La Feria del Libro de la UCAB lanzó este martes «La pantalla censurada: RCTV y Globovisión», texto que, como lo indicó uno de sus autores, León Hernández Patiño mediante un video, es el producto de un proyecto de investigación de cuatro años que busca abrir un marco teórico para más investigaciones y publicaciones de este tipo. Tamara Slusnys, experiodista de RCTV, y encargada de presentar el libro junto con Andrés Cañizales, el otro autor de la publicación, aseguró que esta obra «es la recopilación de todo el acoso que han sufrido los medios de comunicación bajo el régimen chavista, especialmente RCTV y Globovisión».

 «RCTV SE RESISTE A MORIR»

Cuando el difunto presidente de Venezuela Hugo Rafael Chávez Frías anunció el cierre de RCTV, muchos de sus trabajadores, e incluso televidentes, se resistieron a creer que esto fuera posible. El 27 de mayo de 2007, cuando la señal de RCTV cerró para darle paso a la de TVES, se vivió una experiencia indescriptible y muy lamentable. Desde ese momento, las comunicaciones y libertad de expresión en Venezuela, fueron confiscadas, aseguró Tamara Slusnys.

Por otra parte, Slusnys comentó que mucho antes del cierre, que calificó como arbitrario e ilegal, a RCTV dejó de invitársele a las ruedas de prensa organizadas por el gobierno, lo cual limitó el acceso de los periodistas a la información oficial y la imposibilidad de RCTV de ofrecer las dos caras de la noticia. «RCTV se enfocó entonces en los problemas de la comunidad, y los mostraba con evidencias reales. El gobierno hizo presión para que el canal dejara de presentar lo que sucedía, pero RCTV no cedió. Luego, con leyes amoldadas a sus necesidades, el gobierno decidió cerrar el canal pionero de la TV venezolana», aseguró.

«RCTV quiere volver y todos los que fuimos parte de esa empresa, también queremos su regreso», afirmó Slusnys. Añadió que esa planta de televisión, que ahora existe como una productora de contenidos, ha sido una empresa exitosa, que siempre ha creído en el país y en sus trabajadores. «En ella quedan una células que se están formando para volver».

Por su parte, Marciel Granier, presidente ejecutivo de RCTV, aseguró que el canal espera volver a formar parte de la televisión abierta venezolana, para así alcanzar a la totalidad de la población, como lo hacía en su momento. Dijo que es un gran reto debido a que «el gobierno se ha encargado de destruir la televisión nacional».

UN ALTO COSTO POLÍTICO

Con el cierre de RCTV el gobierno aprendió que cerrar un medio de comunicación es muy costoso a nivel político. Como consecuencia de la clausura de este medio, se generaron distintas protestas estudiantiles; además este hecho tuvo influencia en los resultados del referéndum del 2007, por lo tanto su táctica con Globovisión fue distinta, aseguró Andrés Cañizalez. «El gobierno socavó a la empresa por distintos mecanismos: ejerciendo presión por Conatel, ejerciendo presión a través de sus accionistas y los dueños se vieron obligados a venderlo. Luego de su venta la línea editorial cambió».

Con el uso del poder del Estado se creó un asedio en un canal de TV privado hasta ser vendido, con esto el ciudadano perdió el derecho de escoger libremente el tipo de información que quiere consumir; además, Globovisión comenzó a causar desinformación en los televidentes y esto hizo disminuir considerablemente su audiencia, afirmó Cañizalez.

Este segundo capítulo es la recopilación de distintas investigaciones las cuales giran en torno de la autocensura en Venezuela, en él trata la desaparición de programas de opinión, las restricciones impuestas a Globovisión y la historia del periodismo político en la televisión.

 

María Alejandra Valera