Aunque para muchos la programación y los robots puedan ser un pasatiempo, para Gabriel Terán, estudiante de séptimo semestre de Ingeniería Informática, se ha vuelto una forma de encontrar soluciones a problemas que se presentan en la realidad.

Desde el inicio de la carrera, Terán tenía el deseo de pertenecer al Club de Robótica de la UCAB, creado en septiembre de 1998. Sin embargo, cuando ingresó a la universidad en 2016, a este grupo solo pertenecían alumnos de semestres avanzados que, al graduarse, no dejaron generación de relevo.

Persiguiendo la aspiración de formar parte del mismo, se unió con dos compañeros para conversar con Rafael Lara, director de la Escuela de Ingeniería Informática y miembro fundador del Club, quien los ayudó a reactivarlo en 2018. De esa forma se convirtió en coordinador del Club de Robótica de la UCAB, cargo que ocupa en la actualidad.

“Desde tercer semestre quería pertenecer al Club de Robótica. Para ese momento,  todos los que pertenecían al Club eran de semestres muy altos y cuando se graduaron no quedó generación de relevo hasta que, en quinto semestre lo reactivamos bajo la dirección de Rafael Méndez, Diego Gutiérrez y mi persona. Para reactivarlo hablamos con Rafael Lara, director de la Escuela de Ingeniería Informática y es además uno de los primeros miembros de cuando se creó el Club”.

Para este joven de 20 años no se trataba de perseguir un título, sino de “una oportunidad de crecimiento”. Como coordinador se encarga de la planificación y gestión de los proyectos y explica que, desde que asumió el cargo, tiene la idea de crear proyectos que puedan extrapolarse a la vida práctica, pues en el futuro tiene como meta trabajar para la plataforma de computación Amazon Web Services.

“La idea es hacer proyectos que tengan objetivos viables. Por ejemplo, automatizar procesos. Es hacer algo que se pueda aplicar a la realidad. Me gustaría dedicarme a la ciencia de datos, redes neuronales y servidores. Me encantaría trabajar con Amazon, ya que manejan Amazon Web Services (AWS) y son considerados los mejores en servicios web”.

Terán cuenta con orgullo que desde el club han puesto en marcha, con éxito, varias iniciativas en las que han podido demostrar los conocimientos y habilidades aprendidos en el aula.  Durante la Feria del libro de la UCAB 2018, presentaron un proyecto de robots hechos con legos y circuitos, capaces de seguir líneas y llevar cajas de un lugar a otro. Ahora él y el grupo van por más.

«Actualmente, estamos trabajando en la elaboración de un robot capaz de seguir objetos con determinada forma  y color. El robot va a ser capaz de identificar esos objetos y seguirlos. La idea de este proyecto es crear una transición entre los legos que veníamos trabajando al uso de verdadero hardware».

Indica que muchas veces tuvo que quedarse, junto a los 25 integrantes del Club, hasta altas horas de la noche, trabajando para llevar a cabo las ideas. En este sentido, agradece a sus padres por el apoyo que le han brindado.

“Mis padres siempre me han apoyado en todos los proyectos, ya sean de la carrera o propios. En el primer proyecto debíamos demostrarle a la gente que estábamos activos, muchas veces teníamos que quedarnos hasta las 8 de la noche”.

 

Si bien el Club de Robótica ocupa gran parte de su tiempo, este estudiante se dedica también a la natación, disciplina que practica desde niño, y a los idiomas.

El futuro ingeniero tiene claro que una idea, por muy buena que sea, puede fracasar si no se expresa de manera exitosa. Además, asegura que la parte social de este trabajo es importante. Ha participado, a través del Club, en diversas actividades que conectan a la universidad con las comunidades, como son “Experiencia UCAB” y “Ucabista por un día”.

“Estas son experiencias que permiten que, a través de la muestra de los proyectos, los jóvenes de quinto año se motiven a estudiar aquí. Más que mostrar un proyecto queremos también dar cursos, preparar a la gente en este campo”.

 

En cuanto a su relación con la universidad, Terán la considera “un segundo hogar” y expresa que su estadía en esta casa de estudios lo ha hecho ser lo que es.

“La UCAB es mi segunda casa. Le tengo mucho cariño y con ella tengo sentido de pertenencia. Es un lugar donde más que simplemente crecer como profesional, he crecido como persona. He avanzado y siento que cada vez soy una persona más integral,gracias a todo lo que he vivido aquí, ya sea con profesores, amigos y materias”.

Por último, anima a los ucabistas a instruirse, sentirse parte de lo que hacen y afrontar las nuevas experiencias con mente positiva. “Mi mensaje para los estudiantes es que se preparen, que tengan sentido de pertenencia y que siempre tengan la mejor actitud posible”. 

♦Texto: Albany Díaz/ Fotos: Miguelángel Villamizar