La comunicadora graduada en 1988 ha dedicado su vida profesional al periodismo, la gastronomía, la poesía y la docencia. Con varios libros reconocidos nacional e internacionalmente, la también profesora de LAGA UCAB-Plaza´s recibió recientemente el premio «Mujer Visionaria 2024» en The Ultimate Awards, galardón que destaca el liderazgo, la innovación y el impacto social de las mujeres en la industria mundial del ron
Adriana Gibbs (Caracas, 1966) es multifacética y tiene varias décadas demostrándolo. Egresada de la UCAB, en 1988, como licenciada en Comunicación Social, su carrera ha ligado, en justa medida, su amor por la poesía, el periodismo, la gastronomía, la docencia, el vino y los destilados.
Con varios poemarios publicados y casi dos décadas dedicada al periodismo gastronómico, en agosto recibió el premio «Mujer Visionaria 2024» en The Ultimate Awards (otorgado por las plataformas Women Leading Rum y The Rum Lab), el cual reconoce los logros de las mujeres en la industria mundial del ron, destacando su liderazgo, innovación e impacto social.
También este 2024, la comunicadora social y su hermana, María Verónica Gibbs, celebran tres años de la fundación de su proyecto Ediciones Punto Paladar. Esta editorial se ha especializado en la publicación de libros sobre gastronomía, vinos y destilados. Gracias a su dedicación y trabajo en equipo, varios de los títulos han recibido premios y nominaciones nacionales e internacionales, entre ellos los Gourmand World Cookbook Awards, reconocimiento anual que destaca los mejores libros de cocina y vino del mundo.
36 años después de su graduación, Adriana Gibbs compartió con El Ucabista detalles sobre su experiencia como alumna de la UCAB, así como sobre su hoja de vida, la cual incluye, desde 2023, a LAGA, Academia de Gastronomía UCAB-Plaza´s, en la que es docente de un curso de vinos y gracias a la cual regresó a su alma mater.
La UCAB: punto de arranque para llegar más lejos
Hija de un cardiólogo apasionado por la buena comida y de una maestra con un profundo amor por la literatura, Adriana Gibbs creció en un entorno donde el disfrute de la buena cocina y las largas sobremesas eran más que una rutina; eran un verdadero hábito familiar.
Adriana vivió una infancia enriquecida por diversas latitudes, como México y Caracas, donde comenzó sus estudios de primaria. Asistió a colegios como el Madre Matilde y Los Campitos, en Caracas. Posteriormente, culminó su bachillerato en Puerto Ordaz, un período marcado por las dudas sobre qué carrera elegir que influyeron en sus últimos años de formación.
Después de realizar varias pruebas vocacionales, Gibbs se decidió por Comunicación Social en la UCAB. Allí pudo canalizar su pasión por la escritura, encontrando en las aulas de la universidad un espacio que describe como «entrañable».
«Mi recorrido por la UCAB fue desde 1983 hasta 1988. Desde el principio, la Comunicación Social me sedujo; me sentí encantada con las materias y los profesores. Fueron cinco años hermosos», expresó.
Dentro de su trayectoria en la institución jesuita caraqueña, Adriana recuerda a varios profesores memorables que influyeron significativamente en su formación académica. Entre ellos se destacan Thaís de Aguerrevere, quien impartió la materia de Historia de Venezuela; Carmen Elena Balbás, responsable del curso de Opinión Pública, y Áureo Yepez Castillo, docente de Historia de la Cultura.
Además, resalta otros elementos que hicieron su experiencia memorable, como la amplitud de las aulas y compañeros «heterogéneos» que contribuyeron a que sus años de estudio fueran más cálidos y enriquecedores.
Del arte de catar la vida: de alumna a docente
Terminar su licenciatura no detuvo su búsqueda de conocimiento. Mientras realizaba la maestría de Psicología Social en la Universidad Central de Venezuela (UCV), Gibbs comenzó a escribir para la revista Estampas, del diario El Universal. Allí permaneció entre 2007 y 2017.
Durante esta década, exploró su amor por la comunicación y, sobre todo, su pasión por la gastronomía, vinos y destilados, campos que han sido fundamentales en su carrera profesional.
Apasionada por el aprendizaje, realizó en 2010 los Diplomados en Cultura del Vino y Spirits, tanto para principiantes como para avanzados, en la Universidad Metropolitana (UNIMET). Su dedicación a esta área la llevó a convertirse en docente del diplomado y luego coordinadora académica, cargo que ocupó del año 2011 hasta mayo del 2024.
Desde 2023, Adriana se desempeña como profesora en LAGA, la Academia de Gastronomía UCAB-Plaza’s, donde imparte el Curso de Vinos. Este programa está diseñado para aquellos interesados en aprender a apreciar la diversidad y la armonía entre el vino dentro de la gastronomía. Desde ese espacio, Gibbs considera que ha experimentado «el gusto de aprender y enseñar en disfrute», ya que como ella misma dice: «Saber lo que se bebe aumenta el placer».
«Mi recorrido en LAGA ha sido, para mí, un campo de juego. Por primera vez, en mi experiencia docente, me ha tocado acercar el vino a jóvenes con una edad promedio de 19 años y, realmente, ha sido una experiencia distinta y retadora. He tenido que motivarlos para que deseen aprender sobre vinos y acercarlos a este mundo. Todas las sesiones han sido teórico-prácticas: aprender y luego catar. Me ha encantado todo este ejercicio gastronómico, lleno de propuestas y armonías para los vinos. En ese sentido, creo en un aprendizaje que se basa en el disfrute y en una doble dirección: el maestro aprende de los estudiantes y los estudiantes del maestro. Ha sido un desafío encantador», comentó.
Gibbs sostiene que la vida es una experiencia que merece ser disfrutada y apreciada con la misma atención que se le da a un buen vino o destilado. Para ella, esta filosofía se traduce en la práctica de «catar» no solo bebidas, sino también momentos y experiencias cotidianas. Al reflexionar sobre su enfoque, repite como un mantra que «La vida también se cata».
«Hay que catar la vida. A veces dentro y fuera del aula, me preguntan por qué es importante aprender a catar. Cuando se cata de manera disciplinada, es un entrenamiento de los sentidos; cuando se cata, es leer, es descifrar y conocer un vino o un destilado. Eso requiere atención, concentración y silencio. Cuando uno ejercita y se entrena como catador, eso, inevitablemente —y qué maravilla que sea así— se lleva a otros espacios y momentos de la vida. Un paisaje se cata; las conversaciones y afectos se catan; y si tienes más entrenados los sentidos, lo vas a disfrutar más. La vida se cata; los momentos tristes y felices son parte de estar allí».
La cosecha de éxitos de Adriana Gibbs
Gibbs tiene en su haber varios libros de poesía: Parece Otoño (1993), De nunca despedirme (2002) y Doble Viaje (2018), los cuales hablan de sus «íntimos y personales periplos», según ella misma los define en la biografía disponible en su página web.
Pero su vena como escritora y editora se ha decantado por el mundo gastronómico, en el que sin duda imprime el sello poético de su espíritu creativo y en donde ha cosechado varios reconocimientos.
Uno de los primeros que obtuvo por su trabajo investigativo y de escritura en esta área fue el libro Soy panadero. Un homenaje a los artesanos del pan en Venezuela, editado por Rogelio Sequeira. Este texto le valió el “Tenedor de Oro” como mejor publicación gastronómica en el año 2019, otorgado por la Academia Venezolana de Gastronomía.
Los siguientes llegaron de la mano de Ediciones Punto Paladar, que fundó con su hermana y que lleva el nombre del blog de gastronomía que tuvo Adriana en El Universal. El sello cuenta con tres colecciones: Agua Vitae, Vendimia y Yantares, cada una dedicada a sus pasiones e intereses: destilados, vinos y gastronomía.
En los tres años de desarrollo del proyecto, uno de los mayores logros ha sido el premio que recibió su libro 365 días, uno para cada vino, escrito en 2021, el cual fue galardonado como el Mejor del Mundo, en la categoría «Libro Digital de Vinos», en los Gourmand World Cookbook Awards 2022.
Considerado el «Oscar» del mundo editorial gastronómico, el galardón reconoce a los mejores libros de cocina y vino de todo el mundo. El de Gibbs fue uno de los escogidos entre más de 1.500 obras provenientes de 227 países.
«Los libros siempre se escriben mucho antes de que uno comience a escribir la primera palabra. Yo siempre había querido un libro que acercara al amante del vino al conocimiento de esta bebida como una expresión cultural, sin tanto tecnicismo. Mi intención era enamorar a la gente del vino», dijo.
La lista de éxitos sigue. En agosto pasado, Adriana Gibbs fue galardonada como «Mujer Visionaria 2024″ en The Ultimate Awards, galardón anual internacional que otorgan las plataformas de difusión Women Leading Rum y The Rum Lab, en reconocimiento a «los logros de mujeres de la industria del ron que pueden inspirar a futuras generaciones», según se lee en la página oficial del premio.
Seleccionada por su trabajo como escritora, editora, periodista y docente, Gibbs obtuvo 3,207 votos y se impuso a otras 13 candidatas de todo el mundo. Además, destacó como la única nominada en superar la barrera de los tres mil votos.
«Este premio, Mujer Visionaria 2024, es representativo e importante tanto para mí como para mi equipo. Es relevante porque, en primer lugar, abraza el buen hacer en Venezuela y destaca el trabajo de nuestros rones. Este premio internacional reconoce el esfuerzo realizado aquí, en Venezuela, en mi caso, desde mi labor como periodista y docente, promoviendo y difundiendo el ron de Venezuela. Además, es un reconocimiento al libro que escribí en 2023 –Una pasión con nombre propio. Ron de Venezuela. 20 años D.O.C.-. Celebro que sea un galardón internacional que se une a este esfuerzo», puntualizó Gibbs.
De Gibbs a los ucabistas
Como cierre de la entrevista, Adriana Gibbs dirigió un mensaje a los futuros comunicadores sociales ucabistas, así como a los estudiantes de LAGA UCAB-Plaza’s.
Los animó a perseverar en sus pasiones y a considerar la educación como el pilar fundamental para alcanzar el éxito en sus carreras.
«Quiero invitarlos a cultivar la curiosidad. No me refiero solo a una curiosidad superficial, sino a esa mirada aventurera que nos impulsa a explorar el conocimiento. En el caso de la gastronomía, es fundamental aprender a probar y a diversificar el paladar, alejándose de lo monotemático. Cuando viajamos, debemos disfrutar de los sabores del lugar que visitamos. Es esencial pasear por la diversidad del saber y del conocimiento. Además, les animo a hacer preguntas. No tengan miedo de cuestionar; las preguntas son el camino hacia el conocimiento. Explorar, curiosear y preguntar son verbos que debemos conjugar a ello les convoco», concluyó.
♦Texto: Mariana Pérez/Fotos: Cortesía Adriana Gibbs
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#UcabistasExitosos | Pilar Cabrera, una chef que innova en la cocina desde las tradiciones