La universidad publicó un decreto con las políticas y criterios que guiarán a la institución para hacer uso efectivo, crítico y ético de esta tecnología en sus actividades académicas, de investigación, extensión, así como en su gestión organizacional. El documento, único en Venezuela, identifica a las unidades responsables de las distintas iniciativas y deja claro que la agenda programática se desarrollará progresivamente
La Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) hizo público, el lunes 19 de junio de 2023, el “Decreto Rectoral sobre las políticas generales relacionadas con el uso de la inteligencia artificial (IA) en las funciones universitarias”, el cual contiene los lineamientos que seguirá la institución para hacer uso de la IA, a la vez que fija las acciones estratégicas que pondrá en marcha, a partir de ahora, para aprovechar las bondades de esta tecnología en procesos pedagógicos, labores de investigación y proyectos de extensión, así como en el funcionamiento organizacional; todo bajo una visión ética, de inclusión y sustentabilidad ambiental.
La entrada en vigencia de este decreto, que consta de 14 artículos y abarca numerosos aspectos relacionados con la materia, convirtió a la UCAB en la primera institución de educación superior de Venezuela en establecer una política para incorporar la inteligencia artificial en los distintos ámbitos del quehacer universitario.
“Son diversos los debates relacionados con la dimensión ética del uso de las herramientas de inteligencia artificial, situación que exige un abordaje proactivo para reconocer su utilidad y para la formulación de lineamientos que garanticen su uso efectivo y al servicio de la humanidad”, se lee en uno de los “considerandos” del documento, en el cual se advierte que los riesgos y desafíos en esta materia evolucionan más rápido que cualquier marco regulatorio, por lo que es importante fijar los criterios institucionales para que la utilización de la tecnología por parte de los actores universitarios “no afecte la calidad académica, sino por el contrario la profundice, estimulando el pensamiento crítico y el desarrollo de la competencia de aprender a aprender”.
Según establece el artículo 1 del decreto, suscrito por el rector Arturo Peraza, S.J., la UCAB reconoce la importancia y el impacto que tienen las herramientas de inteligencia artificial en la sociedad, en el mercado de trabajo, en el ambiente y en la educación, por lo que “se plantea el firme propósito de desarrollar acciones que, en el marco de la ética y de la preocupación profunda por el desarrollo humano, permitan su aprovechamiento en la propia institución y en la sociedad en general”.
Ante ello, la universidad se propone “definir y desarrollar una agenda programática de carácter integral” en esta materia, “considerando sus aplicaciones e impacto en las funciones de docencia, investigación y transferencia, extensión y gestión”, para lo cual involucrará a profesores, investigadores, estudiantes y trabajadores de la institución, así como a personas y organizaciones del sector público y privado con las que tenga o establezca vinculación.
“La inteligencia artificial está aquí y representa un impacto muy importante para la sociedad y para la educación universitaria. Con la implementación de este decreto, la UCAB está actuando de manera proactiva y se ubica a la vanguardia estableciendo los lineamientos y recomendaciones para procurar un mayor conocimiento sobre el tema, generar respuestas a los dilemas éticos y, al mismo tiempo, incorporar esas herramientas al quehacer universitario. Muy pocas universidades tienen una política explícita en esta materia y esta es una invitación muy clara a las diferentes unidades de docencia, investigación, extensión y gestión a involucrarse en el desarrollo de una agenda programática que va a nutrir el plan estratégico de la universidad”, enfatizó Gustavo García, vicerrector administrativo de la UCAB y uno de los responsables de este instrumento.
La inteligencia artificial debe estar al alcance de la sociedad
Entre otros asuntos, el decreto establece que la UCAB se compromete a evaluar la pertinencia de los diseños curriculares y las propuestas formativas que lleva adelante, a partir del “seguimiento a las tendencias y cambios en el mercado de trabajo y las actividades laborales derivadas del impacto del desarrollo de la inteligencia artificial”.
Por otra parte, y tomando en consideración las dimensiones éticas de la IA, la universidad anuncia que “fija sus esfuerzos principales en el fortalecimiento de las capacidades de sus usuarios, con el ánimo de que hagan un uso efectivo y en el marco de principios éticos”, y que puedan desarrollar sus capacidades para el “análisis crítico y el contraste con diversas fuentes de información”.
En ese sentido, reconoce la importancia de poner las herramientas de inteligencia artificial al alcance de la sociedad, “a través de diversidad de programas formativos y de extensión social”, y se propone emprender investigaciones relacionadas con el impacto y riesgos potenciales de esta tecnología, “con el fin de contribuir con el desarrollo de protocolos y regulaciones efectivas”. También velará por el resguardo de la integridad académica y derechos morales de los investigadores, así como por la privacidad de los datos personales de usuarios, beneficiarios o participantes de iniciativas que incluyan la IA.
“La UCAB se compromete a realizar esfuerzos para el intercambio con otras instituciones de educación superior a nivel nacional e internacional, así como con instituciones educativas a otros niveles y otros actores u organizaciones sociales o instituciones del Estado, para ampliar el alcance el conjunto de iniciativas de formación, investigación y definición de políticas relacionadas con la inteligencia artificial”, apunta el artículo 12 del decreto.
De la capacitación a la transferencia de conocimientos: así se incorporará la IA en la UCAB
El decreto publicado por la UCAB plantea una agenda programática que será impulsada por las autoridades rectorales para incorporar, de forma transversal, la inteligencia artificial en cada una de las áreas de trabajo que competen a la universidad; esta agenda identifica a los responsables de su puesta en marcha en toda la institución y deja claro que la naturaleza y fases de las iniciativas que surjan progresivamente “responderán a la madurez alcanzada en cada materia y unidad responsable”.
Así, las principales acciones en el ámbito de la docencia incluyen el desarrollo de programas de sensibilización y formación entre profesores, estudiantes y la comunidad general, para promover –entre otras cosas- el uso de la IA de manera adecuada y ética; sumar la tecnología al diseño de actividades pedagógicas y de evaluación; utilizar sus herramientas en programas de alfabetización tecnológica para reducir brechas de acceso, así como en procesos de virtualización de la oferta formativa, en experiencias educativas en materia de idiomas, iniciativas de asesoría vocacional y de apoyo pedagógico, además de procesos relacionados con la incubación y aceleración de emprendimientos.
La universidad también se propone desarrollar “ciclos permanentes de reflexión acerca del impacto de la inteligencia artificial en las diferentes áreas de conocimiento y en las actividades propias del ejercicio de cada profesión”, con el fin estimular un proceso permanente de estudio y análisis sobre “necesidades de cambios y reformas curriculares”, apunta el texto del decreto.
En cuanto a investigación y transferencia, la UCAB apostará por varias estrategias, entre ellas el desarrollo de códigos de ética en relación con el empleo de la inteligencia artificial en investigaciones; la promoción de trabajos sobre el impacto de la IA en diferentes ámbitos personales y laborales, y la formación de investigadores en el uso de esta tecnología para el procesamiento de datos.
Así mismo, la institución procurará la formulación de mecanismos de transferencia de conocimiento, contemplando herramientas de inteligencia artificial en experiencias pilotos de proyectos relevantes de investigación. “Esto debe incluir aspectos relacionados con el empleo de la inteligencia artificial para el desarrollo de políticas públicas, especialmente en materia educativa”, se lee en el documento.
Respecto al trabajo de extensión, la casa de estudios fijó como prioridades la identificación e implementación de herramientas de IA para generar mecanismos eficientes de vinculación y ejecución de proyectos con comunidades y organizaciones públicas y privadas, iniciativas relacionadas con la preservación del medioambiente y de interacción con los egresados de la institución.
Finalmente, la UCAB no dejó de lado lo concerniente a su propio funcionamiento como organización, por lo que apuntó en el decreto que deberán ponerse en marcha procesos de innovación y prácticas efectivas para el empleo de la inteligencia artificial “al servicio de la eficiencia y mejora de procesos de gestión y de atención a los usuarios”, así como en labores relacionadas con la internacionalización de la universidad, resguardo de datos institucionales y estrategias comunicacionales.
El “Decreto Rectoral sobre las políticas generales relacionadas con el uso de la inteligencia artificial (IA) en las funciones universitarias”, publicado por la Universidad Católica Andrés Bello, está disponible para su descarga y consulta haciendo clic en el siguiente enlace: https://www.ucab.edu.ve/wp-content/uploads/2023/06/2.91.pdf
♦Texto: Efraín Castillo/Fotos: Manuel Sardá y Freepik.es (Fotomontaje: Manuel Sardá)