La crisis política que golpea a Nicaragua, sacudida desde el 18 de abril por protestas que han dejado más de 300 muertos, fue el tema con el que cerró la Asamblea Mundial de Universidades Jesuitas celebrada entre el 8 y el 12 de julio en la ciudad española de Bilbao. 

Durante la última jornada del encuentro, representantes de las más de 200 instituciones de educación superior agrupadas en la Asociación Internacional de Universidades Jesuitas (IAJU) suscribieron una declaración presentada por los delegados de la Asociación Latinoamericana de Universidades confiadas a la Compañía de Jesús en América Latina (AUSJAL) en la que manifestaron su preocupación por los hechos sangrientos que vienen ocurriendo en el país centroamericano.

«Rechazamos inequívocamente la violación de derechos humanos y cualquier acto de agresión contra cualquier ciudadano. En particular, condenamos los recientes ataques perpetrados por seguidores del gobierno contra un grupo de sacerdotes católicos liderados por el cardenal nicaragüense, Leopoldo Brenes, y el obispo, Silvio Báez, cuando ayudaban a manifestantes que se encontraban atrapados en una iglesia». 

En la declaración, los miembros de la IAJU urgieron al presidente Daniel Ortega a desmantelar los grupos paramilitares, respetar los derechos a la libre expresión y protesta pacífica y apoyar los esfuerzos de la Conferencia Episcopal Nicaragüense en la búsqueda de una solución negociada al conflicto que roza los tres meses.

 

También deploraron los ataques a la Universidad de Centro América (UCA)  así como las amenazas contra su rector, el sacerdote jesuita José Alberto Idiáquez, por parte del Ejecutivo nicaragüense. 

«Extendemos nuestra solidaridad incondicional a todas las personas y familias afectadas, instituciones y universidades, sus estudiantes, profesores y administradores, trabajando como lo hacen para proteger los derechos y la seguridad de todos los que ejercen los derechos civiles garantizados por la Constitución de Nicaragua. En particular, expresamos nuestra solidaridad con nuestra institución hermana jesuita, la Universidad de Centro América, que ha llamado a sus estudiantes a la defensa pacífica de la justicia social, incluso cuando la violencia del gobierno busca reprimir la disidencia».

En las palabras finales, los miembros de las universidades jesuitas también alzaron la voz ante la situación que atraviesa Venezuela.

«Ofrecemos nuestras oraciones por la paz y la reconciliación y extendemos nuestra solidaridad con la causa de justicia y democracia», señalaron en el pronunciamiento, que fue aprobado por los asistentes con una ovación masiva.

♦Con información extraída del website de la Asamblea Mundial de Universidades Jesuitas: http://iaju.deusto.es