El sacerdote jesuita llama a los sectores democráticos a cerrar filas, movilizarse y trabajar para hacer posible las elecciones en las que se escogerá al candidato presidencial de la oposición

Probablemente la mayoría de los demócratas venezolanos hubiéramos deseado llegar a candidato unitario por consenso, sin necesidad de organizar primarias. Un sueño imposible que, como muy bien ha dicho Jesús María Casal, es sustituido por “el consenso es la primaria” entre candidatos, con el reto de unirnos en el único ganador para derrotar esta asfixiante dictadura. El doctor Casal preside la Comisión Nacional de Primaria (CNP), expresión del poder ciudadano (no de la dictadura ni de ningún partido opositor).

La CNP acaba de fijar el 22 de octubre de 2023 como fecha para la votación de las primarias, a las que se entra con muchos candidatos y se sale con uno solo apoyado por todos sus competidores. Paso importante hoy, cuando la continuación del dictador Maduro tiene el máximo rechazo y los partidos políticos están en su mayor desprestigio. Es la hora de la Sociedad Civil y del resurgir, desde sus entrañas, de la POLÍTICA con mayúscula. Tenemos muy pocos meses para llevar a cabo esta hazaña histórica. No saldremos de la dictadura y de la pobreza que sufre el 90% de la población si cada uno de los venezolanos se limita a lamentar y esperar que otros hagan el milagro que necesitamos.

Sin duda, el gobierno no está dispuesto a dejar el poder ni a perder las elecciones presidenciales de 2024. Sabe que, con el actual repudio y pobreza generalizada, las tiene perdidas, si son medianamente libres y limpias. Pero una oposición dividida, sin esperanza y decidida a no participar es la mejor aliada de la dictadura y de la pobreza perpetuada, como en el régimen cubano. A esto va a apostar la tiranía con todos los hierros.

Frente a ello, millones de venezolanos necesitamos cambio y no podemos quedarnos culpando a la oposición por no haber derrotado a la dictadura, aunque tengamos razones para no simpatizar con ciertos líderes. No van a venir otros a librarnos de la dictadura, aunque muchos lo hayan deseado, y no nos queda más camino que ir masivamente a las elecciones para ganarle rotundamente a la dictadura y hacer valer el triunfo. Todo ello es imposible si millones de venezolanos, dentro y fuera del país, no vamos a votar en la primaria opositora.

¿Qué debo hacer para salir de la dictadura y de la miseria y rescatar la democracia con futuro de oportunidades? Necesitamos visualizar en cuatro o cinco rasgos políticos, económicos y sociales el cambio que deseamos todos los venezolanos. Cada uno debe concretar su aporte en una pequeña acción para que la elección primaria de octubre sea un éxito y en 2024 salga el sol de la liberación para toda Venezuela. Es el camino que convierte a millones de habitantes en verdadero poder ciudadano.

Afortunadamente la Comisión Nacional de Primaria, presidida por el muy reconocido constitucionalista Casal, fue bien recibida y empezó a despertar la esperanza; ahora reforzada por su reciente acuerdo sobre la fecha de la primaria, donde entramos con varios candidatos demócratas y salimos con uno solo apoyado por todos los demás y con un país movilizado con él. Es el primer paso indispensable para la derrota de la dictadura y para encabezar la transición y la reconstrucción, con esfuerzo nuestro y con un apoyo decidido de los países e instituciones democráticos del mundo.

Ahora entramos en las tareas complejas para organizar la ELECCIÓN PRIMARIA, que no pueden fallar:

  1. Hacen falta la colaboración de no menos de 50.000 voluntarios, financiamiento y organización en torno a unos 3.000 centros de votación bien distribuidos por todo el país. Lo más razonable es que el CNE facilite esos centros, sin que la CNP le ceda el control del proceso que no le corresponde.
  2. Es necesario avanzar al máximo posible para lograr de manera transparente el voto de los venezolanos fuera del país: sabemos que hay varios millones con dificultades técnicas y organizativas muy grandes y difíciles de resolver.
  3. La CNP no acepta la arbitraria e ilegal inhabilitación de candidatos opositores por parte de la dictadura.
  4. Hay que garantizar el secreto del voto para evitar represalias dictatoriales.
  5. El CNE debe actualizar el registro electoral e incluir a millones de electores fuera y dentro del país, que no están registrados. No lo hará sin fuerte presión nacional e internacional.
  6. Por encima de todo, necesitamos que todos y cada uno de los candidatos a primarias se comprometan con los venezolanos a reconocer el triunfo del único ganador de la candidatura, apoyado desde el día siguiente por todos nosotros y por los aspirantes que hasta ayer fueron sus rivales.

Todo ello es para llevar adelante un programa breve y claro para el rescate de la democracia y la acelerada reactivación económica, con trabajo e ingresos dignos para los millones de venezolanos que hoy sufren miseria y con desesperación siguen haciendo las maletas. Sin cambio de régimen NO HAY CONFIANZA y sin esta no tendremos las mil millonarias inversiones que son indispensables.

Quiero subrayar que la necesidad y el deseo de la inmensa mayoría de los militares son los mismos que los de los civiles. Ellos y sus familias están sufriendo y quisieran estar como dice la constitución “al servicio exclusivo de la Nación y en ningún caso al de persona o parcialidad política alguna” (art. 328, Constitución).

De aquí a octubre tenemos que movilizarnos para superar todos estos puntos y lograr una sociedad civil unida para hacer valer su soberano poder e interés. La dictadura hará lo posible para dividir, infiltrar algún candidato vendido y obstaculizar, pues se opone a este cambio más que la dominación española a la Independencia en 1811.

(Caracas, 27 de febrero de 2023)

♦Foto: Crónica Uno