Este 5 de julio, la presidenta de la Academia Nacional de la Historia fue la oradora de orden en la sesión solemne que realizó el Parlamento con motivo de la conmemoración del 206 aniversario de la firma del acta de independencia de Venezuela.
Poco después de finalizada su alocución, decenas de paramilitares vinculados al oficialismo asaltaron la sede del Palacio Federal Legislativo y agredieron a varios civiles que se encontraban en el lugar, incluyendo diputados, trabajadores del Parlamento y miembros de la prensa.
El hecho ocurrió ante la inacción de los efectivos militares encargados por ley de garantizar la integridad de quienes allí se encontraban, lo cual ha sido calificado nacional e internacionalmente como un atentado contra la democracia y la sana convivencia ciudadana.
Precisamente durante su intervención, Inés Quintero pidió a los venezolanos defender la nación que nació aquel 5 de julio de 1811, de los peligros que hoy amenazan su existencia.
«Hoy nos corresponde a nosotros -dijo Quintero durante su alocución- a los venezolanos del presente, a todos, sin distinciones de ningún tipo, comprometernos con el sostenimiento de la República, de la misma manera que lo hicieron los venezolanos en el pasado, con la misma constancia, con el mismo coraje, con las mismas convicciones y con la misma determinación de vencer las diferencias y de encontrar las fórmulas de entendimiento y encuentro que garanticen la convivencia ciudadana en el marco de los principios y las prácticas republicanas, sólo así podremos conservar la República, el más sólido y perdurable referente histórico que tenemos como venezolanos. La Historia nos compromete, antes como ahora, con su defensa. Depende de cada uno de nosotros, especialmente en estos momentos de vejación y atropello inclemente a la República, que no solamente se mantenga, sino que salga victoriosa y fortalecida, en nuestro presente y en los años por venir».
Vale la pena escuchar con atención las palabras de Inés Quintero, porque recuerdan que la historia siempre habla para recordar de dónde venimos y lo que somos.