El médico Julio Castro y el escritor Eduardo Liendo recibieron la Orden Universidad Católica Andrés Bello por sus aportes en dos áreas del conocimiento que parecen desconectadas, pero que el rector Arturo Peraza presentó como parte de la construcción de ciudadanía que el país requiere. El historiador Edgardo Mondolfi ofreció el discurso central y la Camerata de Caracas puso la música a un encuentro cargado de emotividad

242 años del natalicio de Andrés Bello, 70 años de la UCAB, 50 años de la primera edición de la novela El mago de la cara de vidrio, dos homenajeados y un montón de sentimientos que dejaron en el aire del Aula Magna pausas forzadas, voces ahogadas, gargantas quebradas, desmemoria  y aplausos, muchos aplausos.

Así puede resumirse la ceremonia en la que, el miércoles 29 de noviembre, en el marco de la 8va. Feria del Libro del Oeste de Caracas (FLOC UCAB 2023), las autoridades rectorales en pleno cumplieron con el acto de conferimiento de la máxima distinción honorífica que otorga la institución: la Orden  Universidad Católica Andrés Bello en su única categoría. Este 2023, los homenajeados fueron el escritor Eduardo Liendo Zurita y el médico infectólogo Julio Castro Méndez.

El rector Arturo Peraza S.J., los vicerrectores José Francisco Juárez, Gustavo García y Néstor Luis Luengo, y la secretaria Magaly Vásquez, encabezaron el homenaje central por el natalicio de Andrés Bello (Caracas, 29 de noviembre de 1781-Santiago de Chile, 15 de octubre de 1865), epónimo de la universidad.

De las letras a la medicina: Honores merecidos

La directora de la Escuela de Letras de la UCAB, Lizette Martínez, hizo las presentaciones de Liendo y Castro al inicio del evento que la lluvia matutina aconsejó trasladar, desde el espacio más ferial de los jardines abiertos ucabistas al Aula Magna.

Martínez subrayó que, tal y como lo precisa el reglamento sobre los méritos para hacerse acreedor del reconocimiento, ambos «han fomentado lo humano a partir del entendimiento profundo de la realidad venezolana».

Sobre el médico infectólogo destacó que, con sus conocimientos y su labor de divulgación en redes sociales, nos hizo comprender a los venezolanos «que el Covid-19 era más que una patología, que tenía serias implicaciones sociales, culturales, económicas y políticas», comentó ante una audiencia que incluyó a decanos y profesores ucabistas, pero también a personalidades del mundo cultural.

Acerca de Liendo, la profesora recordó que dictó en la UCAB, por 14 años, el Taller de Narrativa «con su particular forma de indagar en la realidad,  atravesada por el humor». También mencionó las «más de 17 ediciones desde 1973, sin contar múltiples reimpresiones» de El mago de la cara de vidrio, la primera novela de Liendo que la editorial de la UCAB, abediciones, acaba de reeditar en conmemoración de su medio siglo.

La secretaria de la UCAB, Magaly Vásquez, al momento de leer el acuerdo con las razones por las cuales el Consejo de la Orden Andrés Bello hizo la selección de 2023, coincidió en las apreciaciones de la directora de la Escuela de Letras y, en el caso de Julio Castro, destacó que como médico es, además, asesor de la UCAB y miembro de la junta directiva de la Fundación Centro de Salud Santa Inés, que forma parte del Parque Social que gerencia el Vicerrectorado de Extensión.

Precisó Vásquez que el experto, miembro del equipo del Instituto de Medicina Tropical de la UCV, ha hecho importantes aportes al Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales (IIES) de la UCAB, en la elaboración de la Encuesta Encovi.

Mondolfi, Bello y las «pesadumbres del destierro»

El acto de reconocimiento que se hace cada año en la UCAB, como es costumbre, se acompañó de la Cátedra Andrés Bello en la que un orador invitado conmemora el día del natalicio del polímata venezolano que, entre otras obras, legó al mundo de habla hispana la Gramática de la lengua castellana destinada al uso de los americanos (1847).

En esta ocasión, correspondió al historiador e Individuo de Número de la Academia Nacional de la Historia, reflexionar en torno a quien da nombre a la UCAB. La presentación del historiador estuvo a cargo de Jaime Bello León, director general de Comunicación, Mercadeo y Promoción de la UCAB.

La conferencia de Mondolfi, titulada «Andrés Bello o las pesadumbres del destierro», se centró en un venezolano exiliado hace dos siglos, pero fue de una enorme vigencia a propósito de la diáspora que sufre Venezuela, pues describió las privaciones y angustias de un emigrante sin recursos económicos que se ve obligado a ganarse la vida con oficios alejados de su preparación.

«Se me ocurrió hablar de Bello en torno a lo que significa su condición de refugiado, trasterrado y exiliado, algo que sin duda toca nuestras fibras y sensibilidades más cercanas. Estos términos forman parte de un vocabulario al cual creíamos haber renunciado, pero al que, por desgracia, hemos vuelto a habituarnos luego de una relativamente bien avenida convivencia en lo político y lo económico durante algo más de medio siglo», justificó Mondolfi la selección del enfoque de su discurso.

Recordó Mondolfi que Andrés Bello llegó a Londres en 1810 con una asignación temporal del gobierno y terminó siendo su adiós definitivo de Venezuela, al punto que no volvió a ver a sus familiares más cercanos.

«Bello actuará en calidad de refugiado cuando le toque malvivir en Londres gracias a los ocasionales encargos de algunas de sus nuevas amistades, «trasterrado, cuando le toque experimentar la carencia de un punto de referencia social y cultural compartido, especialmente a la hora de entenderse a una sociedad tan distinta a la suya, sometido a los esfuerzos cotidianos de manejarse en otro idioma», y «exiliado una vez después de que en Venezuela fracasara el ensayo republicano en 1812».

«Los libros me lo dieron todo»

Los homenajeados por la UCAB, sin proponérselo, coincidieron en rendir tributo con sus palabras a personas fallecidas, cuya ¿presencia? gravitó en el sitio.

Eduardo Liendo recordó a su «amada, queridísima esposa», a quien agradeció haberle dado, además de un hogar, cosas «más allá de la escritura».

«Es penoso contar desde el olvido», reflexionó el autor en un breve discurso. Confesó que era «audacia de un parkinsoniano» tomar la palabra cuando no se lo habían pedido y, desde su silla de ruedas, relató los vínculos sentimentales que tiene con la UCAB, donde su hija recibió la medalla como egresada del entonces rector Luis Ugalde S.J.

Recalcó Liendo que la enfermedad que le afecta desde hace años le ha quitado elementos que para un escritor son vitales: la memoria y el lenguaje. El público siguió, expectante, las pausas del intelectual para articular su discurso, en el que recordó «un exilio dorado en Rusia» y capitales de Europa, tras pagar cárcel por razones políticas. Agradeció que «los libros me lo dieron todo».

«Este reconocimiento me sobrepasa» afirmó y dijo que la medalla la recibía «con humildad, con sencillez y con gratitud».

«Trabajemos por una sociedad más inclusiva»

En su turno, Julio Castro conmovió al público cuando, tras quebrársele la voz, mencionó entre una larga lista de sus apoyos y referentes, a los fallecidos «Chispiao” (José Luis López, exdirector general de la Alcaldía de Sucre); Rafael Baquedano, S.J.; José Ignacio Urquijo, S.J., y Joseíto, el rector  de la UCAB, Francisco José Virtuoso, S.J.

Destacó que el padre Virtuoso, fallecido en 2022, «comprendió rápidamente la magnitud de lo que venía» con el covid-19 y concibió el libro, editado por la UCAB, Venezuela en pandemia, donde Castro tuvo participación.

El infectólogo afirmó que recibía el honor, no como persona sino en nombre del colectivo de trabajadores de la salud, muchos de los cuales murieron en el servicio durante la emergencia sanitaria. Habló de «los días del miedo», cuando él mismo contrajo la covid-19 en sus labores como mèdico y del reto que significó hacerse un espacio en las redes sociales para difundir información sustentada y confiable.

Castro hizo a la UCAB un especial reconocimiento por «su vitalidad» a sus 70 años,  por el compromiso de la institución con la academia y con la investigación. Invitó también a reflexionar «sobre nuestro papel en una sociedad injusta, enferma, en guerra, dividida, y movernos a tratar de modificar las estructuras poco democráticas, intolerantes y segregacionistas».

«Estas aulas, estos espacios, estos libros, este premio debe seguir siendo el camino para que, como ignacianos, ucabistas, como venezolanos, trabajemos por una sociedad más inclusiva, más equitativa, más comprensible, más tecnológica y por ende más sana», sostuvo.

«Andrés Bello nos sigue enseñando»

Casi al cierre del evento y a modo de resumen globalizante de todo lo expuesto, el rector de la UCAB, Arturo Peraza, S.J., dijo  que «Andrés Bello sigue siendo un personaje señero en nuestra historia venezolana, alguien que nos tiene que seguir enseñando por dónde caminar. Y el premio que le hemos dado a ustedes dos (Liendo y Castro) señala eso: la ruta de Bello, la ruta que quiere seguir esta universidad, la ruta que hemos tratado de construir en estos 70 años».

«Esta figura de Bello necesitamos presentársela a tantos venezolanos que hoy en día están viviendo dificultades análogas y poderles decir que a pesar de las dificultades, a pesar del dolor, de los momentos oscuros, siempre hay una oportunidad que se abre», dijo Peraza, quien recordó el enorme aporte que ha inmortalizado a Bello a nivel mundial con su obra para la preservación de nuestro idioma.

El jesuita vinculó estas ideas con la experiencia de Liendo y su vuelta al país donde produjo su famosa novela, ya cincuentenaria, «que nos habla a los venezolanos», y la unió con la labor del médico Julio Castro:

«Lo que tú has hecho, y nos enseñaste, es cómo se hace ciudadanía en medio de una de las situaciones más complicadas que vivimos como humanidad y como país. Donde la política, como razón de Estado, preló para ocultar a los venezolanos lo que estaba pasando, aparecieron unos ciudadanos que entendieron que la razón de Estado era poderles decir a los venezolanos qué ocurría, dónde estábamos y qué teníamos que hacer. Igual que Bello, tú encontraste una ruta en medio de esa dificultad para poder abrirnos una veta con la cual trabajaste con la universidad, con muchísimos jesuitas y abriste un camino de luces».

Tras los discursos de rigor por uno de los momentos más importantes del calendario universitario, la Camerata de Caracas —agrupación musical que cumple 45 años— ofreció un concierto con un repertorio de composiciones del Renacimiento, bajo la dirección de su fundadora, Isabel Palacios.

Los doce artistas que le acompañaron en las interpretaciones se ganaron nutridos aplausos de pie del público, que festejó todos los reconocimientos y la vigencia de todas las instituciones involucradas.

 

 

♦Texto: Elvia Gómez/Fotos: Manuel Sardá