Autoridades, profesores y estudiantes resaltaron el legado que deja Francisco José Virtuoso a la universidad y al país. Además, destacaron su lado humano, definiéndolo como un hombre cercano, visionario y soñador. Habitantes de Catuche acudieron a la universidad para rendir tributo al «padre Joseíto»
El 21 de octubre, desde las 8 de la mañana, se realizaron las exequias de quien fuera el rector de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) desde el año 2010, Francisco José Virtuoso s.j. Autoridades, decanos, profesores, empleados, estudiantes y demás miembros de la comunidad universitaria se acercaron a la iglesia María Trono de la Sabiduría, ubicada en el campus Montalbán, para dar un último adiós al sacerdote jesuita, politólogo, doctor en Historia y docente universitario, quien falleció el 20 de octubre en Caracas.
El ambiente en la UCAB era de silencio y respeto; de lágrimas y pesar, pero también de gratitud hacia su labor y de compromiso para darle continuidad a su legado. Cientos de personas asistieron a la capilla ardiente y a las dos eucaristías celebradas en su honor en la parroquia universitaria. Los comentarios celebraban la labor que el padre Virtuoso llevó a cabo en la universidad y destacaban la cercanía que tenía con ellos y con cualquiera que se le acercara.
Defensor de una universidad moderna e inclusiva
Los integrantes del cuerpo de autoridades fueron los primeros en manifestar su pesar y comentar los logros del rector. Ratificaron su compromiso de seguir con la estrategia planteada por quien los acompañó como capitán del equipo ucabista.
José Francisco Juárez, vicerrector académico y rector encargado de la universidad, definió a Virtuoso como un hombre entregado al trabajo y comprometido con la investigación, la docencia y el proyecto concebido para la universidad. Además, destacó sus valores profesionales y humanos, pues estos -dijo- inspirarán para el trabajo que sigue.
«Nos sirven como referencia para continuar con el proyecto, con el trabajo. Como él nos decía, construir el futuro discerniendo el presente. Para el país es una pérdida muy significativa porque es un hombre de comunidad, un hombre de pueblo, un hombre que entendía la problemática social y política del país, y estuvo permanentemente preocupado por esos temas, pero además buscando soluciones desde el dialogo, la convicción de la negociación, de convocar a los demás para encontrar soluciones. Fue un luchador incansable por la democracia», aseguró.
Por su parte, Gustavo García, vicerrector administrativo de la UCAB, recordó que la institución tiene mucho que agradecerle a Virtuoso por todo lo aprendido en estos años y por sus contribuciones al país.
«Se trataba de un hombre muy creyente en que la educación es vital para transformar la sociedad y disminuir la desigualdad. Fue siempre un defensor de un modelo de educación inclusivo. Siempre pensó que una universidad tenía que estar al servicio de la transformación de Venezuela y eso exigía que la investigación tuviera que ver con los problemas del país. Era un soñador, todos los días pensaba en el futuro y cómo se podía hacer realidad a través de proyectos muy concretos. Se va un amigo entrañable. Estamos seguros que nos sigue acompañando y cuidando. Y como él mismo nos decía: queda mucho por hacer», puntualizó.
Magaly Vásquez, secretaria de la universidad, también se manifestó. Destacó su incansable espíritu de trabajo:
«Creo que el legado que deja no solo a universidad sino al país es uno de compromiso, de trabajo, de proactividad. El rector siempre fue una persona visionaria.En su discurso, apenas hace una semana cuando lo juramentamos, insistía en la necesidad de hacer y hacer las cosas bien. Ese es el mejor legado que nos dejó; y como autoridades universitarias, seguir haciendo lo que el rector nos enseñó y seguir haciéndolo bien».
Asimismo, Néstor Luis Luengo -vicerrector de Identidad, Desarrollo Estudiantil y Extensión Social- añadió que el legado del rector es su tino en cuanto a la formación de un equipo preparado para su relevo, y haber consolidado un sentido de institucionalidad en la UCAB.
«Él reunía tres condiciones excepcionales: una mente lúcida, profunda, que coincidía con una capacidad para la acción enorme y a su vez con una pasión. Es decir, reunía cerebro, corazón y mano. Y no siempre se consiguen esos tres elementos en una sola persona. Como me gusta decir en estas circunstancias, él dejó el juego ganando. Nos queda al equipo, su equipo, mantener esa ventaja y si es posible aumentarla».
Rindiendo honores a quien así lo merece
Decanos, directores, docentes y empleados ucabistas también expresaron su sentir durante la jornada. Muchos de ellos hicieron fila para despedir al rector en la capilla y montaron guardia al lado del féretro, como símbolo de respeto y acompañamiento.
Uno de ellos fue el director de la editorial abediciones, Marcelino Bisbal, quien recordó que conoció a Francisco José Virtuoso en el año 1996 ,cuando el sacerdote jesuita trabajó como director del Centro Gumilla.
«Mi querido José… fuimos grandes amigos. Nos deja un ejemplo importante a seguir en el ámbito político, lo que es la tolerancia, lograr entendernos aunque pensemos totalmente distinto; en el ámbito social, la horizontalidad en el trato humano, y eso lo demostró en la universidad. Deja una huella importante en la universidad. La universidad se ha abierto al mundo moderno, se ha abierto a nuevas realidades y se ha abierto al pensar de las nuevas generaciones. (…) Uno espera que el nuevo rector, las nuevas autoridades terminen de profundizar lo que nuestro querido padre, Joseíto, nos dejó«.
El sacerdote Leonardo Marius, el director de Desarrollo Estudiantil, destacó el valor de Virtuoso como persona integral.
«Ha sido un gran académico, pero un hombre apasionado por la democracia, la construcción social y esto no es fácil de ver en nuestra sociedad. Estamos profundamente agradecidos por haber trabajado con él. Un hombre que le tocó asumir grandes responsabilidades, como ser rector de esta universidad que es la primera del país en tantas cosas, pero por otro lado un ser tan humilde de acompañar a una comunidad tan sencilla como la de Catuche. Gracias infinito a nuestro rector».
Liza Guilbert, directora del Centro de Asesoramiento y Desarrollo Humano, lamentó la pérdida del rector Virtuoso.
«Él fue la representación de ‘en todo amar y servir’, siempre tuvo un discurso muy optimista, muy enfocado en seguir estudiando y trabajando por Venezuela, y que se debía apostar por trabajar por el país. (…) Siempre estuvo muy atento al bienestar psicológico de los estudiantes. Y lo que nos queda a nosotros y a todos los ucabistas es seguir adelante; seguir trabajando por Venezuela, por la educación, la libertad, la democracia», acuñó.
En nombre de la Dirección de Sostenibilidad Ambiental, el ingeniero Joaquín Benítez, su director, recordó la visión de Virtuoso para hacer de la universidad un espacio de desarrollo sostenible .
«Me gustaría recordar que bajo su liderazgo, y con su apoyo e inspiración, desarrollamos muchos de los proyectos que puede mostrar la UCAB como una universidad comprometida con el desarrollo sostenible. Siempre nos decía que teníamos que aterrizar, compartir con la gente estas preocupaciones e incidir en la realidad del país sobre la crisis ambiental y de desarrollo que tenemos. Su estímulo para poder seguir trabajando y guiarnos en la dirección correcta siempre lo recordaremos«.
La directora del Centro de Salud Santa Inés (CSSI), Scarlet Salazar se pronunció en nombre del brazo de la UCAB dedicado a la atención sanitaria de las comunidades vulnerables, en el Parque Social Manuel Aguirre.
«Nuestro centro siempre recibió su apoyo en todo lo que nos proponíamos, en todas nuestras actividades. De él también recibimos ese sentimiento de solidaridad hacia el más necesitado. Él se sentía muy orgulloso de nuestras Jornadas Comunitarias, de lo que hacemos alrededor de la universidad, en las comunidades cercanas. Perdemos a un protector, pero su legado es tan fuerte e importante que queda insertado en todos nosotros».
Valeska Villarroel, directora del Centro para el Desarrollo de Lenguas Extranjeras (CDLE) de la UCAB manifestó su agradecimiento al rector por su trabajo y reconoció su carácter empático y cercano.
«Creamos juntos el hermoso proyecto que es el CDLE, el rector siempre lo vio con buenos ojos, nos acompañó, nos apoyó y colaboraba y participaba en medio de sus ocupaciones en las actividades donde se requería su presencia. Siempre confió en sus trabajadores y su equipo. Su legado persiste y nos invita a buscar la excelencia en todo lo que hagamos, siempre con esa mirada al futuro a la innovación de la universidad; a siempre tener fe y confianza en lo que hacemos».
El subdirector de Teatro UCAB, Miguel Abreu, recordó el apoyo que el rector brindó al desarrollo de las expresiones artísticas en la universidad.
«El padre Virtuoso siempre con la agrupación cultural del grupo de Teatro UCAB fue muy caluroso, muchísimas veces él nos invitó a llevar las piezas de teatro a La Pastora, Catuche, y de verdad fue muy especial todo ese tiempo compartido. El trabajo del padre allá en Catuche es muy bonito, todavía sigue. Y fue especial poder compartir todo lo que hacemos acá no solo con la universidad, sino con las comunidades y con el padre. Fue muy cercano al grupo de teatro y todo su apoyo se lo agradeceremos siempre«.
Hombre de visión y constructor de ciudadanía
En nombre de la Facultad de Ingeniería, la decana Mayra Narváez de Pereira destacó que «el padre Virtuoso nos apoyó en todo momento para emprender nuevos proyectos». Apuntó que «tenía mucho entusiasmo en la preparación de la celebración de los 70 años de la universidad, seguiremos con ese compromiso y realizaremos en su honor una excelente celebración el próximo año, en honor a nuestro querido rector».
Jesús María Casal, decano de la Facultad de Derecho, se refirió al legado del rector como uno honorable y estimulante.
«Nos enseñó que no podemos ponerle techo a nuestros desafíos, sino que tenemos que apostar siempre a lo más alto y nunca conformarnos con lo que tenemos. Por eso, nos enseñó que la universidad debe evaluarse, perfeccionarse y estar presente en todos lo espacios de la creación científica, de la investigación, de la docencia. Colocó a la UCAB en las grandes discusiones sobre construcción de democracia, construcción de ciudadanía, recuperación de la institucionalidad democrática, lucha decidida contra toda manifestación de autoritarismo».
El representante de los Egresados ante el Consejo Universitario, Pedro Contreras, hizo mención a la «excelencia y el compromiso» que caracterizaron al rector, así como a su labor para contar con «una universidad de cara al país».
«Nos deja la vara alta para seguir cuidando esta universidad, pero sobre todo para seguir representando a Venezuela desde lo más alto, que es la academia» comentó.
Del lado de los estudiantes, María Guerreiro –consejera de Identidad, Desarrollo Estudiantil y Extensión Social (IDEES)- opinó que el rector, a pesar de las posibles diferencias, siempre defendió los intereses del estudiantado:
«Su disposición y su voluntad siempre estuvieron presentes durante los 12 años que ejerció como rector de esta universidad. Y es un vacío en el alma de todo ucabista que deja permanentemente. Porque no solo se desempeñó como un rector excepcional en los peores años que este país ha atravesado, manteniendo en pie y mejorando cada año más la institución tan frágil que es una universidad privada en Venezuela, sino que estuvo plenamente comprometido en todo momento con la lucha por la democracia y la protección de los derechos humanos de cada uno de los ciudadanos en Venezuela«, afirmó.
«Padre Joseíto: Gracias por tu nobleza»
Además de los miembros de la comunidad universitaria, durante la jornada de despedida del padre Francisco Virtuoso se hicieron presentes los integrantes de un nutrido grupo de vecinos de la comunidad de Catuche, Caracas, sector en el que el rector trabajó muchos años.
Hombres y mujeres de diferentes edades llevaban globos y pancartas con mensajes para el él. Entre ellos se percibía la profunda gratitud hacia quien fue guía espiritual y compañero de lucha por condiciones de vida digna. Con lágrimas en los ojos, muchos hablaban de todo el trabajo que -desde finales de 1999, cuando se desbordó la quebrada de Catuche- el padre hizo en el sector para ayudar a construir, de la mano de los propios vecinos, un pequeño complejo habitacional en el que habitan 400 familias.
«Él desde el comienzo nos apoyó en todo, fue la persona que siempre estuvo ahí, que insistió en que nosotros podíamos hacer un mejor sector, que podíamos hacer muchas cosas en comunidad. Y gracias a este sacerdote nosotros hoy podemos decir que tenemos una vivienda digna. Ese señor era todo para nosotros. De verdad era como un imperio para nosotros, aunque parezca un poco exagerado», comentó la señora Rosaura Gudiño, habitante de Nuevo Catuche.
Sin duda, el rector Francisco José Virtuoso dejó una obra visible en el país y en la UCAB, pero también una invisible, pero no intangible, en las miles de personas que conoció. Es, entonces, tarea de todos los ucabistas dejar en alto todo lo aprendido del padre, siempre perseguir la excelencia, en todo amar y servir, y no perder esa mística del Magis que va de la mano con los valores ignacianos.
A continuación algunas imágenes de esta jornada:
♦Texto: Grace Lafontant León/Fotos: Manuel Sardá, Christian Lazo, Carlos Miliani y Fabián Giampaoletti