En la lectio brevis del período 2025-2026, el rector analizó cómo el próximo santo venezolano superó los dilemas de su época integrando fe, ciencia y espíritu de servicio, sin renunciar a sus convicciones. Pidió reflexionar sobre el mundo de hoy, en el que algunos actores buscan imponer posturas dilemáticas

El rector de la Universidad Católica Andrés Bello, Arturo Peraza, S.J., pronunció este 7 de octubre la tradicional lectio brevis, correspondiente al período 2025-2026, en la que, a partir de un repaso de la figura de José Gregorio Hernández como científico, académico y cristiano, reflexionó sobre «el paradigma dicotómico» que gravita en la actualidad en el mundo, que obliga a fijar posiciones polarizadas y suprime la posibilidad de alcanzar síntesis superadoras que permitan crear alternativas nuevas.

En el Aula Magna del campus Montalbán, acompañado por las autoridades universitarias, por el viceprovincial de la Compañía de Jesús, Yovanny Bermúdez, S.J., y por el cuerpo profesoral, Peraza invitó a dialogar desde la claridad de la propia identidad, dejando de lado la exaltación de las diferencias.

A propósito de la próxima canonización del médico trujillano y de la madre Carmen Rendiles, primeros santos venezolanos, el rector adelantó que, en diciembre, la UCAB realizará un homenaje a la religiosa, junto con la Cátedra Estudios de la Mujer Teresa de la Parra, «para rendir debido tributo y honor a quien expone parte de lo que uno quisiera decir que son elementos subrayados en el contexto que hoy vivimos: se trata de una mujer, que tenía una discapacidad, pero que no se rinde ante esa discapacidad; muy por el contrario, se apalanca en ella para abrir horizontes», apuntó.

La introducción al acto académico la hizo el padre César Muzziotti, S.J., director de Identidad y Misión de la universidad.

Hubo también la interpretación, a cargo de la agrupación Raíces Llaneras, de un par de piezas de música venezolana.

 

 

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JGH: un hombre de fe sin miedo a la ciencia tal cual es

En la clase magistral de poco más de 20 minutos, titulada «José Gregorio Hernández: la dialéctica que supera el dilema entre ciencia y fe», el rector de la UCAB destacó la importancia que tuvo el famoso médico, investigador y docente universitario, pues «aparece a principio del siglo XX venezolano un nuevo sujeto que tiene por arma el conocimiento, por campo de batalla las aulas, los laboratorios, las casas de los pobres, y por traje el de ciudadano».

Peraza resaltó que su heroicidad no se basó en batallas o poder político, sino en el servicio.

«Si hay algo que destacar de José Gregorio Hernández es que es un hombre que tiene convicciones de fe profundas y no tiene miedo a enfrentar la ciencia tal cual es», indicó

También mencionó que Hernández «se relacionó con su entorno político, pero no de forma agresiva o antagónica».

«Hablar en Venezuela de José Gregorio Hernández es hablar de un ícono (…) que se enraizó en el altar del pueblo mucho antes que en el altar de la Iglesia institucional (…) Es una imagen que rompe con el estereotipo de nuestra iconografía militar o clerical para poner delante de nuestros ojos a un hombre de paltó oscuro formal, camisa blanca, corbata, pañuelo y sombrero. Luego, la gente le va a poner una batica blanca, un estetoscopio y un rosario en el bolsillo», afirmó.

Más allá de las dicotomías

Arturo Peraza, sacerdote jesuita, abogado y profesor en la Facultad de Derecho de la UCAB y la UCV, presentó una descripción histórica de la época que le tocó vivir a José Gregorio Hernández.

Hizo un resumen de su biografía, desde su nacimiento en Isnotú (Trujillo), su formación como médico en Caracas y su especialización en París, de donde trajo aparatos y conocimientos para compartir, en las aulas de la Universidad Central de Venezuela, como investigador y docente.

Se detuvo en el debate sostenido por el trujillano con otro reconocido médico de la época, Luis Razetti, que emplazó a la Academia de Medicina a fijar posición excluyente a favor de la teoría evolucionista de Charles Darwin.

«Es inteligente lo que hace el Dr. Hernández. Se espera que como católico y creyente asuma la posición creacionista –que la tenía y la defiende en un texto filosófico que él escribió–, pero no, dice: ‘(…) la Academia no debe adoptar como principio de doctrina ninguna hipótesis, porque enseña la historia que, al adoptar las Academias científicas tal o cual hipótesis como principio de doctrina, lejos de favorecer, dificultan notablemente el adelantamiento de la ciencia’. Es decir, si se quiere ser científico no se es dogmático. Y dogmático se puede ser de muchas maneras», añadió el orador.

En este punto, el rector de la UCAB habló de los grupos y sociedades donde se plantea la existencia en términos dilemáticos y en torno a las identidades grupales. «Tú eres de este bando, aquel de otro; lo que nos diferencia es que yo creo esto y tú aquello».

«Hay que entender el contexto en el que este hombre se movía. Era un contexto donde había una dicotomía, una situación también de enfrentamiento, la de la época, esa dicotomía entre fe y razón o fe y ciencia (…) Este tema de fe y ciencia como una realidad dicotómica, en conflicto, fue también una de las razones que dieron lugar al nacimiento de nuestra universidad. El reto inicial que traza la creación de la UCAB es mostrar que se podía tener una universidad que fuese abierta al conocimiento global, a la discusión y la crítica, pero, a la vez, tuviese inspiración cristiana, demostrando que ambas nociones no son contradictorias».

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El carisma de José Gregorio Hernández y los conflictos de hoy

Al referirse a los dilemas que enfrentó José Gregorio Hernández, Peraza aludió la realidad actual de Venezuela y el mundo, en la que dominan la «polarización y posverdad», las discusiones se sustentan «en algo muy débil que es el tema de la diferencia» y «las ideologías y las apariencias se imponen a la razón y los hechos». 

«Los diversos actores, particularmente en Venezuela, se esfuerzan por llevar a sus sociedades a posturas dilemáticas, con dos rutas únicas que parecen enfrentadas entre sí y cuyas agendas vienen ya definidas desde antes, de manera tal que no se puede diferir. O estás en un punto o estás en el otro, pero no hay manera de tener posición propia. Tienes que suscribirte a una de ellas», afirmó.

Cuestionó que quienes pretenden forzar las divisiones pueden llegar «a posiciones totalmente absurdas», que se limitan a negar lo que el otro dice.

«Es complejo establecer caminos de diálogo y debate de argumentos sustentados en los tiempos que transcurren. El autoritarismo en sus diversos espectros se ha adueñado del planeta, y la democracia, con sus valores fundados en la defensa de la persona, va perdiendo espacios. El respeto al derecho internacional, a los derechos humanos y al derecho humanitario desaparecen progresivamente en el conjunto de conflictos que hoy presenciamos», expuso Peraza.

Aunque reconoció que estos conflictos son muy distintos a los del tiempo del Dr. Hernández, el rector de la UCAB manifestó que los venezolanos de hoy pueden aprender criterios del carisma espiritual del trujillano para enfrentarlos.

«Su fe y su vida espiritual se constituyen en el núcleo de su ser y de su actuar, que luego terminan manifestándose en el investigador, docente, médico, científico y servidor de enfermos y pobres. Integra, pues, este carisma ciencia, servicio y fe. Supera las aparentes contradicciones impuestas por las ideologías y realiza en su vida una síntesis que regala a los venezolanos en la imagen de un santo que lleva traje, camisa, corbata y sombrero«, reflexionó.

José Gregorio Hernández, la UCAB y el espíritu ignaciano

Centrando el hilo argumental en la tarea de la universidad, Peraza aseguró que la voluntad de servicio del doctor Hernández ha marcado también la gestión de la UCAB, de donde nació Fe y Alegría, el Parque Social «Manuel Aguirre S.J.» y el Centro de Salud Santa Inés.

«Igual que José Gregorio Hernández, estamos invitados como universidad católica a vincular ciencia, servicio y fe como claves de nuestra identidad», expresó.

Señaló el rector que actualmente la institución enfrenta otras dicotomías que, en realidad, no son opuestas, sino complementarias:  tecnología vs. humanismo, virtualidad vs. presencialidad, formación estructurada en licencias o estudios de cuarto nivel vs formaciones modulares de certificación de mediana o corta duración, etcétera.

«En vez de dividir y oponer se puede integrar. A pesar de las diferencias, la academia invita al diálogo, al debate y a la dialéctica que supone crear nuevas síntesis (…) Tenemos que aprender a integrar lógicas diversas y entender que estos ámbitos lo que en realidad nos están invitando es a crear nuevas alternativas, como las que le tocó crear a José Gregorio Hernández en su momento. (Hay que) romper el paradigma dicotómico que te obliga a tomar una u otra posición, para poder decir que hay terceras posiciones que van más allá».

Reivindicó que esta visión, junto con la filosofía ignaciana, es la que ubica a la UCAB no solo «entre las 100 mejores universidades latinoamericanas y como la mejor de Venezuela como universidad privada, sino que estamos entre las mejores 26 universidades en términos de calidad académica, y entre las 12 primeras universidades latinoamericanas con mejor reputación entre los empleadores».

«Al decir que somos una universidad de inspiración ignaciana decimos que somos una universidad de alto nivel académico y al servicio del desarrollo tecnológico de nuestro país, con visión humanista y también compromiso social. Esa afirmación no es por diferenciación de nadie, es porque eso es lo que somos y desde allí dialogamos», sostuvo.

Precisamente en la parte final de su disertación, el padre Peraza recordó que el santo fundador de la Compañía de Jesús, Ignacio de Loyola, también tuvo que enfrentarse a un dilema, cuando la Inquisición le preguntó si sus enseñanzas se basaban en el espíritu o las letras.

«Eso le deja a Ignacio, que va a ser graduado por La Sorbona de París, una enseñanza: ‘Es por letra y por espíritu’. No es una dicotomía, es una unión, y eso es la Compañía de Jesús. Es el vínculo que busca síntesis nuevas que abren oportunidades. Hoy en Venezuela debemos también fracturar muchas disyunciones para integrar una respuesta nueva que responda a los principios de democracia, respeto a los derechos humanos en su integralidad y compromiso por la justicia, en favor especialmente de los más vulnerables de nuestra sociedad», concluyó.

El texto completo de la lección inaugural del rector de la UCAB, Arturo Peraza, S.J, correspondiente al año lectivo 2025-2026, está disponible haciendo clic aquí

♦Texto: Elvia Gómez /Fotos: Manuel Sardá


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