Detrás de cada hecho histórico, de esos que marcan un antes y un después en la vida de los pueblos, hay un sinnúmero de protagonistas, considerados o no por los cronistas, que definen el rumbo de los acontecimientos.
Al reconstruir los sucesos acaecidos en Caracas el 19 de abril de 1810, es obligatorio referirse a la participación de los civiles en este movimiento, el cual tiene su origen en el Cabildo caraqueño integrado por miembros de la nobleza criolla.
La historiografía tradicional describe lo ocurrido en esa fecha desde los albores del Jueves Santo, día en que se consuman los hechos y se conforma la Junta Suprema Conservadora de los Derechos de Fernando VII o Junta Suprema de Caracas.
Nombres como Martín Tovar Ponte, Feliciano Palacios Blanco, José de las Llamozas, Lino de Clemente, Valentín de Ribas, Nicolás Anzola, Isidoro Antonio López Méndez, Dionisio Palacios -todos miembros del Cabildo Municipal- y otros actores independientes como los hermanos Francisco y Fernando Rodríguez del Toro, José Félix Ribas, Francisco Salias, Juan Germán Roscio, Francisco Javier Yanes, Tomás y Mariano Montilla, José Rafael Villarreal, los sacerdotes Francisco José Ribas, José Cortés de Madariaga, José Félix Blanco, Juan Antonio Rojas Queipo, Nicolás Anzola y Dionisio Palacios, entre otros, son los responsables de producir el cambio político que se materializa ese 19 de abril y que deja sin efecto el poder del gobernador y capitán general, Vicente de Emparan y Orbe, y de otros funcionarios administrativos, militares y judiciales.
El rol protagónico de estos personajes se manifiesta antes, durante y después del movimiento. Actividades que van desde la organización de reuniones clandestinas, como la realizada en la residencia del médico José Ángel de Álamo, o la casa de habitación de la familia Montilla, pasando por la preparación de los agitadores que se mueven por toda la ciudad informando a sus partidarios acerca de los planes a seguir, como José Félix Ribas, Francisco Javier Yanes, Francisco Salias y Mariano Montilla, quienes son los encargados de cerrarle el paso al Capitán General y devolverlo al Cabildo, antes de la celebración religiosa del jueves Santo, así como Juan Germán Roscio a quien se le encarga, con otros juristas, la redacción del Acta del Ayuntamiento de Caracas o Acta del 19 de Abril de 1810.
Más allá de la reconstrucción del hecho histórico en sí, es necesario reparar sobre los efectos inmediatos que generó una decisión política como ésta. Un primer impacto se refiere al nacimiento de la prensa independiente, que al lado de la Gazeta de Caracas, ahora en manos de la Junta Suprema, se constituyó en vehículo de propaganda política y trasmisor de ideas modernas. Periódicos como el Semanario de Caracas, Mercurio Venezolano, El Publicista de Venezuela y El Patriota de Venezuela, constituyeron la voz emancipadora y libertaria de esta otrora colonia de España.
Hombres como Miguel José Sanz, Francisco Isnardi, Antonio Muñoz Tébar y Vicente Salias completan el cuadro de civiles que ocupan un lugar primigenio en los albores republicanos. Su destacada labor como fundadores, editores, redactores y precursores del periodismo nacional así lo demuestran.
En este 2020, cuando han transcurrido 210 años de aquel jueves Santo de 1810, es imprescindible desentrañar el pasado y destacar el trabajo estelar de LOS CIVILES, borrando, de una vez por todas, el carácter épico y militar que le ha adjudicado la historia oficial.
♦Texto: María Soledad Hernández. Directora (e) Instituto de Investigaciones Históricas UCAB/Foto: archivo