Capacidad de discernimiento, búsqueda de mejora continua y conciencia clara ante las circunstancias políticas y sociales fueron algunas virtudes resaltadas durante la misa por el tercer aniversario del fallecimiento de Virtuoso, rector de la universidad entre 2010 y 2022

Profesores, estudiantes y empleados de la UCAB se reunieron, el martes 21 de octubre en la parroquia María Trono de la Sabiduría, en el campus Montalbán, para dar gracias por la vida del reverendo padre Francisco José Virtuoso, S. J., quien fue el séptimo rector de la casa de estudios y  falleció el 20 de octubre de 2022, a la edad de 64 años.

La eucaristía por el tercer aniversario de la partida física de Virtuoso fue oficiada por el padre César Muziotti, S.J., director de Identidad y Misión (DIM) y párroco de la universidad, en compañía del padre Dizzi Perales, S.J., director general de Cultura UCAB.

«La eucaristía de hoy por la partida de alguien supone dar gracias por la vida de quien conocimos: una persona que supo ir recogiendo lo mejor de lo que absorbía en lógica de servicio y de amistad plena con otros; de compromiso con su país, con su gente», resaltó Muziotti antes de la lectura del Evangelio.

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Voluntad y conciencia: legado del padre Virtuoso

Con la lectura del Evangelio de San Lucas, Muziotti rememoró la determinación y el carácter del padre Virtuoso como marcas distintivas de la personalidad de quien estuvo al frente de la UCAB entre 2010 y 2022.

«El salmo responsorial de hoy nos dice: ‘Concédenos, señor, hacer tu voluntad’. Estén listos, dice Jesús a sus discípulos. Eso supone estar listos a la hora que sea; estar atentos. José (el padre Virtuoso) lo explicaba muchísimas veces en la lógica de la acción: eso es poner todo al servicio de los demás. Eso es estar listo», agregó el sacerdote.

También mencionó como rasgos de admiración en la figura del padre Virtuoso su capacidad de discernimiento y su «conciencia clara».

«Si algo admiré en José, y creo que muchos aquí también, fue cultivar constantemente una conciencia clara, que le diera las mejores respuestas para los momentos difíciles que vivíamos sin tener que esconder la verdad, pero tampoco sin ser imprudente. Para eso hay que tener una conciencia clara. En ese ejercicio José no la tuvo fácil, porque vivió unos años de terrible tensión nacional», agregó el jesuita.

Mantener la «lámpara encendida» en medio de la oscuridad

Para concluir la eucaristía, César Muziotti enfatizó la importancia de que, ante el ejemplo de acción del padre Virtuoso, la comunidad ucabista mantenga la «lámpara encendida», como lo resalta la lectura del Evangelio, en medio de la oscuridad.

Insistió en que la universidad debe persistir en fungir de faro para la sociedad venezolana, «no solo con acciones espirituales, sino con acciones contundentes que iluminan los derechos humanos de las personas, la justicia que debe acontecer, la fraternidad y la solidaridad».

«Cuando vivimos de esa manera, como intentó José, el amigo al que recordamos hoy, cuando ya hemos hecho lo que teníamos que hacer, el señor no tendrá problema en recibirnos como recibió hace tres años a José. Que así vivamos nosotros: unidos como familia y que la luz que cultivamos en esta casa se mantenga encendida como la mantuvo en su vida nuestro amigo», destacó el párroco de la UCAB.

♦Texto: Jesús Abreu Mena/Fotos: Manuel Sardá (apertura) y Carlos Miliani (internas)


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