Existen cuatro circunstancias en Venezuela que están ocasionando la migración de miles de ciudadanos: falta de acceso a alimentos; falta de acceso a medicinas; salario insuficiente e inseguridad personal. Tales circunstancias evidencian “violación e imposibilidad de garantizar el respeto de los derechos humanos por parte del Estado venezolano”.
Así lo explica el profesor Eduardo Trujillo, director del Centro de Derechos Humanos de la Universidad Católica Andrés Bello (CDH-UCAB), quien el próximo 30 de noviembre será uno de los ponentes en el foro Participación ciudadana: Un país que clama y reclama, como parte de las jornadas de Reto País que se realizarán en la UCAB en el marco de la III Feria del Libro del Oeste de Caracas.
“La problemática ha sido reconocida por agencias de la ONU tales como el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), organismos que han dado cuenta de más de tres millones de venezolanos en el extranjero, la mayoría de ellos producto de la crisis que se vive en el país”, sostiene Trujillo.
Para el experto, “esta situación debe ser asumida por el Estado venezolano; pero también por los países receptores, quienes tienen que armonizar políticas y prácticas según las características propias del fenómeno migratorio venezolano, porque esta es una población que está migrando de manera forzada”.
A juicio del abogado, en los Estados receptores no deben aplicarse las políticas migratorias comunes para tratar a esta población. Dado que es una población que se desplaza de manera forzada, “la categoría jurídica que debe valorarse por los Estados de acogida es la de refugiados, con todas las implicaciones que esto conlleva”.
(Ver también: Vuelven las jornadas de Reto País para rescatar a Venezuela)
DDHH y participación ciudadana
Durante el foro Participación Ciudadana: Un país que clama y reclama, el profesor Trujillo dará algunas orientaciones sobre cómo la sociedad puede canalizar peticiones relacionadas con violaciones de derechos humanos y cómo pueden organizarse para reclamar el respeto de sus derechos.
“Es clave que los ciudadanos se informen sobre sus derechos, se organicen desde las comunidades, con los propios vecinos, y hablen o discutan sobre derechos humanos en los distintos grupos a los que pertenecen”, acota Trujillo.
Desafíos: organizarse, exigir y difundir
Para Trujillo, un elemento es indiscutible: “Los derechos humanos no tienen color político, pertenecen al individuo por el solo hecho de ser persona. Todos los tenemos y, por lo tanto, deben ser garantizados a todos”.
A partir de esa premisa, el director del CDH-UCAB considera que “la apuesta de la población tiene que estar enfocada en organizarse para exigir al Estado la emisión de políticas públicas que garanticen la plena vigencia de los derechos humanos en el país”.
“Cuando el cumplimiento es exigido por una colectividad ese reclamo tiene mayor fuerza, y más en un contexto en el que las instituciones son débiles, como sucede en Venezuela. La unión de fuerzas y la organización ciudadana para materializar mejoras respecto a ciertos derechos es fundamental”.