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«Educar con perspectiva de género es lo más democrático que se puede hacer»

Dos venezolanas, fundadoras en México del proyecto de empoderamiento femenino Gender & Democracy, ofrecieron una charla, organizada por la Cátedra Libre Teresa de la Parra de la UCAB, sobre los elementos que configuran las desigualdades entre mujeres y hombres. También presentaron un manifiesto educativo con criterios básicos para superar las brechas de género, desde la familia y la escuela

De acuerdo con la Organización de Naciones Unidas (ONU), conseguir la igualdad entre hombres y mujeres podría demorar 300 años. Sin embargo, desarrollar iniciativas educativas e informativas que visibilicen la realidad de las mujeres en distintos ámbitos es clave para avanzar en el cierre de las brechas de género, que nacen en la familia y la escuela.

Así lo señalaron, durante una charla organizada por la UCAB, Heryca Colmenares y Mariana Medina, dos venezolanas radicadas en México con experiencia en el ámbito docente, que fundaron recientemente el proyecto Gender & Democracy (G&D). La plataforma de formación y empoderamiento femenino –nacida con apoyo del programa de impulso a emprendedores de la Universidad Nacional Autónoma de México (Innova UNAM)- busca hacer «de la igualdad y la equidad de género algo cotidiano», según se lee en su página web.

Las profesoras universitarias fueron protagonistas de la charla «Educar con perspectiva de género», realizada el 28 de mayo de mayo, vía Zoom, como parte de la agenda de actividades de la Cátedra Libre Estudios de la Mujer: Teresa de la Parra, iniciativa académica aprobada en abril por el Consejo Universitario de la UCAB.

En la tertulia, moderada por la secretaria general de la universidad, Magaly Vásquez, las invitadas conversaron sobre las desigualdades que hoy día marcan a mujeres y hombres en diferentes aspectos de la vida. También propusieron recomendaciones para disminuir las brechas, entre ellas el desarrollo de una educación con perspectiva de género. 

«Educar con perspectiva de género es lo más democrático que se puede hacer en estos momentos. Educar con perspectiva de género no es fácil porque hablamos de identidades, cómo nos constituimos en ese ser mujer o hombre en esta sociedad donde nos marcan ciertos roles; no es fácil tener o acercarse a esta perspectiva. Nosotras estamos aquí porque creemos en el educación», comentó Colmenares, quien es administradora y educadora egresada de la UNIMET, con un doctorado en Pedagogía por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Desigualdad de género: definiciones y datos

Heryca Colmenares explicó varios conceptos necesarios para comprender la perspectiva de género. Entre ellos, los roles de género preestablecidos históricamente.

«Nos han impuesto ciertos roles de donde nace la desigualdad. Esta se produce cuando una persona no tiene acceso a las mismas oportunidades que una de otro sexo; cualquier disparidad entre la posición de los hombres y mujeres en la sociedad. Históricamente las mujeres no han tenido el igual acceso que los hombres, y ahí se crea una situación de desigualdad y discriminación», mencionó Colmenares, quien es la directora general de G&D.

También se refirió a otros términos relacionados como orden de género (jerarquía entre hombres y mujeres), androcentrismo (visión del mundo desde el rol masculino), cosificación de las mujeres (el uso del cuerpo e imagen de la mujer sin fines dignos), patriarcado (manifestación e institucionalización del dominio masculino sobre las mujeres) y heteronormatividad (sistema jurídico, social, religioso y mental que considera como única posibilidad las relaciones heterosexuales).

Partiendo de esto, la educadora mencionó al menos cinco áreas en las que se evidencian las desigualdades: escritura, ciencias, educación, discurso y  sociedad y ciudadanía.

«Nos están relegando a ciertos roles y no nos dan la oportunidad de desarrollarnos profesionalmente, ni tener acceso a diferentes puestos de trabajo. En cifras podemos verlo: a la semana los hombres destinan 22 horas a labores del hogar, las mujeres 59; y si las mujeres trabajan son más horas de jornada. Pero gracias a estudios de cátedras como esta se puede observar cuánto es el aporte de las mujeres a las labores de cuidado», denunció Colmenares.

Por su parte, Mariana Medina, quien es directora de Comunicaciones de G&D,  apuntó que la perspectiva de género se perfila como una herramienta para reconocer las desigualdades y actuar para detenerlas.

«Donde hay desigualdad, hay violencia… La perspectiva de género es una herramienta que nos permite analizar desde lo político, lo social y lo económico las relaciones de desigualdad para, a partir de eso, buscar acciones que mitiguen y erradiquen esa desigualdad», sostuvo la comunicadora social y magíster en Comunicación Organizacional egresada de la UCAB.

Un manifiesto y seis acciones contra las brechas de género

De acuerdo con Colmenares y Medina, el problema de la desigualdad nace en dos lugares: la familia y la escuela. «Son las que educan, las que permiten la transformación y las que reproducen los roles. Y lo hacen de forma inconsciente, reproducimos roles masculinos y femeninos que promueven la desigualdad. Por ello tenemos que educar con perspectiva de género», dijo Heryca Colmenares.

Juegos que son determinados para niños o niñas, colores que se asocian con género, posturas que no deben tomar las niñas o niños e, incluso insultos, se aprecian con cierta normalidad en el hogar y el colegio.

Las especialistas aseguraron que es imprescindible romper con esos paradigmas, incluso cuando hay resistencia. De cara a este objetivo, presentaron el Manifiesto Educativo, un documento creado por Gender&Democracy donde se exponen los seis criterios para comenzar a romper el círculo de las desigualdades y comprender la perspectiva de género, con la educación como herramienta:

  1. Democratizar las aulas: defender los derechos de los alumnos garantizando instancias saludables y enriquecedoras en cuanto al saber plural, así como reconocer y respetar las voces de todos y todas para evitar la cultura del silencio.
  2. Unidades de género en las escuelas: instalar espacios donde los estudiantes puedan recibir atención y denunciar cualquier agresión (verbal, psicológica o sexual) que pueda presentarse dentro y fuera del colegio.
  3. Actividades no diferenciadas: evitar que el género sea una limitación para el aprendizaje integral dentro de las aulas, ampliar la mirada a las desigualdades para prevenirlas dentro del aula.
  4. Formarse para educar con perspectiva de género: los docentes deben conocer los retos y desafíos de la sociedad actual y deben atender las nuevas demandas; además, se debe fomentar el encuentro con organizaciones feministas, por ejemplo, para comprender más acerca de la perspectiva de género.
  5. Vincular a las familias con la perspectiva de género: el diálogo y la discusión de perspectiva de género posibilita el reconocimiento de sus miembros sin jerarquías o roles preestablecidos y reduce la desigualdad.
  6. Generar protocolos para detectar y prevenir el acoso sexual: explicar en qué consiste la violencia psicológica y física para que los niños, niñas y adolescentes lo reconozcan y, en los casos que aplique, pueda denunciarlo y buscar ayuda.

«Estos seis criterios, esta mirada, dan cuenta de cómo podemos empezar a trabajar en las escuelas y en casa con nuevos procedimientos, incluso superando resistencias y adaptándonos a los currículos correspondientes. La idea es que podamos aproximarnos a la educación, porque el interés es reducir los niveles de violencia y esto implica hablar desde una mirada de igualdad y valor. Desde Gender&Democracy lo promovemos todos los días y queremos que se extienda a todos los escenarios», sentenció Medina.

Empoderamiento femenino: un camino necesario

Las representantes de Gender & Democracy celebraron el desarrollo de la Cátedra Libre Teresa de la Parra, impulsada por la secretaria de la UCAB. Indicaron que es un recurso necesario para impulsar el tema de la igualdad, «dialogar y transformar», aunque reconocieron que los «cambios de cultura y perspectiva toman tiempo y no son fáciles». 

«El feminismo lleva más de 230 años en este andar y todavía las Naciones Unidas nos dice que nos faltan 300 años para ver igualdad. Pero hay que reconocer que ha habido muchos avances. Que la profesora Magaly haya podido instalar esta cátedra de estudios libres de la mujer es un paso feroz, en virtud de lo que la ONU plantea en cuanto a acelerar el empoderamiento. Estos espacios lo posibilitan y lo hacen real», afirmó Mariana Medina.

La profesora Magaly Vásquez anunció que el camino de la Cátedra apenas comienza. Indicó que a finales de junio presentarán el «Empoderatómetro«, guía práctica educativa para el empoderamiento femenino creada por Gender&Democracy. Además, se realizará un evento desde UCAB Guayana.

La doctora en Derecho recalcó que, además de actividades académicas, informativas e investigaciones, la iniciativa que coordina también trabajará para generar incidencia desde todos los niveles educativos.

«Tenemos que incidir desde mucho más atrás, desde la educación inicial. Como hemos visto, esta situación se promueve desde la casa y desde esos niveles iniciales de la educación. Cuando ya llegamos a la universidad se complica. Esperamos que desde la UCAB, con el apoyo de escuelas aliadas, podamos desarrollar ese trabajo con la colaboración de todos ustedes», concluyó Vásquez.

Los y las interesadas en conocer más sobre el proyecto Gender & Democracy pueden visitar su página web: https://generoydemocracia.com

La cuenta en Instagram es @GenderAndDemocracy

♦Texto: Grace Lafontant León/Fotos: Manuel Sardá (apertura) y capturas de pantalla

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