El galardón –otorgado por el PNUD, CAF y Cavidea– reconoció al Parque Social «Manuel Aguirre, S.J.» por brindar servicios que reducen «las brechas de acceso a la salud en las personas que tienen diferentes contextos de pobreza, además de los servicios de Clínica Jurídica y apoyo psicoeducativo a la comunidad»

El Parque Social «Manuel Aguirre, S.J.», inaugurado por la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) en abril de 1999, ganó el Premio «Venezuela Productiva 2030», que otorgan de forma conjunta el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF) y la Cámara Venezolana de la Industria de Alimentos (Cavidea,) por su «modelo que articula a la academia y la sociedad, donde se generan propuestas innovadoras a problemas sociales alineados con los objetivos del desarrollo sostenible».

«El Parque Social promueve la calidad de vida a través de un modelo de salud integral pensado para reducir las brechas de acceso a la salud en las personas que tienen diferentes contextos de pobreza, además de los servicios de Clínica Jurídica y apoyo psicoeducativo a la comunidad», se leyó al dar a conocer el veredicto en el acto de entrega realizado el 24 de octubre.

Adscrito al Vicerrectorado de Identidad, Desarrollo Estudiantil y Extensión Social, el complejo de servicios sociales está adyacente al campus de Montalbán y cuenta con el Centro de Salud Santa Inés y el edificio del Centro de Educación Comunitaria «Luis Ugalde, S.J.», bautizado así en 2025 como homenaje a su fundador, el sacerdote jesuita que fue rector de la UCAB entre 1990 y 2010.

La Dirección de Extensión Social UCAB presentó sus recaudos al concurso, que se abrió en agosto. El premio, en su primera edición, busca promover y visibilizar iniciativas que contribuyen al desarrollo sostenible en el país, alineadas con los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 de la ONU.

El galardón «Venezuela Productiva 2030» fue entregado por René Gómez García (CAF), Juvenal Arveláez (Cavidea), Luis Francisco Thais Santa Cruz (PNUD-Venezuela) y Margaret Hidalgo (Programa de Liderazgo Femenino del PNUD), al cierre de un evento con el mismo nombre que duró tres días.

Recibieron, en representación de la UCAB, por Adle Hernández, directora general de Extensión Social; Marialis Meneses, directora del Centro de Clínica Jurídica; y Mercedes Morales, directora de Promoción de Extensión Social.

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El norte: mejorar la calidad de vida de las personas

«Una universidad aprende y genera conocimiento para transformar, para tener impacto en la sociedad, para mejorar la calidad de vida de las personas. Nuestro modelo está comprometido con eso», explicó Adle Hernández sobre el trabajo que se hace en el Parque Social.

«Hay muchas personas detrás de este premio, esto visibiliza el trabajo de un montón de gente. Se trata del reconocimiento a nuestro trabajo de parte de organizaciones con trayectoria mundial, continental y nacional», destacó la directora de Extensión Social.

Señaló que el modelo UCAB, que implica una visión integral del servicio a las personas, «es completamente replicable, pero hay que saber hacerlo y hacerlo bien».

Cree que el premio recibido los reta «a seguir aprendiendo cómo seguir sistematizando la experiencia, cómo generar mejores formas de trabajar con la gente y transformar eso en un conocimiento del cómo hacerlo».

Docente en la Escuela de Psicología de la UCAB, Hernández recalcó que una parte muy importante del modelo del Parque Social es que el aprendizaje y el servicio se producen con la incorporación de los estudiantes –supervisados por sus profesores– que participan desde el Voluntariado, las cátedras de compromiso social o la prestación del Servicio Comunitario.

«Los estudiantes son fundamentales para lograr los objetivos que nos proponemos. A veces creo que no se ve el valor del estudiante en un modelo como este. Tenemos equipos profesionales excelentes, pero nuestros estudiantes son muy buenos».

Respecto a las relaciones que la Extensión Social de la UCAB debe mantener con el Estado, la profesora insistió en la importancia de «pensar en la institucionalidad» y el trabajo que se tiene que hacer con los organismos que corresponde.

«Si no, ¿a qué vendrían quienes acuden a nosotros si los documentos que les entregamos no van a tener valor? ¿Cómo hacemos para tener una Defensoría de Niños, Niñas y Adolescentes y prestar el servicio de protección? Eso tiene que estar reconocido por la instancia del Estado a la que le corresponde y eso es absolutamente fundamental», reflexionó.

Parque Social UCAB: más de 28 mil beneficiarios en 2024

El Parque Social alberga el edificio del Centro de Salud Santa Inés (CSSI), que ofrece más de 40 especialidades médicas y 14 servicios de diagnóstico a precios muy accesibles. Esto, junto con otros programas del CSSI, contribuye a la divulgación de hábitos de vida saludable para transformar el paradigma de lo curativo a la prevención.

En julio de este año, la UCAB Guayana replicó el modelo exitoso de Caracas e inauguró el Centro de Salud Santa Inés en Puerto Ordaz, un ambulatorio tipo I que arrancó con cuatro especialidades médicas y servicios de diagnóstico.

El otro edificio del Parque es donde opera la Dirección de Proyección y Relaciones Comunitarias, que funciona con un equipo «que no llegamos a las 100 personas».

«Esa es la unidad bisagra entre la comunidad ucabista y la comunidad con la que trabajamos. Esa unidad está todo el tiempo en campo, levanta las necesidades de la gente, en cuáles temáticas y áreas podemos vincular a la UCAB, pero lleva también sus propias iniciativas», detalló la profesora Hernández.

Los servicios que presta el Parque Social «Manuel Aguirre, S.J.» sobrepasaron, en 2024, los 28 mil beneficiarios. Sólo el CSSI prestó 133.356 servicios de salud ese año. Para el mismo lapso, la Clínica Jurídica entregó, de forma gratuita, más de 3.500 documentos.

Subrayó Hernández que, como parte de los servicios de asistencia jurídica, funciona la Unidad de Conciliación, que resuelve los casos antes de que lleguen a juicio, evitando los costos económicos implícitos. También funciona allí una Defensoría de Niñas, Niños y Adolescentes.

Paralelamente, el Centro de Innovación Educativa (CIED) se ocupa de brindar capacitación a niños y docentes «que están en condiciones de alta vulnerabilidad», quienes reciben formación en robótica y pensamiento computacional, a la par que se dictan diplomados de diferentes materias para los educadores.

La Unidad de Psicología «Padre Luis Azagra, S.J.» (UPLA) es uno de los servicios con mayor demanda y sigue creciendo por lo bajo de sus costos, indica la directora de la Extensión Social.

En lugar de brindar la atención ideal 1 a 1, el equipo de 10 psicólogos de la UPLA se aboca al trabajo grupal, explicó la directora. No obstante, «90% de las personas que atendemos en clínica se mantienen por la duración completa de la asistencia terapéutica hasta que es dado de alta. En el área psicoeducativa, 61% de los NNyA que vienen logran las competencias que les exige su colegio».

También se trabaja en la línea de la formación económica y matemática con las escuelas de Economía y la de Administración y Contaduría que dictan cursos a niños y adultos mayores y llevan la Clínica Contable y Tributaria para la tramitación de documentos.

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25 años de trabajo «a pulmón propio» y con aliados

Adle Hernández adelantó que para 2026 esperan implementar formas de trabajar inspiradas en su participación en el Laboratorio Urbano de Innovación Social que se desarrolló con el patrocinio de CAF. «Está apenas prototipándose en la acción», apuntó la directora.

Sí anunció una novedad: la Oficina de Arquitectura Participativa, dirigida por el profesor Diego Manrique, que «le dará un sello particular a la escuela de Arquitectura e incorporará a sus estudiantes a las tareas de la Extensión Social».

Sobre los recursos financieros para soportar las actividades, la directora dejó claro que el Parque Social se mantiene «a pulmón» propio de la universidad, pero destacó que la UCAB cuenta con alianzas estratégicas –algunas también reconocidas con el premio «Venezuela Productiva 2030»– que evidencian «un tejido social que apuesta por el país. A pesar de las condiciones adversas seguimos trabajando juntos».

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La profesora precisó que la labor de la Extensión Social de la UCAB está presente en algunas comunidades de Antímano, La Vega, Caricuao y «unos pellizcos» en Macarao y El Junquito, todas ubicadas al oeste del municipio Libertador, donde se concentran poblaciones muy populosas sobre una orografía complicada y con mala vialidad.

En 2024, los equipos comunitarios de la Extensión Social registraron 1.637 viajes de ida y vuelta a estas zonas, con un promedio de ocho personas en cada visita.

Consultada sobre los costos de los traslados, que deben hacerse con vehículos de doble tracción, Adle Hernández dijo que no se trata simplemente de «pagar transporte», sino «del medio para que nosotros podamos llegar a las comunidades donde más se requiere nuestro apoyo, que a veces son las más lejanas».

«Se invierte en la posibilidad de que niños o adultos mayores tengan un día distinto en nuestro campus o en nuestra Sala de Pensamiento Computacional. Lo que se paga es para que llegue la acción de la universidad. Esto es todo un desafío», apuntó.

Cambiar la vida de las comunidades y de los voluntarios ucabistas

Cada semestre, un promedio cercano al 30% de los estudiantes matriculados en la UCAB participa en alguno de los programas de la Extensión Social. De ese total, más o menos el 20% se inscribe en los planes de los voluntariados de cada escuela.

Adle Hernández afirma que haber sido voluntaria, como estudiante ucabista, «me cambió la vida, eso fue un antes y un después». Por eso invitó a los jóvenes a participar en una actividad «que los va a marcar», como es «Afuera de la Colmena», que este 2025 llega a su cuarta cohorte.

«Afuera de la Colmena va dirigido a cualquier estudiante de la UCAB que quiera hacer inserción comunitaria más profunda y reflexionada, pero especialmente para el Voluntariado, que combina formación de distintas temáticas (tejido social, participación comunitaria, reconciliación, técnicas de recolección de información, técnicas de entrevista), elementos básicos para prepararlos y ellos van a combinar todo esto con horas de inserción comunitaria», explicó.

La profesora insistió en la oportunidad que los estudiantes de la UCAB tienen de «conocer la comunidad, escucharla, descubrirla».

«La gente suele tener algunos mitos sobre las comunidades populares y esto se trata de ver cómo ellas afrontan y resuelven sus problemas La comunidad es un ente activo, productivo, resiliente. A veces pensamos que no podemos aprender del barrio, pero del barrio podemos aprender muchísimo juntos», insistió.

♦Texto: Elvia Gómez/Fotos: Mafer González Mora (Adle Hernández), Manuel Sardá y Christian Lazo (situacionales) y cortesía Extensión Social UCAB (ceremonia premiación)


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