Durante un foro realizado en la UCAB, el presidente de la Asociación Venezolana de Ecoturismo y Sostenibilidad, Antonio Pestana, indicó que este sector genera $ 200 millardos en todo el mundo y que Venezuela podría posicionarse como una de las 10 primeras naciones en el área. «Hace falta crear una marca país, crear una OPEP, pero de ecoturismo. En eso trabajamos con otros países, organizaciones, agencias de viajes y más», afirmó
El pasado 15 de noviembre, en los espacios del Centro de Innovación y Emprendimiento (CIE) de la UCAB se llevó a cabo el foro «Emprendiendo en ecoturismo: el nuevo petróleo verde».
Enmarcado en la Semana Mundial del Emprendimiento, el evento reunió a cuatro expertos venezolanos, quienes ofrecieron a la audiencia, conformada por pequeños empresarios, profesores y estudiantes, su perspectiva con respecto a esta actividad, que apunta al disfrute, cuidado y conocimiento de la naturaleza y sus recursos, como una palanca de desarrollo económico sostenible.
La apertura estuvo a cargo de los profesores Luz Aimara Morales, directora del CIE, y Joaquín Benítez, director de Sustentabilidad Ambiental de la UCAB. Ambos coincidieron en que Venezuela tiene alto potencial de desarrollo en esta área, gracias a la diversidad de ecosistemas y paisajes disponibles en el territorio nacional.
«Consideramos que es importante entender el valor que tiene el ecoturismo para el país», dijo Morales, directora del CIE.
Por su parte, Joaquín Benítez indicó que Venezuela necesita soluciones ingeniosas y sustentables para su desarrollo y que el turismo promotor del respeto al medio ambiente es una buena oportunidad.
«Son soluciones que, además, nos ayudan a superar el modelo extractivista que ha sido dominante en nuestra historia. Tenemos que buscar actividades que se centren en la enorme cantidad de atractivos naturales -eso que llaman los especialistas soluciones centradas en la naturaleza- con la intención de crear actividades económicas verdes», comentó el también individuo de número de la Academia Nacional de Ingeniería y Hábitat, quien apuntó que, para lograrlo, es imperativo involucrar a expertos en la materia.
El ecoturismo: un reto y una oportunidad para crecer
La primera ponencia, «Ecoturismo: producto bandera y de exportación de Venezuela», estuvo a cargo del consultor, ambientalista y emprendedor Antonio Pestana Drumond. El director de la plataforma Ecoalianza y la Asociación Venezolana de Ecoturismo y Sostenibilidad aseveró que emprender en esta área es un reto y que, desde hace 21 años, su equipo se ha encargado de posicionar el ecoturismo en el país.
«El ecoturismo es para nosotros el presente y futuro para Venezuela y el mundo en este siglo. Instituciones internacionales lo consideran el cambio de valor crítico postcovid. Durante la cuarentena, los países se dieron cuenta de que el turismo en masa ya tiene fecha de caducidad», dijo.
El experto catalogó al país como «El Dorado del ecoturismo», debido a su gran riqueza natural y variados paisajes, e indicó que, desde 2014, pusieron en marcha la campaña «Petróleo verde, sembrando el futuro», esto para marcar el siglo desde que Venezuela comenzó el proceso de explotación petrolera (1914) e inculcarle al venezolano la necesidad de cambiar el modelo rentista por otro con menor daño ecológico.
Recordó que Venezuela fue uno de los firmantes de un acuerdo en las Naciones Unidas para promover el ecoturismo en 2013; además, forma parte de la Agenda 2030 de la organización internacional. «¿Pero se ha hecho algo? Casi ha pasado por debajo de la mesa. Nosotros queremos renovar los próximos votos para la próxima década y avanzar de forma activa. De hecho, la ONU creó una Oficina enfocada en este tema en Rio de Janeiro, Brasil».
Pestana precisó, a la par con el trabajo en entornos naturales, esta actividad está cobrando fuerza en las ciudades. Refirió que en estos espacios, el enfoque debe basarse en la preservación del patrimonio urbano.
«Tiene que ver con patrimonio, cultura, con historia. Y ahora hay sorpresas, pues ciudades como San Pablo (Brasil), Villavicencio (Colombia), Buenos Aires (Argentina) y Ciudad de México (México) se enfocan en el ecoturismo urbano», señaló.
Profesionalizar el sector: prioridad nacional
El ecoturismo -siguió Pestana- conlleva ciertos riesgos para el ambiente: en primer lugar, el experto mencionó la explotación de recursos naturales o minerales de los suelos; pero también los incendios, la tala y deforestación; incluso la agricultura.
«El que quiera trabajar en ecoturismo debe ser especialista muy enfocado en un área particular, no lo puede hacer cualquiera», añadió. Y, justamente, recalcó que para consolidar los esfuerzos tanto en el presente como el futuro, es importante la formación educativa en todos los niveles: desde el básico hasta el superior.
«El ecoturismo no es solo una carrera exclusiva. Hay ingenieros, arquitectos, docentes, especialistas en mercadeo, personas de diferentes áreas que intervienen en el ecoturismo. La meta es equilibrar la economía con la ecología. Pero también es una forma de vida y una manera de hacer gerencia», señaló Pestana.
Comentó que Venezuela tiene potencial para estar en el top 10 de países para el ecoturismo a nivel mundial. El problema, dijo, es que a esta actividad no se le da la importancia necesaria a nivel gubernamental, así como tampoco desde la empresa privada.
Comentó que la potencialidad se extiende -sobre todo- a la zona del Amazonas, área considerada por la revista Forbes como una de las más importantes y con mayor proyección en ecoturismo a nivel mundial.
«El producto lo tenemos, pero para eso, para ser uno de los primeros países del mundo, hay que hacer un trabajo. No estamos inventando nada, la Amazonía es el producto central del ecoturismo a nivel mundial».
En términos económicos, el experto precisó que el ecoturismo generó, nada más entre 2021 y 2022, 200 millardos de dólares en ingresos, una cifra en la que Venezuela ha aportado muy poco, pero que podría aprovechar porque la proyección es que aumente a $331 millardos en 2027, es decir, un crecimiento de 65% en los próximos cuatro años (cifras de The Business Research Company).
Insistió en que, si el país consigue posicionarse, necesitará de miles de personas para que formen parte de este sector que tenderá al crecimiento durante este siglo, lo cual fomentaría la economía interna.
«¿Cuál es la solución? Venezuela sigue siendo uno de los pocos países del mundo en ser nombrado como Maravilla. Hay cerca de 30. Y nosotros nos enfocamos en promover la Amazonía, por ser una de las 7 nuevas maravillas naturales. Nosotros tenemos el producto Amazonas, pero hace falta crear una marca país, crear una OPEP, pero de ecoturismo. En eso trabajamos con otros países, organizaciones, agencias de viajes y más», enfatizó.
Además de Pestana, durante la jornada también intervinieron otros tres especialistas: Pilar Gutiérrez, presidenta Fundación Ecológica Mijao; Imerú Alfonzo-Hernández, presidente del Club de Leones Ecodefensores de Caracas; y María Pérez, fundadora y presidente de Fundación Embajadoras Venezuela Sostenible (EVS).
Los expertos abordaron temas como el ecoturismo gastronómico, la identificación y promoción de los valores que deben guiar a quienes se desarrollen en esta disciplina y la relación del ecoturismo con los Objetivos de Desarrollo Sostenible establecidos por la ONU.
♦Texto: Grace Lafontant León/Fotos: Manuel Sardá