La mañana del martes 16 de mayo, la autonomía universitaria fue quebrantada una vez más por funcionarios de seguridad del Estado. Esta vez fue en la sede de UCAB Guayana en Puerto Ordaz, donde efectivos de la Guardia Nacional irrumpieron para detener ilegalmente al estudiante de Comunicación Social, Nelson Nava (de 22 años) y al profesor de la misma escuela, Marcos Valverde.

Valverde— quien también es periodista del Correo del Caroní, delegado del Sindicato de Prensa en el estado Bolívar y corresponsal de los medios digitales Crónica Uno y Analítica— relató lo sucedido y contó cómo vivió las ocho horas de su retención ilegal.

“Poco antes de las 10 de la mañana, al salir de clases, escuché a los muchachos gritar que se habían llevado detenido a un estudiante y que la Guardia Nacional estaba afuera”, comenzó narrando.

Luego de “salir corriendo” y llegar a la Avenida Atlántico (arteria vial donde está ubicada la universidad), Valverde vio unas tanquetas y a  varios estudiantes gritando hacia donde se hallaban los uniformados.

“Los guardias lanzaron una bomba lacrimógena. En ese momento, corrí hacia donde estaban las tanquetas para mediar con los funcionarios y preguntarles por el estudiante”, agregó.

Aunque mostró sus respectivas identificaciones del sindicato, del periódico y de la universidad, los efectivos no lo escucharon, le advirtieron que se encontraban en zona de seguridad y le ordenaron  entrar al vehículo militar.

“Como me rehusé, entonces comenzó el forcejeo, me tiraron al suelo y luego me metieron en la tanqueta”, señaló Marcos Valverde.

El argumento que recibió el profesor fue que “estaba siendo resguardado”, pero él sabía que se trataba de una detención ilegal.

Los funcionarios le aseguraron que sería liberado en breve, pero a Valverde lo mantuvieron en la tanqueta por tres horas, hasta la 1 de la tarde, cuando lo trasladaron junto a Nelson Nava, el estudiante ucabista por el que intentó interceder, al destacamento 625 de la Guardia Nacional.

“Allí estuve hasta las cinco de la tarde, cuando me sacaron para llevarme al CICPC. Como no había médico forense para que me hiciera el examen, me soltaron”.

 

 

 

ARRESTOS SIN ARGUMENTOS

“Sentí indignación”, suelta Marcos Valverde cuando se le pregunta por lo vivido, aunque asegura que no sintió miedo y reconoce que no fue amenazado por los GNB. “Inclusive saqué mi teléfono en la tanqueta y pude avisar lo que pasaba a los muchachos de la universidad, al periódico, al sindicato y a mi familia. Tengo que decir que fueron amables, al igual que en el destacamento, donde luego me mantuvieron”.

Pese a que este episodio terminó bien para él, el docente asegura que muchos otros no corren la misma suerte y están siendo procesados sin haber cometido ningún delito. Mencionó el caso del estudiante ucabista Nelson Nava, quien permaneció más de 24 horas detenido y fue liberado la tarde de este 18 de mayo después de ser presentado ante un tribunal.

«Incluso los GNB reconocieron que él no estaba haciendo nada cuando fue revisado delante de mí. No tenía ningún elemento ‘subversivo’, digámosle así. Tenía una Constitución, un cuaderno, su teléfono y su reloj”, aseveró.

Por ésta y otras razones, el periodista insiste en que la gente debe seguir protestando en la calle “para exigir y pelear por un mejor país”.

“Vale la pena seguir manifestando porque tenemos un país que se ha venido a menos. Vale la pena porque estamos en un país donde niños se mueren de hambre y asesinan venezolanos a mansalva. Vale la pena porque estamos en un país donde los medios y los periodistas son atacados y señalados”.

 

EN DEFENSA DE LA AUTONOMÍA

Por primera vez su historia, la UCAB fue objeto de una violación de su autonomía universitaria. Para Marcos Valverde, los hechos ocurridos el pasado 16 de mayo s evidencian el «atropello que se está viviendo por parte de los funcionarios de la Guardia Nacional y la permisividad del Estado ante este tipo de situaciones inadmisibles».

(Ver también: Comunicado de la UCAB ante violación del recinto universitario de su sede de Guayana)

Sin embargo, se sintió orgulloso por la reacción de la comunidad universitaria y celebró que no solo los alumnos protestaran sino que los profesores, con sus togas y birretes, también hayan marchado por las calles de Guayana, incluso bajo la lluvia, para «defender la institucionalidad, al estudiante detenido y, lo principal, la democracia».

♦Patricia Graziani