La Escuela de Educación cumplió funciones de veeduría durante  la fase preparatoria en Venezuela del Estudio Regional Comparativo y Explicativo (ERCE) 2025, que promueve la Organización de Naciones Unidas en toda Latinoamérica.  En el proceso se aplicaron exámenes de lectura, escritura, matemáticas y ciencias naturales a niños de 3° y 6° grado de 49 escuelas

La Escuela de Educación de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) informó sobre su participación, como institución veedora, en la reciente prueba piloto del Estudio Regional Comparativo y Explicativo (ERCE) 2025, aplicada en Venezuela entre el 20 y el 28 de mayo pasados.

Esta iniciativa -adelantada por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) junto con las autoridades educativas de varios países de la región- busca medir el aprendizaje de los alumnos de primaria de Latinoamérica y El Caribe en áreas como lectura, escritura, matemática y ciencias naturales, a partir de la realización de exámenes estandarizados. A la fecha se han realizado cuatro ediciones del ERCE, la última data de 2019.

A nivel nacional, la prueba piloto del ERCE 2025 fue coordinada por el Ministerio de Educación (MPPE) y la propia UNESCO, a través de su Laboratorio Latinoamericano de Evaluación de la Calidad Educativa (LLECE).

Unos 2.000 alumnos pertenecientes a 49 planteles del Distrito Capital y 19 estados fueron convocados al proceso en el que, además de los exámenes, se aplicaron cuestionarios socioemocionales a los alumnos, así como a sus padres y representantes.

¿En qué consistió la veeduría en el ERCE?

Según explicó Carlos Calatrava, director de la Escuela de Educación de la UCAB, la universidad fue incorporada como observadora del proceso, “por solicitud del Observatorio de la Calidad Educativa Venezolana” (OCEV), instancia del MPPE.

Para ello, un equipo de ocho integrantes de la Escuela se desplegó en cuatro de los planteles seleccionados para la prueba: la U.E.N. Agustín Zamora Quintana y la U.E.N. Carlos Delgado Chalbaud (municipio Libertador del Distrito Capital), el Colegio Monterrey de Fe y Alegría (municipio Baruta del estado Miranda) y la U.E.N. Pedro Vicente Núñez (municipio Independencia, también de Miranda).

La veeduría -indicó Calatrava- incluyó el acompañamiento durante la entrega de las pruebas, la presencia fuera de las aulas durante la aplicación de los cuestionarios, la observación del proceso de conteo de las pruebas, la verificación del cruce del número de exámenes con los listados de estudiantes de cada curso y el acompañamiento en el proceso de resguardo de los instrumentos.

“Por protocolo del OCEV, sólo pudimos ingresar a las aulas antes y después de la aplicación de las pruebas. Tampoco pudimos leer los cuestionarios por áreas de conocimiento, ni los cuadernillos del componente socioemocional respondidos por los padres y los alumnos”, precisó el docente.

Incidencias resueltas según el protocolo

El profesor Calatrava comentó que, en los colegios a los que asistieron, los veedores de la UCAB pudieron corroborar la aplicación de los exámenes en los tiempos previstos, la presencia de los representantes de todas las organizaciones involucradas, así como el trabajo en equipo”  de los responsables.

Afirmó que registraron algunas incidencias, entre ellas el caso de cuatro alumnos de 3° grado de la U.E.N. Pedro Núñez, de los 31 convocados para la prueba, que no sabían leer. “Dada la regulación del OCEV sobre las pruebas ERCE, correspondía que los niños intentaran hacer solos lo que pudieran sin facilitarle información y, aunque estuvieron bastante inquietos en las mesas, esperaron a que devolvieran los cuadernillos al finalizar el tiempo establecido”, apuntó el profesor.

También comentó que, en la U.E.N. Carlos Delgado Chalbaud, un alumno de 3° grado, con trastorno del espectro autista (TEA), colapsó al recibir la prueba de matemáticas, pero fue atendido. “La maestra ingresó al aula, lo tranquilizó y lo llevó a la biblioteca, donde actuó con actividades de lectura. Recomendamos el despistaje o notificación de previa de la presencia de niños con alguna condición o discapacidad, para una atención más personalizada y cumplir con los propósitos del ERCE”.

El educador dejó claro que, tanto el equipo del OCEV como de las otras instancias involucradas manejaron los imprevistos “adecuadamente y de acuerdo con los protocolos establecidos”.

Mayor acceso y trabajo conjunto: algunas recomendaciones

Carlos Calatrava mencionó que, a partir del trabajo efectuado, los observadores de la Universidad Católica Andrés Bello elaboraron un informe con varias recomendaciones que hicieron llegar, tanto a las autoridades de la casa de estudios como al Ministerio de Educación.

Una de ellas, dijo, es que –a futuro- los veedores podamos acceder a las pruebas, antes o después de su aplicación en el mismo centro escolar, a fin de hacer una valoración integral sobre aquello que se preguntaba a los niños involucrados, así como aproximar aunque sea una muy simple valoración sobre la organización de los cuestionarios”.

También se solicitó tener la posibilidad de estar presente durante todo el proceso “para observar a los niños y al docente aplicador. No podemos decir si pasó alguna situación irregular o si hubo una interacción positiva o negativa del docente”, sostuvo el profesor.

El director de la Escuela de Educación ucabista celebró el “espíritu de colaboración” que, durante la prueba piloto del ERCE 2025 reinó entre los veedores y los responsables del MPPE y la UNESCO.

Llamó a “sostener, optimizar estos espacios de trabajo conjunto”  con una visión “ganar-ganar”, «a fin de garantizar la participación activa en futuras iniciativas relacionadas con la evaluación y mejoramiento de la calidad educativa, que es el objetivo en el que, nosotros desde la UCAB, estamos empeñados”.

Se espera que, durante el año 2025, la UNESCO  coordine la ejecución de la quinta edición del Estudio Regional Comparativo y Explicativo (ERCE) en al menos 15 países de la región, incluyendo Venezuela. El reporte busca ofrecer indicadores sobre la realidad de la educación en el continente y, a partir de allí, ofrecer recomendaciones de política pública para mejorar las deficiencias o fortalecer los avances.

♦Texto: Efraín Castillo/Fotos: Escuela Educación UCAB


¡Atención! El SECEL está nuevamente abierto para evaluar aprendizaje de estudiantes de primaria y bachillerato