La fundadora del órgano informativo de la UCAB celebra sus tres décadas de continuidad, aunque asegura que la tarea de crearlo no fue fácil. Recuerda que, durante los 16 años de su gestión, se publicaron 118 ediciones en formato periódico, de las cuales se imprimían más de 5.000 ejemplares que se repartían en la institución y se enviaban a medios nacionales, con el fin de dar a conocer el quehacer de la universidad
En febrero de 1995, cuando Internet era una curiosidad académica y las noticias se imprimían todavía en papel, surgió El Ucabista, el primer medio institucional oficial de la UCAB pensado no solo para informar, sino para formar.
Treinta años después, aquel periódico -que luego mutó a revista y hoy es un referente digital- sigue siendo el puente entre la vida académica y el país, gracias al trabajo de cientos de jóvenes (muchos de ellos ‘beca trabajo’) y de profesionales que han pasado por su sala de redacción.
Detrás del nacimiento de esta aventura periodística está María Fernanda Mujica, su fundadora y directora hasta 2011, cuando su colega Sebastián de la Nuez tomó la batuta y ella pasó a encargarse de las comunicaciones del Parque Social Manuel Aguirre de la UCAB, rol que ejerció hasta su jubilación de la universidad, en 2017.
Muchas razones para celebrar
Con una convicción clara: «Los estudiantes debían ser los protagonistas«, Mujica hizo del proyecto una escuela, un espacio para aprender haciendo. Gracias a entrevistas a autoridades y crónicas de la vida en el campus, pasando por reseñas de acontecimientos del país, El Ucabista fue y sigue siendo más que un órgano divulgativo institucional y se erige como un termómetro de la universidad.
«Hay que celebrar estos 30 años porque El Ucabista es un hecho; porque ha tenido continuidad y eso es muy importante. Son 30 años proyectando logros. Ese es nuestro lema. Espero que siga el periódico, que se lea en la web. O que escuchen las noticias en radio, en Univérsate. Que sepan lo que pasa aquí. Es importante valorar lo que hacen otros estudiantes, egresados, profesores e investigadores en la UCAB», señala.
Testimonio del buen trabajo que se hace desde el medio lo certifican varios premios y reconocimientos recibidos a lo largo de su existencia. En la lista se encuentran el Premio Monseñor Pellín 1996 (otorgado por la Conferencia Episcopal Venezolana), el Premio Nacional de Periodismo Ignacio de la Cruz 2003 (concedido por la Universidad del Zulia) y el Premio Rafael Ángel García 2007-2008, entregado por la ONG Cecodap.
Además, sostiene Mujica, en las páginas del periódico -que incluían secciones como Actualidad, Personajes, Religión, Cultura, Economía, Investigación, Política, Opinión y más- escribieron redactores como Alexis Correia, Mariana Párraga, Rafael Serrano, Yuleida Salazar, Simón González López, Tomás Straka, Francisco Javier Pérez, Reinaldo Hernández, Fernando Martínez y Yolimer Mejías, entre muchos otros que han destacado profesionalmente en distintos ámbitos. Además, fotógrafos como Ángel Zambrano brindaron su talento.
Todos los aniversarios, recuerda, los celebraban con un encuentro cinematográfico: invitaban a la comunidad universitaria a ver películas venezolanas del momento, «siempre ligadas a la realidad social del país», apunta. Y cuando cumplieron 15 años organizaron, en Trasnocho Cultural, una exposición de fotografías publicadas en El Ucabista, bajo la curaduría de la profesora Carmen Alicia Di Pasquali.
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Los inicios: venciendo la resistencia
Mujica -quien egresó de la Escuela de Comunicación Social de la UCV en 1985- comenzó a trabajar en la UCAB cerca de 1992, cuando la institución estaba pronta a cumplir 40 años fundacionales. En aquel momento, el padre Luis Ugalde, S.J., era rector y la invitó a formar parte del equipo de Cultura de la institución, tras haber trabajado por años en el Ministerio de la familia y luego de encontrarse al padre Ugalde en el Centro de Estudios Latinoamericanos y del Caribe Rómulo Gallegos (CELARG).
Rememora la periodista haber visto a personalidades como Soledad Bravo cantando y al maestro José Antonio Abreu -egresado de Economía de la UCAB- presentarse en un gran concierto junto a El Sistema, con motivo de los 40 años.
También desde Cultura se hicieron otros espectáculos que era necesario dar a conocer, por lo que buscó a dos beca trabajo de entonces: Fernando Martínez y Ana María Mendoza, para que redactaran las notas en una máquina de escribir. Las reseñas se enviaron por fax a diferentes medios de comunicación del país para ser replicadas.
«Después se organizó el Primer Encuentro Nacional de la Sociedad Civil. Este fue interesantísimo: se buscaron todas las oenegés, grandes economistas, sociólogos, historiadores. Y, además de las ponencias, hubo intercambio con los asistentes. Esto fue un acontecimiento, se presentaron propuestas para el país. Lastimosamente no escucharon… Hicimos un trabajo hacia afuera. Recuerdo que una muchacha de Sociología era la fotógrafa, se revelaban las fotos aquí. Así empezamos. Ese evento tuvo muy buena cobertura nacional», explicó acerca de las primeras notas a su cargo.
Más adelante se intentó comunicar lo que se hacía internamente en la UCAB. Sin embargo, dicha tarea le resultó complicada a Mujica, pues había resistencia. «Había profesores, Escuelas, a quienes no les gustaba. Fue un hueso duro de roer al principio».
A pesar de ello, la periodista insistió: conversó con el padre Ugalde para ver si veía posible crear un periódico y se aprobó. «De ahí salió El Ucabista, en febrero de 1995, con el lema ‘proyectar logros’ porque eso, justamente, hacíamos», recalcó.
Abriendo espacio a todos los ucabistas
Cuando Mujica fundó El Ucabista era directora de Prensa de la UCAB. La sala de redacción del impreso estaba ubicada en la planta baja del edificio de Rectorado. Desde allí se redactaban las noticias más importantes de la universidad, tanto de su sede principal en Caracas como de las extensiones en Coro, Guayana y Los Teques; también las de la Compañía de Jesús (orden religiosa a la que está confiada la universidad) en diferentes regiones del país. Los viajes de los redactores no eran inusuales para aquel momento.
El equipo del periódico lo conformaban becas trabajo de carreras como Letras y Comunicación Social, quienes hacían de corresponsales en las distintas secciones. Más de 120 estudiantes y egresados pasaron por El Ucabista durante los 16 años de gestión de Mujica.
«Cuando había problemas salíamos a la 1:00 am. Yo dejaba gente en La Vega, comíamos arepas en El Paraíso. Era otra Caracas. Los conserjes de Rectorado se molestaban porque a veces salíamos después de las 10:00 pm. Pero el periódico teníamos que sacarlo«, dijo.
Además de coordinadores y redactores, también había diagramadores, fotógrafos y editores. Todos trabajaban para darle espacio a las distintas dependencias universitarias.
«Nosotros les dimos espacio a todas las instancias de la UCAB. Por ejemplo, a la Asociación de Empleados, de profesores; a investigación, a las Escuelas, a los que hacían el jardín, a los que limpian, porque ellos también son la universidad (…) A todos les dimos una columna. Fue un trabajo lindo que creció mucho», expuso.
Historia universitaria en tinta y papel
De El Ucabista se imprimían más de 5.000 ejemplares en la rotativa del extinto The Daily Journal (Boleíta) y en Publicaciones Degal (en Valencia, estado Carabobo). La propia Mujica los buscaba en su carro para llevarlos hasta la UCAB. «Me quedé sin amortiguadores», dice entre risas.
El periódico era muy leído por los estudiantes y bien recibido por los medios de comunicación del país. En total, durante su gestión, se imprimieron 118 ediciones (hasta julio de 2011).
Dentro de la universidad, los periódicos eran repartidos por los vigilantes. Entre ellos estaba Larry Romero, quien se unió al equipo, en el año 1996, como mensajero y hoy día sigue colaborando, como asistente de oficina, en la Dirección General de Comunicación, Mercadeo y Promoción, dependencia que se encarga de producir El Ucabista, ahora en formato digital-
Entre otros eventos destacados, María Fernanda Mujica recuerda la gira que hizo para cubrir la visita del padre Peter Hans Kolvenbach, S.J., superior general de los jesuitas entre 1983 y 2008.
«Nos pareció increíble. Fue a Mérida, a la frontera con Colombia -adonde fuimos en un helicóptero del ejército- y gozamos muchísimo. Fuimos el padre Arturo Sosa, quien era el provincial; un sociólogo ucabista que hizo de fotógrafo y el padre Jesús Orbegozo, S.J., rector del Programa de Educación Universitaria de Fe y Alegría, además de Jacqueline García, quien mandaba el fax a los medios del interior. Todos los periódicos publicaron la visita del padre Kolvenbach, menos ‘El Globo'», señala.
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Un medio para informar y una escuela para formar
Como es común en los periódicos, los errores ocurren. Y para El Ucabista era imperativo contar con un espacio donde los entrevistados pudieran ejercer su derecho a réplica. Sin embargo, lo más importante para Mujica fue siempre proteger a sus beca trabajo, quienes formaban parte del equipo no solo porque era una forma de pagar sus estudios en la UCAB, sino porque les apasionaba el oficio.
La periodista recalca que, mientras fue directora, se preocupó por que sus becarios aprendieran haciendo. Es decir, más allá de la parte teórica que recibían en sus Escuelas, buscó que su participación en El Ucabista los preparara para el campo laboral.
«Cada quien escribía, cada quien tenía su estilo. Lo importante es que estuviera bien escrito. Entonces, pasaba por las manos de Yoleida o del jefe de redacción, por mí y por una correctora. Lo importante era buscar a un especialista para hablar sobre temas específicos, el problema era que quisieran colaborar. Era un proceso de formación constante para los estudiantes: iban a la calle, cubrían lo que pasaba aquí, vendían publicidad y se ganaban un porcentaje. Había convenios interesantes», dijo.
La veterana comunicadora reflexiona sobre los cambios que ha sufrido el medio, desde aquel periódico mensual al sitio web que, desde 2015, está al alcance de un clic.
«Admiro muchísimo hoy día la página web. Admiro que puedan poner noticias bien coloridas, llamativas, con buenas fotos… son textos cortos porque, lastimosamente, la gente no lee. Pero a mí me gusta mucho El Ucabista de hoy día», apunta.
Más allá del formato, María Fernanda Mujica insiste en la importancia de preservar los valores con los que nació El Ucabista, los cuales, a su juicio, son los que definen a un buen periodista: «Una persona ética, íntegra, respetuosa de los demás, con ojo para identificar la noticia, ágil y capaz de procurar siempre decir la verdad«.
A modo de sugerencia, llama a los comunicadores a probarse día a día. Porque, al final, lo que escriben también define al medio para el que trabajan.
«Sobre todo cuando nos toca un personaje que no nos gusta, ahí es cuando tenemos que decir ‘soy un profesional y vamos a ver qué sale de ahí’. Si no entendemos, hay que preguntar, porque no tenemos por qué saber de todo, pero sí investigar. Y, más que nada, debemos hacer todo con pasión», concluyó.
♦Texto: Grace Lafontant/Fotos: Manuel Sardá
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