Francisco Pereira y Andrea Grieco completaron un semestre de estudios en universidades de Tokio y San Salvador, respectivamente, como parte de un programa de intercambio de universidades jesuitas que combina preparación académica y compromiso social. La directora del Secretariado de Internacionalización de la UCAB invitó a los estudiantes a postularse para la próxima edición

Andrea Grieco es estudiante del sexto semestre de Psicología y Francisco Pereira, del séptimo semestre de Comunicación Social. Ambos acaban de volver al país tras formar parte, en nombre de la UCAB, de la décima edición del programa de intercambio académico y multicultural «Magis Exchange».

La iniciativa es impulsada por la Asociación Internacional de Universidades Jesuitas (IAJU) y permite a los participantes cursar un semestre en alguna de las 39 universidades asociadas al proyecto, ubicadas en los cinco continentes.

Durante su estancia, los jóvenes realizan actividades enfocadas en tres ejes: formación académica, misión ignaciana con énfasis en el voluntariado y promoción de los jóvenes como agentes globales de cambio.

En esta oportunidad, Grieco asistió a la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA), ubicada en El Salvador, mientras que Pereira realizó su estancia en la Sophia University, ubicada en Tokio, Japón.

Rendimiento académico y compromiso social: así fue el proceso de selección

Esta es la segunda vez que alumnos de la UCAB participan en el «Magis Exchange». En el año 2023 lo hizo María Gabriella Luca, cursarte de Comunicación Social, quien asistió a la Universidad de Creighton, en Estados Unidos.

El proceso de selección de esta cohorte se inició en abril de 2024, cuando el Secretariado de Internacionalización de la UCAB abrió las postulaciones.

Las distintas Escuelas se encargaron de presentar a los candidatos, tomando en cuenta su rendimiento académico y la participación en agrupaciones o experiencias asociadas a la misión ignaciana.

El Secretariado verificó que cumplieran los requisitos, incluyendo el dominio del idioma y la disponibilidad de recursos para costear el pasaje y la estadía.

(LEER TAMBIÉN: UCABISTAS DESARROLLARON EN ALEMANIA APLICACIONES CON IA PARA APOYAR A COMUNIDADES INDÍGENAS DE VENEZUELA)

Motivación ignaciana en contextos adversos: la experiencia de Andrea

Andrea Grieco tenía claro desde el inicio de su carrera que debía participar en una actividad de intercambio. Luego de formar parte del voluntariado de la Escuela de Psicología y sentir la necesidad de salir de su zona de confort, la joven se postuló para participar en «Magis Exchange».

Aunque El Salvador no era su primera opción, debido al contexto de violencia que aqueja a esa nación, la joven aceptó la oferta cuando conoció la historia de compromiso social del jesuita y psicólogo Ignacio Martín-Baró, asesinado en 1989, junto con otros cinco compañeros de la orden religiosa, en un atentado registrado en la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA), donde Grieco realizaría el intercambio.

«Lo que más llamó mi atención fue la perspectiva crítica que se busca tengan los estudiantes sobre las situaciones que enfrentan en su contexto diario, así como la importancia que le dan al aspecto social y a la vivencia directa de esa realidad», puntualizó.

En la universidad salvadoreña, Andrea cursó cuatro materias con un fuerte enfoque comunitario: Psicología comunitaria, Introducción a los derechos humanos, Prevención de la violencia social y Métodos de investigación cuantitativa. Las clases fueron impartidas y evaluadas completamente en inglés y las asignaturas fueron validadas para su carrera en la UCAB. 

La joven también formó parte del Programa Universitario Óscar Arnulfo Romero (PUOAR), que incluyó actividades en la Asociación Patronato de Desarrollo Integral, un centro infantil ubicado en una zona vulnerable. Allí se involucró en jornadas de cocina comunitaria, encuentros vecinales y la distribución de provisiones.

«Parte de la experiencia consistía en combinar el voluntariado con el aspecto académico. Durante los encuentros con las comunidades sentí, de manera genuina, que se fortaleció y confirmó mi orientación hacia el voluntariado, la cual ya había desarrollado en la UCAB. Para mí, la dimensión social y comunitaria tiene un gran significado. De alguna forma, vivir estas experiencias, a pesar de escuchar historias difíciles, se vuelve valioso tanto a nivel personal como profesional», dijo la futura psicóloga.

(LEER TAMBIÉN: EXPERTOS FORMAN A LOS VOLUNTARIOS UCABISTAS PARA CONSTRUIR SOLUCIONES JUNTO A LAS COMUNIDADES)

Como cierre de su participación en «Magis Exchange», Andrea presentó un trabajo sobre el impacto de la minería en El Salvador, específicamente en el Río Lempa, uno de los más importantes de Centroamérica.

Su estudio analizó cómo la extracción de oro y plata genera consecuencias en el entorno local, las zonas agrícolas cercanas al nacimiento del río y en la biodiversidad. Encontró similitudes entre esa realidad y la que se vive en el Arco Minero del Orinoco, al sur de Venezuela.

«Considero que el aspecto medioambiental es importante. Tener conciencia sobre el cuidado del planeta es parte de nuestra responsabilidad como profesionales», destacó.

Disciplina jesuita como guía del éxito: el viaje de Francisco

Francisco Pereira decidió postularse a «Magis Exchange» tras conocer la historia de la primera ucabista seleccionada para representar a la UCAB en el programa.

Siempre tuvo curiosidad por la cultura japonesa y por eso agradece que la Sophia University, la universidad católica privada más antigua de Japón, se interesara en su perfil. Gracias a ello, se convirtió en el primer venezolano en llegar a esa institución, ubicada en Tokio.

Francisco compartió con alumnos de carreras como Estudios Sociales, Negocios y Economía Internacional, tanto de Japón como de Tailandia, Taiwán, Indonesia, Portugal, Brasil y Perú.  

Además cursó materias como Negocios, Programación básica y Gestión de proyectos, y una clase especial de japonés básico en la que obtuvo altas calificaciones y reconocimiento por su desempeño.

Pese a las diferencias culturales, sintió que la pedagogía ignaciana de la universidad tiene similitudes con la aplicada en la UCAB.

«Algo que noté en la enseñanza japonesa es que la evaluación es constante; siempre hay que estar encima de la materia. En eso se parece bastante a Venezuela, donde los profesores son exigentes porque quieren que la clase salga bien y con buen nivel para los estudiantes. En la UCAB aprendí a organizarme mejor y a cumplir con lo que se pide. Ese hábito de estar involucrado y seguir un método más estructurado me sirvió para enfrentar los distintos retos académicos en Japón», dijo.

Entre las actividades comunitarias, Pereira se integró al grupo de voluntarios de «Arrupe Refugee Center», centro de acogida para refugiados provenientes de países con altos índices de desplazamiento, como India y Pakistán, entre otros.

Allí interactuó  con personas que perdieron todo, desde su nacionalidad a su patria. Hizo mención particular al testimonio de un refugiado de la extinta Yugoslavia, quien huyó de la guerra que destruyó esa nación en la década de 1990.

«Pudimos conocer a un hombre que tiene viviendo 25 años en Japon y no tendrá la posibilidad de salir del país jamás. Él es una persona viva, pero sin patria y sin nada. Estas experiencias te sensibilizan y te enseñan que hay realidades diferentes y que somos afortunados de lo que tenemos. Del mismo modo uno se conecta con la fe. Aquí o allá es la misma fe, se quiere a Dios como lo queremos aquí. Conecté mucho con mi lado de introspeccion y todo esto através de Dios y de ver estas realidades distintas», reflexionó.

Su trabajo final de intercambio se refirió al equilibrio entre la preservación del patrimonio cultural y el desarrollo urbano en Tokio, abordando los desafíos, estrategias, aspectos éticos y la importancia de la cultura para lograr un crecimiento sostenible.

Tras la experiencia vivida, Pereira no dudó en recomendar a otros ucabistas a postularse en «Magis Exchange». Está convencido de que los nutrirá con las herramientas para enfrentarse al mundo laboral.

«En un mundo tan globalizado, tan conectado, tan competitivo, tan demandante, tenemos que aprovechar las herramientas que nos ofrece la UCAB, para tener un rango mayor de visión y saber cómo maniobrar en el día a día. Hay que aprovechar todos los espacios de conocimiento. Si dominamos el conocimiento, más chances tenemos de tocar una puerta y que se abra», recalcó.

(LEER TAMBIÉN: LA UNIVERSIDAD RECONOCIÓ A LOS ESTUDIANTES INTEGRALES DEL PERÍODO 2024-2025)

«La puerta está abierta» para preparar estudiantes globales

La directora del Secretariado de Internacionalización de la UCAB, Keyla Colmenares, manifestó su orgullo de sumar dos nuevas historias a las experiencias de movilidad académica que brinda la universidad.

Resaltó que, en el caso de «Magis Exchange», el objetivo es dotar a los futuros profesionales de una visión intercultural y de servicio al otro.

«No se trata solamente de un simple intercambio académico común, sino que se vuelve mucho más complejo. Cuando sumamos la filosofía ignaciana queremos que el estudiante entienda que debe poner al servicio de la comunidad los aprendizajes que adquiere», destacó.

Colmenares agregó que «la puerta está abierta» para otros alumnos; llamó a los estudiantes de cualquier carrera a postularse para la próxima edición. La fecha tope es el viernes 17 de noviembre de 2025. 

Para más detalles, los interesados pueden pueden escribir al correo electrónico  internacionalizacion@ucab.edu.ve o dirigirse directamente al Secretariado de Internacionalización, ubicado en la PB del Edificio de Rectorado, en el campus Montalbán.

La información también está disponible en la cuenta @GlobalUCAB de Instagram y en la página https://internacionalizacion.ucab.edu.ve/movilidad-academica/ 

♦Texto: Mariana Pérez/Fotos: Manuel Sardá (apertura y retratos) y cortesía Andrea Grieco y Francisco Pereira (situacionales)

(LEER TAMBIÉN: UCABISTAS EXPERIMENTARON EL MAGIS IGNACIANO COMO VOLUNTARIOS EN RÍO DE JANEIRO)