieron observar de cerca las partículas de una flor de cayena.
Para la mayoría también fue novedosa la oportunidad de interactuar con un robot. En esta estación conocieron cómo programarlo y manejar los dispositivos de mando a distancia.
Con el fin de introducir a los jovencitos al mundo de la química y la física, de una manera vivencial, la profesora Afonso dirigió dos estaciones: en la primera, con sus propias manos los jóvenes hacían una mezcla de yodo y zinc, lo que generaba un humo de color morado gracias al proceso de sublimación del yodo. Luego, en la segunda, aprendían algunos elementos de la tabla periódica y observaban cómo estos reaccionaban a descargas eléctricas en los tubos de Heissler, produciendo luces fluorescentes que despertaron expresiones de sorpresa, similares a las que ocurrían al exponer otros elementos químicos al calor de un mechero, cuya llama cambiaba de color según correspondiera.
La satisfacción de descubrir y aportar
A pocos minutos de finalizar la actividad, varios de los jóvenes invitados se animaron a expresar su satisfacción. “Sí, yo quiero estudiar, quiero construir robots como esos que vimos ahorita”, dijo uno de los alumnos de la Unidad Educativa Venezuela, mientras uno de sus compañeros aseguró que cuando sea grande quiere hacer su carrera en la UCAB, “porque es inmensa y me encanta”.
En esta segunda edición del Didactrón tuvieron una participación valiosa siete estudiantes de la Escuela de Educación, varios de ellos cumpliendo con su servicio comunitario obligatorio. En el caso de Isaac Araujo (de octavo semestre) lo que lo motivó, más allá de los requisitos de ley, es la divulgación de la ciencia. “Yo, como educador de biología y química, quiero dejar mi legado a la futuras generaciones del planeta, promover un buen discernimiento de qué es lo científico y lo que no”, aseguró.
Otra ucabista que participó en la actividad fue Claudia Barreto, que está por culminar su primer período académico. La joven universitaria explicó que “aunque estoy apenas en el primer semestre, decidí involucrarme porque los niños me gustan y me llena mucho ver su emoción al vivir este montón de experiencias que a mí me hubiese gustado tener en su momento”.
Para los padres de los 35 beneficiarios de esta segunda edición, la invitación fue una excelente noticia. Según las señoras Lucila Ojeda y Norbelina Osuna, representantes de la Unidad Educativa Mercedes Limardo, “este tipo de actividades es demasiado interesante, todos podemos ver cosas que nunca en la vida hemos visto”.
Por su parte, el profesor Carlos Ramos, voluntario educativo en varios colegios de Antímano, celebró la actividad porque permite a los niños «acercarse a un área descuidada, como lo es la ciencia. También les permite pensar en que pueden estudiar algo de esto en un futuro y, como están pasando de primaria a Media General, les permite conocer lo que es un laboratorio, porque aunque en las escuelas tengan los espacios, no están en uso y a la mano del estudiante, debido al cambio en el diseño curricular”.
Puertas abiertas a la comunidad
La profesora Celsa Afonso recordó que las puertas de los laboratorios se mantendrán abiertas a todas las instituciones que deseen llevar a sus alumnos al Didactrón UCAB. Adelantó que “seguramente recibiremos a estudiantes de unas escuelas que podrán pagar y otros que no van a poder, en ese sentido estaremos ejerciendo nuestra responsabilidad social con la comunidad y, en el caso de los colegios privados que tengan la posibilidad, se va a crear un fondo para hacer esta actividad más sostenible en el tiempo”.
Didactrón UCAB se concibió como un espacio para aprender y enseñar la cultura científica y tecnológica a través de la experiencia. Se espera realizarla con una frecuencia semanal y, en el periodo agosto-septiembre, como un plan vacacional. Los interesados en inscribir a sus estudiantes en el proyecto pueden comunicarse con la profesora Afonso a través del correo [email protected] y mantenerse atentos a las redes sociales de @EducacionUCAB.
♦Texto: Fabiana Contreras/Fotos: Manuel Sardá