La fundadora de la agrupación dirigirá un nuevo montaje de «Diálogos de carmelitas», pieza del francés Georges Bernanos con la cual el ensamble celebrará ante el público caraqueño su medio siglo. A propósito del aniversario, la decana del teatro universitario recordó los dos pilares que sostienen al colectivo que creó en 1975:  educación y transformación social a través del arte

Antes de incluso verla, la potente voz de Virginia Aponte se escucha desde la entrada de la sala de teatro que lleva su nombre, en el edificio de Aulas del campus Montalbán de la Universidad Católica Andrés Bello.

Aquella señora que está sobre el escenario, en medio de un ensayo general y dando directrices a los actores y técnicos, tiene 77 años de edad, pero es dueña de un temple que desafía calendarios.

Comunicadora social ucabista, Aponte fundó Teatro UCAB hace 50 años y, desde entonces, su vida -como ella misma dice- se dividió en dos: su familia y el teatro.

Siguiendo las dicotomías, la hoy exdirectora jubilada reitera que es posible conocer sus dos personalidades en un mismo momento. La más frecuente es dulce, sonriente, carismática y sencilla; pero, por otro lado, es firme, no deja pasar gazapos, alza la voz y reclama excelencia a su equipo.

Para ella no hay tregua en la búsqueda por la verdad teatral.  Y es que no podría ser menos: medio siglo de experiencia dentro y fuera de las tablas, con sus alegrías y desdichas, le otorgan autoridad absoluta.

«Teatro UCAB me permitió hacerme útil para Venezuela», afirma de forma contundente la hoy exdirectora.

La conversación con Virginia Aponte ocurre en medio de los ensayos de Diálogos de Carmelitas, obra del escritor francés Georges Bernanos que Teatro UCAB prepara para celebrar sus bodas de oro.

Al escuchar a la profesora -interrumpida en numerosas ocasiones por parte de un elenco ávido de consejos y directrices- se comprende la historia de Teatro UCAB.

El ensamble conformado por docentes universitarios y estudiantes  -hoy día adscrito a la Dirección General de Cultura de la universidad- se fundó cuando ella estaba terminando sus estudios.

Podría decirse, incluso, que el origen de Teatro UCAB fue un acto de rebeldía. En 1975, Aponte rechazó el papel que le ofrecían en El proceso a Jesús (obra del italiano Diego Fabbri).

«Lo siento. Yo no voy a actuar porque no soy actriz. Yo te voy a acompañar en la dirección», le señaló ella a Marcos Reyes Andrade, para entonces su profesor de Teatro en la Escuela de Comunicación Social.

Así, junto a Reyes, convirtió un salón de clases en escenario y sembró la semilla de lo que hoy es un bosque de memorias construidas en medio siglo de obras, risas y lágrimas.

Cinco décadas después de aquello, Teatro UCAB representa un espacio «importantísimo» en su vida, sumado al matrimonio del que nacieron sus cuatro hijos.

«Tengo cuatro hijos maravillosos y esta familia que estás viendo. El teatro es mi vida. Siempre hemos tenido momentos importantes», añade.

Educar desde el escenario con vocación social

Teatro UCAB no es una agrupación escénica caraqueña más. No se conforma con los aplausos, pues tiene otro propósito de trascendencia.  En eso insiste Virginia Aponte, para quien la vocación por lo social es algo que esta compañía ha tenido presente a lo largo de su historia y por lo que sus integrantes trabajan todos los días.

La fundadora recuerda que una ramificación del ensamble, la Fundación Medatia, nació con el fin de «hacer teatro para transformar realidades» y durante muchos años ha llevado las artes escénicas a sectores rurales y vulnerables como San Rafael de Mucuchíes, en el estado Mérida.

Actualmente, Medatia desarrolla proyectos en comunidades aledañas a la universidad, de la mano de Extensión Social UCAB.

Aponte espera regresar al páramo andino este año tras un período de ausencia (desde mediados de 2024) debido al contexto país.

«Todo este proyecto siempre ha mirado hacia afuera, hacia los cerros y al privilegio de esta universidad. Todos los que estamos aquí trabajamos por lo social, es muy importante. De ahí surgió el proyecto Medatia, antes íbamos al menos tres veces al año a Mérida, pero es demasiado duro, muy difícil. Pero queremos volver ahora en septiembre, si Dios quiere», recalca.

Otro pilar del colectivo que la profesora considera un «gran acierto»  es su misión educativa, aunque la intención nunca ha sido -según asegura- formar actores profesionales, sino sumergir a sus integrantes en las profundidades de las artes escénicas.

«Muchas veces, el deseo de ser una gran estrella podía hacer ruido al grupo. Es algo que, afortunadamente ya superamos. Nuestro teatro tiene una visión hacia adentro -hacia la universidad- y hacia lo social», insiste Aponte.

Por las tablas de Teatro UCAB y AGO Teatro (grupo profesional de egresados de la UCAB del que Aponte es directora, luego de su jubilación como docente de la universidad) han pasado cientos de jóvenes que, siendo alumnos de diversas carreras, se unieron al grupo con la curiosidad de expresarse por medio de la actuación, la dirección o la dramaturgia y han descubierto el significado del arte para su existencia.

Javier Vidal, Julie Restifo, Tamara Adrián, Ignacio Serrano, Alba Roversi, Carlota Sosa, Antonio Delli, María Isabel Párraga, Andreína Blanco, Ellen Andara, Valentina Párraga y Unai Amenábar, entre muchos otros, han formado parte de este colectivo artístico.  También han dirigido, junto a  Aponte, José Rafael Briceño, Nicolás Barreto y, actualmente, Duilia Díaz.

El amplio repertorio desarrollado durante cinco décadas incluye  El malentendido, de Albert Camus (pieza debut del grupo); La casa de Bernarda Alba, de Federico García Lorca; Medea, de Eurípides;  Corona de sombras, de Rodolfo Usigli, y Las brujas de Salem, de Arthur Miller, entre muchas piezas pertenecientes al acervo dramatúrgico nacional e internacional.

El acercamiento a estos textos nunca ha sido superficial porque, para Aponte, representar una obra es representar a la humanidad entera.

«El teatro es la historia de la humanidad, a través de un pensamiento y acción. Mientras tú no montes la pieza, tienes literatura; cuando la montas, tienes teatro. Es poner en acción la palabra de la humanidad», dice sobre el fin último con el que han subido el telón de cada uno de los montajes.

Diálogos de carmelitas para celebrar medio siglo de Teatro UCAB

Diálogos de carmelitas, de Georges Bernanos, es una pieza clásica para Teatro UCAB. Comenta Virginia Aponte que el montaje se hace, desde hace 50 años, una vez por década; además, fue la tesis de grado que ella presentó para optar al título de licenciado en Comunicación Social.

Este año jubilar no es la excepción: los fines de semana del 17 y 18 de mayo, y del  31 de mayo y 1° de junio, se presentará al público en la sala de teatro de la universidad la nueva puesta en escena, que en esta oportunidad cuenta con 70 actores, pertenecientes a varias generaciones de la agrupación, quienes darán vida a personajes de la Francia de finales de siglo XVIII.

Virginia Aponte en uno de los ensayos de «Diálogos de carmelitas», décadas atrás

«En tiempos convulsos el mayor peligro no es ser criminal, sino inocente», señala el provocador texto que acompaña el afiche promocional de la obra, que aborda temas como el amor, la muerte, la soledad, el sacrificio y la redención en medio de la adversidad.

Su argumento es el de una joven que quiere entregar su vida a Dios. Sin embargo, el ambiente convulso propio de la Revolución Francesa se va tornando cada vez más retador para ella y sus compañeras de congregación, quienes hablan sobre cuestiones que han intrigado siempre a la humanidad, a la vez que hacen frente a una realidad ineludible a causa de un «pueblo» que reclama justicia.

La pieza se inspira en religiosas de la orden de las carmelitas que fueron ejecutadas por negarse a renunciar a sus votos. Acusadas de conspirar contra la República, murieron guillotinadas en París, en 1794, y enterradas en fosas comunes. El papa Francisco las canonizó a finales de 2024.

«Es una obra vigente, que nos habla de la humanidad, con todo lo que eso implica: luces y sombras. Son temas difíciles, no creo que la gente salga feliz, pero quizás sí con la esperanza de un futuro mejor. Son años montando esta pieza y siempre se descubre algo nuevo. Este año tenemos un elenco de varias generaciones y eso fue muy sabroso desde el punto de vista actoral», señala Virginia Aponte.

Como es costumbre en las puestas en escena dirigidas por la laureada profesora, el montaje se hace desde una mirada de «teatro pobre», es decir, con poca escenografía, para que la actuación sobresalga por encima de todo.

A fin de cuentas, en Diálogos de carmelitas la intención es que los actores muestren su capacidad excepcional para interpretar a los personajes, conmover y crear atmósferas (como unas de miedo y desesperación), gracias a una experiencia inmersiva que la sala facilita con unas prolongaciones del escenario hacia el público.

teatro ucab

Para Duilia Díaz, directora actual de Teatro UCAB, este montaje es enriquecedor por diversas razones. Una de ellas es la conciencia de equipo y el sentido de pertenencia que ha surgido, porque se preparó en tiempo récord: tres meses.

«Me encantaría que los espectadores se fueran esperanzados, aunque la pieza no termina bien. Creo que se trata de pensar en que hay posibilidades de reconstruirnos, a pesar de haber tocado fondo, que hay límites tras una catástrofe y luego se puede mejorar», señala Díaz.

Por su parte, Miguel Abreu, subdirector de la agrupación y asistente a la dirección,  recalcó que es una oportunidad para ver el trabajo de un colectivo que puso su alma para que el público se conmueva

«Es algo que va más allá de la lógica. Al final, todos los que pasan por aquí se llevan una serie de valores importantes y creo que eso el público también lo aprecia. Son mensajes que te quedan de por vida», indica.

Como datos curiosos, Diálogos de carmelitas se presentará ante un público que incluirá a las verdaderas Hermanas Carmelitas de Los Chorros (Caracas), religiosas que, además, confeccionaron el vestuario de las monjas de la obra.

Además, estudiantes de la Academia de Moda UCAB trabajaron en la elaboración de parte de los trajes, con el apoyo de la Fundación Vístete de Sueños y AGO Teatro.

Una familia teatral ucabista que sigue creciendo

El montaje de Diálogos de carmelitas de 2025 es multigeneracional. En el elenco hay integrantes como el periodista Unai Amenábar, con 43 años de historia en el grupo, y jóvenes que apenas comienzan su recorrido en la compañía, como la nóvel comunicadora ucabista, Mariana Suárez.

Al hablar con cualquiera de ellos se siente, de primera mano, cómo viven la experiencia de formar parte de una familia tan unida y sensible.

De su paso por estos espacios, Amenábar recuerda con mucho cariño cada año transitado y cómo esa historia transformó su vida., primero en Teatro UCAB y luego en AGO Teatro

«Fue lo mejor que me ha pasado en la vida personal y profesional. Yo era de una timidez absoluta (…) de no haber pasado por aquí, jamás habría sido reportero, tener un programa de radio o ser ancla de televisión.  Todos aprendemos valores humanos, técnicas actorales, pero nuestro fin siempre ha sido el aspecto didáctico», explica el periodista de Circuito Éxitos, que interpreta al capellán en Diálogos de carmelitas.

Por su parte, Mariana Suárez  señala que siempre se ha sentido como en casa, desde el momento en que por primera vez pisó los salones de ensayo cuando recién comenzaba a estudiar la carrera.

«Es muy lindo el amor que hay aquí. Nunca estás solo. Somos una familia que va desde los más pequeños en Teatro UCAB, hasta los más grandes en AGO Teatro»señala la actriz que da vida a la novicia Constanza.

Duilia Díaz adelantó que la celebración del cincuentenario de Teatro UCAB no será solo durante mayo. Con una serie de obras, material audiovisual y fotográfico, testimonios y más esperan darle continuidad al jubileo durante un año completo. Todo esto con el apoyo de la Dirección General de Cultura.

«Creo que son pocas las agrupaciones que celebran 50 años ininterrumpidos. Habla mucho del empeño, constancia, identidad y compromiso de nuestros muchachos. Eso es motivo de celebración», recalca.

Argumenta la directora que una de sus expectativas es reafirmar a Teatro UCAB como una escuela de teatro importante en el ámbito universitario nacional, que ofrece una formación integral y humana, sigue una línea de trabajo clara y cuenta con una gran trayectoria en el país.

«Quiero que la gente diga ‘¡wow, qué genial la gente que pasa por aquí!’. Porque la experiencia los va a marcar como individuos diferentes, preparados para la sociedad actual y para sus profesiones. Somos un teatro con propósito y no estamos aislados, estamos en el marco de un entorno donde tenemos influencia e influyen en nosotros», sentencia.

Desde la mirada de la veteranía, Virginia Aponte resume lo que Teatro UCAB representa para ella, después de medio siglo de haber abierto el camino a miles de hombres y mujeres con los que ha transitado la ruta del arte.

«El teatro me da vitalidad. Mira que subo y bajo las escaleras sin problema. El teatro me mantiene fuerte, viva. Espero que sea así hasta que me muera. Y todo por un propósito mucho mayor: formar a los muchachos, pero también por nuestra proyección social», concluye.

Los tickets para Diálogos de carmelitas, de Teatro UCAB, tienen un costo de $10 (público general) y $5 (empleados y estudiantes ucabistas).

Serán cuatro funciones, todas a las 3:00 pm, los días sábado 17 (agotada) y domingo 18 de mayo, y sábado 31 de mayo y el domingo 1° de junio, en la sala Virginia Aponte, ubicada en la PB del módulo 4 del edificio de Aulas, en el campus Montalbán. Los boletos están a la venta en la taquilla de la sala.

♦Texto: Grace Lafontant León/Fotos: Manuel Sardá (retratos Virginia Aponte), Jesús Navas (montaje Diálogos de carmelitas y retrato Duilia Díaz) y cortesía Teatro UCAB (situacionales)


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