La UCAB acogió un debate para revisar el actual panorama electoral, con Colette Capriles tres expertos en el área política y una representante empresarial. Los panelistas coincidieron en que es necesario aprovechar la oportunidad de los comicios del 28 de julio, ya que todos los estudios de opinión indican que el gobierno está en minoría, con un techo del 30%, y la mayoría de los venezolanos quiere votar. «El voto es la principal palanca de cambio», resaltaron
En el futuro inmediato hay que «tomar el riesgo» de consumar la ruta electoral que se presenta para este 28 de julio, independientemente de su calidad, pero antes es importante retomar el proceso de Barbados. ¿La razón? la situación nacional de Venezuela no se va a resolver sin pasar por un proceso de negociación, que permita la reinstitucionalización y le ofrezca a todos los sectores involucrados garantías de que podrán defenderse .
Al mismo tiempo, es necesario aceptar el hecho político de que la candidata María Corina Machado, electa como líder de la oposición en las primarias de 2023, está inhabilitada y se debe construir una candidatura alterna para «meterse por la ventana» y para eso «nos quedan como dos días».
Estas ideas son dos de las conclusiones que dejaron las exposiciones, muy coincidentes, de los politólogos Michael Penfold y Colette Capriles durante el foro Elección presidencial 2024: retos y oportunidades, que se realizó el viernes 22 de marzo en el auditorio «Francisco José Virtuoso, S.J.» del Centro Cultural UCAB, en el campus Montalbán.
El encuentro fue propiciado por el rector de la UCAB, Arturo Peraza, S.J., quien también fue parte del panel en el que intervino la segunda vicepresidenta de Fedecámaras, Tiziana Polesel, docente en esta universidad.
Penfold puso como ejemplo el caso reciente ocurrido en Guatemala con Bernardo Arévalo, quien se mantuvo firme ante una carrera de obstáculos que buscaban impedirle asumir el cargo, lo que logró en enero. «Yo prefiero tomar el riesgo de la ruta electoral. Puede ser Nicaragua, pero ¿y si es Guatemala?», dijo el también profesor del IESA.
Colette Capriles, por su parte, dijo que «es mentira que hay gente que no quiere negociar» y agregó que «el trabajo de los negociadores es ampliar la zona de un posible acuerdo».
Tiziana Polesel hizo un reclamo a los actores políticos para que «hagan lo que les toca hacer», de modo que el sector empresarial pueda dedicarse a crear riqueza, producir alimentos y salarios.
Asimismo, reivindicó el duro proceso de este sector que ha aprendido a negociar con el gobierno y se ha ocupado de crear instancias de arbitraje y conciliación ante las deficiencias del sistema de justicia.
«Sin cambio de modelo, el problema permanece»
Los estudiantes Arantxa Jurado y Daniel Graterón hicieron de moderadores del foro, que estuvo muy marcado por el interés expresado por los alumnos ucabistas, presentes en el público, sobre la posibilidad de votar.
En el intercambio, los panelistas buscaron destacar lo que quieren los venezolanos, pues consideran que el debate está demasiado centrado en los actores políticos.
El rector Peraza, también formado académicamente como politólogo, dijo entender «el sentimiento de fracaso» que los más jóvenes asocian al ejercicio de la política, especialmente por lo sucedido desde 2014. Sin embargo, destacó que el país no se acaba y que hay que aprovechar todas las rendijas que se presenten en 2024, 2025 o después.
Llamó a no dejarse llevar por la estrategia que busca hacer sentir a los venezolanos que nada va a cambiar.
«No hay un día final, un después de esto no hay más (…) No se puede dejar ganar uno por la desesperanza y la angustia, que es el juego que nos tratan de montar (…) es un proceso de descubrir dónde van apareciendo las oportunidades en la búsqueda del cambio», dijo el sacerdote jesuita.
Peraza reiteró su análisis sobre la larga historia del modelo monoproductor rentístico-petrolero que hizo de Venezuela un ídolo con pies de barro, error que -afirmó- fue profundizado durante la gestión de Hugo Chávez.
Recordó que la pobreza que agobia a los venezolanos «viene de la incapacidad de ponernos de acuerdo en un proyecto compartido que genere riqueza».
Insistió el también abogado en que el cambio que necesita el país «es más hondo que sólo cómo cambiamos a alguien en Miraflores y es más complejo que decidir a quién montamos en Miraflores. Si no hay un cambio de modelo el problema permanece».
También recordó la situación electoral que se presentó en 2018, cuando la dirigencia mayoritaria de oposición optó por llamar a la abstención en esas elecciones presidenciales.
«Esta foto ya la vivimos y la resolvimos mal en 2018, y que me perdonen las viudas del interinato», dijo sobre el nuevo dilema ante las venideras elecciones del 28 de julio.
La máxima autoridad ucabista llamó la atención sobre la gran diferencia que existe entre legitimidad y poder. «Hay líderes legítimos que no tienen poder».
Dirigiéndose a los estudiantes presentes en el encuentro, se refirió a ellos como «la carne de cañón» que sufrió en los conflictos políticos de la última década y les dijo que ahora se trata «de saber hacer presión de forma inteligente».
«Aquí a nadie lo vamos a sacar, esto no tiene que ser una tragedia de ganadores y perdedores (…), cómo terminamos en una negociación es el camino que tenemos que transitar», zanjó el rector de la UCAB.
Nada está predeterminado
Michael Penfold reiteró a lo largo de sus intervenciones que a veces los procesos de cambio se producen «porque alguien se equivoca» y nada está predeterminado, de allí que aconseja aprovechar todas las oportunidades, como el proceso electoral que está en puertas en Venezuela.
Afirmó que el proceso de negociación «hay que retomarlo lo más pronto posible, previo a la elección (del 28 de julio) para acompañarlo de garantías mutuas. Si no lo hacemos, estas elecciones van a generar mucha incertidumbre».
«Hay que retomar las negociaciones para que en este país no sea una tragedia para nadie perder las elecciones», dijo Penfold.
«La idea de que aquí va a haber un ganador y un gran perdedor yo la veo muy complicada”, explicó el analista y docente, quien subrayó que se debe entender que «hay que encarar la realidad» y trabajar por retomar el proceso de negociación entre el gobierno y la oposición, «y lo hemos venido dilatando porque creemos que podemos ganar«.
Para darle mayor peso a la idea de que resolver los problemas del país no se puede hacer con sólo un sector y que hay que negociar, Penfold afirmó que, «en el mejor de los casos», retrotraer al país a la situación que tenía en 2015 en materia económica puede tomar ocho años, «porque venimos muy de abajo». «Este es el declive más largo per cápita y más profundo que jamás haya vivido un país petrolero», afirmó.
En su intervención, Colette Capriles dijo que «el mayor desafío que tiene este gobierno es la voluntad de una población que está dispuesta a votar», de allí que el gobierno desarrolla una narrativa para convencer a los venezolanos de que no hay posibilidad de cambio y que es inevitable el continuismo.
Para ella, ante esta situación «la reacción debe ser de riesgo», sobre todo porque para el gobierno «esta elección no es decorativa», pues saben que están en minoría.
Explicó Capriles que, al referirse a «riesgo», no habla de la conducta.
«El riesgo se refiere a darle al deseo de votar un canal dentro de las condiciones existentes (…) Aquí lo que está en juego no es si las elecciones tienen la calidad que queremos, sino qué hacemos con esa calidad, hay que meterse en la rendija del camino electoral tal y como es, no como debe ser».
La académica también manifestó su desacuerdo con que no se abra una posibilidad al voto opositor.
En la misma línea de Penfold sobre las «equivocaciones» que a veces abren las puertas a los cambios, la profesora de la USB dijo que la elección en primarias de María Corina Machado fue producto de «un mal cálculo del gobierno« o un error del cálculo del costo/beneficio, pues subestimaron el resultado del proceso.
El papel de los políticos
Tiziana Polesel habló del enorme deterioro económico que ha sufrido Venezuela en los últimos 20 años, con un 80% de caída económica. «Somos un país inexistente para el mundo en términos empresariales», se lamentó.
Fustigó el manejo de los liderazgos políticos de la oposición y mencionó, entre las críticas, que desde este sector se bloqueó que llegara al país el dinero que organismos multilaterales habían dispuesto para la atención de la crisis eléctrica.
Destacó la tarea de la UCAB, donde fue directora de la Escuela de Comunicación Social, y alabó a la Compañía de Jesús, que ha soportado todo tipo de embates, «siendo hoy el mejor ejemplo en el mundo de lo que es sobreponerse a las dificultades».
Polesel también abogó por aceptar la negociación como un proceso necesario y dijo que los gremios empresariales han aprendido y a pesar de sus «profundas diferencias» internas, las dirimen en privado.
Recordó que Fedecámaras todavía tiene dos expresidentes en el exilio y tuvieron que abordar las negociaciones con el gobierno cuando había agresiones activas contra el gremio.
Agregó que instituciones como la UCAB y las organizaciones económicas tienen la fuerza para reclamarle «al mundo político que haga lo que les corresponde hacer»
«A veces nos piden a nosotros que hagamos lo que les toca hacer a los políticos y lo que nos toca hacer a nosotros es presionarlos para que hagan su trabajo y nos quiten todos los problemas que tenemos para llevar adelante las empresas», recalcó.
♦Texto: Elvia Gómez/Fotos: Manuel Sardá