El director de la Escuela de Educación de la UCAB advirtió que 4 millones de niños y jóvenes están fuera del sistema escolar. Además, prevé que siga empeorando el nivel de aprendizaje de los que asisten a clases. De cara a las presidenciales de 2024, anunció que la universidad presentará una propuesta de política pública para recuperar el sistema educativo 

El lunes 2 de octubre comenzó oficialmente el año escolar 2023-2024 en Venezuela. Según cifras oficiales, más de ocho millones de niños y adolescentes acudirán a clases en colegios y liceos públicos y privados. El inicio de actividades académicas ocurrirá en medio de protestas de maestros y trabajadores del sector educativo por reivindicaciones salariales, denuncias de problemas de infraestructura en buena parte de los planteles y una reforma curricular que incluye el anuncio de un plan, por parte del Ministerio de Educación, que aumenta, de 200 a más de 2.000, las escuelas técnicas del país.

En este contexto, Carlos Calatrava, director de la Escuela de Educación de la UCAB, señaló que el nuevo período promete ser uno de los más difíciles de la historia reciente.

«La educación está en emergencia. Nos estamos enfrentando al inicio de año escolar en peores condiciones de las que tenemos referencia», alertó.

Para  Calatrava, la crisis educativa venezolana ya es endémica y se remonta a la década de 1980, cuando comenzaron a registrarse más jubilaciones que nuevos ingresos de docentes, una proporción que sigue en aumento. El director señaló que tiene 26 años de experiencia y, durante ese tiempo, «no he encontrado el primer año escolar que hayamos comenzado en paz. Si no es por crítica a diseños curriculares, lo es por problemas salariales (que es algo endémico), por atribuciones del Ministerio de Educación que no le corresponden y otras».

Y si bien se pudiera afirmar que cada año es complejo, el licenciado en Educación denunció que esta vez las condiciones de agravamiento generales del sistema, de la escuela y la dimensión profesional de los educadores son las «peores» que se pueden registrar.

«En este inicio, estos tres factores están en una alineación casi perfecta para decirle a la sociedad venezolana: ‘no vengas, no me los traigas, aquí no hay nada qué hacer, no hay esperanza, futuro'», apuntó.

14% de los niños y jóvenes fuera de la escuela

Descartando los 7 millones de venezolanos que emigraron del país, actualmente 28 millones de personas habitan el territorio nacional. De esa cantidad, 11 millones tienen entre 0 y 18 años de edad, por lo que califican para asistir, obligatoriamente, a escuelas y liceos. Partiendo de estas cifras, Calatrava señaló que 3 millones de niños y adolescentes se encuentran excluidos del sistema educativo, y un millón adicional corresponde a los desertores.

 «Esos son números calculados por la Escuela porque no tenemos accesos a fuentes oficiales (excepto el censo). Es una estimación que sacamos en función de la base poblacional del país, descontamos la migración, organizamos los grupos de edad y de ahí tomamos la población que debe asistir obligatoriamente al colegio. Estos totalizan cerca de 7 millones que sí están acudiendo«, dijo.

Apuntó que los datos que manejan en la Escuela indican que cerca del 14% de los jóvenes en edad escolar no asisten a ningún plantel. «No saben qué es un salón de clase, una maestra, no saben qué es hacer una tarea. Entonces, de entrada, hay una carencia importante. Y ese déficit lo reconoció el Ministerio de Educación en la Consulta Nacional por la Calidad Educativa (2014): cerca de 2.6 millones hace 9 años. Pero como no tenemos información oficial, la ONG Con la Escuela, Fe y Alegría y AVEC han contabilizado un millón de desertores. Es decir, son 4 millones en total que no están yendo a clases«, puntualizó.

Un nuevo experimento curricular

Por otra parte, el profesor Calatrava comenta que este nuevo año está marcado por la implementación -en cerca de 2.000 colegios a nivel nacional- de un nueva transformación curricular de 40 horas de clase a la semana. Explicó que esta contempla que de 1er a 5to año de bachillerato se estudie Física, Química, Matemática, Biología, Castellano y Literatura y y Orientación vocacional. Pero, además, una materia que unifica Geografía, Historia y Ciudadanía. También establece que de 1er a 3er año se estudia Vinculación Socio-laboral. Así, en primer año se aprende acerca de Microsoft Office; en segundo, acerca de redes sociales. Y en tercero sobre robótica. Finalmente, se agrega un sexto año corresponde a prácticas profesionales.

Explicó Calatrava que, desde comienzos de este año, el ministerio estudia la posibilidad de que las instituciones escolares sustituyan el bachillerato integral por uno de ciencia y tecnología. Este, además, con la posibilidad de que se escojan menciones específicas (el Ministerio de Educación plantea más de 30 planes de estudio de educación media técnica con 2 o 3 materias específicas a la mención). «La propuesta te hace entender que todas las escuelas tendrán al bachiller en Ciencia y Tecnología, pero están obligados a tener al menos una mención técnica», dijo.

Recientemente, la vicepresidenta Delcy Rodríguez anunció el lanzamiento del Plan de Expansión de las Escuelas Técnicas y Profesionales, que llevará de 292 a 2.020 los planteles de este tipo. Hasta ahora se desconocen las características específicas del programa y su contenido curricular.

«En Venezuela no hay calidad educativa»

No existen datos oficiales, ni tampoco una instancia del Ministerio de Educación que haga la medición de la calidad educativa, es decir, que constate el nivel de aprendizaje de los alumnos en colegios y liceos a nivel nacional.

Por eso, dijo Calatrava, desde 2019 la Escuela de Educación de la UCAB emprendió el Sistema de Evaluación de Conocimientos en Línea (SECEL), estudio que, a través de pruebas tomadas por los propios alumnos a través de internet, ha permitido hacer un diagnóstico acerca del nivel de competencias reales de los estudiantes de educación media del país en materias fundamentales del currículo (habilidad verbal y matemáticas, entre otras) independientemente de la nota que hayan obtenido o de si fueron o no aprobados por sus docentes. La más reciente evaluación, correspondiente al año escolar 2021-2022, se basó en 16.000 pruebas en 17 estados del país. Los resultados son dramáticos.

«El SECEL de 2021 nos estaba dando 9,44 sobre 20 como nota promedio de los alumnos venezolanos. El de 2022 dio 8,21 en matemáticas y 8.42 en verbal. Y ya el profesor José Javier Salas -quien lleva adelante esta investigación- dijo que para la muestra de junio de este año el promedio se ubica en 07».

El educador sostiene que tales resultados eran de esperarse, en el contexto nacional. «Lo único estándar que se reconoce en el planeta sobre calidad de la educación son las notas, las calificaciones. El rendimiento sintetiza que se dieron todas las clases, asistieron todos los profesores, que la familia te apoyó y que los muchachos hicieron todas las tareas. Con eso tenemos el consenso mundial para compararnos. Esto quiere decir que en Venezuela no hay calidad educativa porque, ni siquiera llegamos a 10 puntos. Nuestra medición dice que es inexistente«, apuntó.

Aunque las causas de esta situación no están determinadas por el SECEL, para Calatrava las razones están claras. «Todo rendimiento estudiantil es una síntesis de cumplimiento de actividades escolares, acompañamiento de la familia y calidad, elaboración y ejecución de las actividades. Pero, ¿qué pasa? En el país no se están cumpliendo todos los días de clase, si vamos a la escuela no se ven todas las clases porque no tenemos todos los profesores,  y lo que nos piden hacer no los reta. Se sigue haciendo lo mismo de siempre», comentó.

El drama salarial de los docentes

El profesor Calatrava denunció que la situación salarial de los profesores es caótica. En Suramérica, explicó, el salario base de los docentes se ubica desde los 3.000 dólares en Chile hasta los 130 bolívares en Venezuela (menos de 4 dólares al mes). Y, tomando en cuenta los ingresos por país,  expuso que el salario que un docente en Venezuela debería ser cerca de 950 dólares mensuales. 

Recordó que quien tiene la potestad para hacer un cambio es el Ministerio de Educación con las contrataciones colectivas que mantiene con federaciones y sindicatos. Dijo que 80% de las escuelas son del Estado (bien sean nacionales, municipales, estadales o distritales) y, consecuentemente, 80% de los docentes dependen del salario base de 130 bolívares.

«Por mucho que des tu vida por educar, que esta sea tu vocación, tu lugar en el mundo es estar en una escuela enseñando, dónde está ese pedacito que menciona la Constitución acerca de que la sociedad reconocerá lo necesario de su vocación para el desarrollo social», dijo.

Ante eso, Calatrava hizo un llamado a la sociedad civil y el empresariado venezolano para que apoyen a los docentes de escuelas públicas con gestos de solidaridad; propuso a los supermercados que creen una caja para maestros, o que las clínicas y las aseguradoras también ofrezcan precios solidarios con los maestros.

«Las grandes consecuencias de jubilación por incapacidad de los maestros son problemas en la columna, problemas de cuerdas vocales o problemas mentales. ¿Dónde están las medidas remediativas solidarias sostenidas por la empresa privada? ¿Dónde está tu presupuesto por medio de responsabilidad social como centro de salud para atender foniatría, traumatología y salud mental del maestro? Y ¿dónde está el sentido de gratitud de padres y familias?», dijo.

 

Acompañar y transformar: las propuestas de la UCAB

Pero no todo es diagnóstico. Al menos no desde la UCAB. Según explicó el profesor Carlos Calatrava, la escuela que dirige viene tomando acciones no solo para entender la crisis educativa, sino para tratar de paliarla y superarla.

Como ejemplo, mencionó el trabajo de acompañamiento de los docentes que se viene realizando para el mejoramiento de sus estrategias de enseñanza y evaluativas, a través de cursos de capacitación y consultorías a instituciones.

«Hemos tenido un impacto suficiente delimitado a la educación privada, pero necesitamos abrir e irradiar nuestra acción al 80% de las escuelas. Independientemente de que buena parte de que esta acción la hemos hecho en escuelas privadas o subvencionadas, sabemos que los profesores también trabajan en escuelas nacionales y lo que aprenden con nosotros lo pueden replicar allí también», dijo.

Asimismo, mencionó la iniciativa pedagógica EducabTV, proyecto social que nació durante la pandemia para complementar la formación a distancia de los alumnos de bachillerato y que funciona a través del canal de Youtube de la Escuela, Educación UCAB, que cuenta con más de 4.000 suscriptores.

A través de la plataforma, profesores y estudiantes de la Escuela de Educación de la UCAB dictan teleclases a  alumnos de bachillerato en asignaturas como habilidad verbal (en alianza con la escuela de Letras), matemáticas, física, química e inglés. Las sesiones  quedan guardadas en el canal y están disponibles de forma gratuita para toda la población. Además, cuentan con un Aula Virtual con recursos y actividades complementarias. «Es un programa de acompañamiento al muchacho de media. Y, al estar en línea, tiene amplitud nacional», añadió Calatrava.

Para los meses que siguen, la Escuela de Educación  también espera seguir adelante con el programa «Contigo al Futuro», que tiene que ver con la promoción de los estudios en el área de pedagogía en colegios de Caracas (específicamente para estudiantes de 4to y 5to año). «Queremos que esto sirva para enamorar a la gente y que venga a estudiar Educación en la UCAB. Está elaborado por nosotros y lo llevan adelante profesores y alumnos. Tiene que ser un programa permanente».

Además, adelantó que la Escuela tiene pautado dar a conocer los resultados del SECEL, correspondientes al año escolar 2022-2023,  durante la Feria del Libro del Oeste de Caracas, a celebrarse en noviembre. Dijo que han tenido acercamientos con representantes del Ministerio de Educación para que conozcan lo que se ha hecho desde la UCAB en esta materia, aunque aún no se ha producido alguna reunión concreta.

Finalmente, y de cara a las elecciones presidenciales previstas para el año 2024, el profesor mencionó que la universidad presentará una Propuesta de Educación al País, proyecto con políticas públicas para la recuperación del sistema educativo nacional que, espera, pueda ser de utilidad para los candidatos que participen en la contienda y para los distintos actores de la sociedad civil.

«Queremos decirle a Venezuela cómo y hacia dónde deben dirigirse las políticas educativas. Y que sirva de filtro para frenar demagogia y populismo; además, para que el país tenga un referente concreto, con metas y acciones para reconstruir el sistema educativo. Lo estamos trabajando con nuestros alumnos, queremos que de las clases salgan las acciones. El documento tiene diagnóstico país, sustento conceptual y nos ajustamos a la educación de calidad y venezolanizamos las metas», concluyó.

♦Texto: Grace Lafontant León/Fotos: Manuel Sardá


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