La experiencia de aprendizaje virtual puede ser «más amena y significativa que la clásica en aulas», sostiene Luis Pompilio Sánchez, profesor de pre y postgrado en la Facultad de Derecho de la UCAB, quien ofrece algunas claves para afrontar con éxito las actividades del período académico en línea

Este lunes 26 de abril se dio inicio en la UCAB el tercer período académico consecutivo en modalidad de presencialidad remota, con la salvedad de que, dependiendo de las condiciones epidemiológicas de la Covid-19, las autoridades académicas podrían llamar al retorno al campus a partir del 14 de junio. Esto según lo establecido en la «Resolución  N° 2 sobre el desarrollo de las actividades académicas en el período abril-agosto 2021».

De acuerdo con el Consejo Universitario, al menos durante la primera mitad del semestre las actividades académicas se desarrollarán a través de Módulo 7 y Aula Virtual, plataformas pedagógicas creadas por la UCAB.

(Ver también: Rector Virtuoso: En la UCAB hemos desarrollado nuestras capacidades pedagógicas para la virtualidad)

 De cara a este nuevo reto, El Ucabista consultó a un experto en la materia. El profesor Luis Pompilio Sánchez es docente de pre y postgrado de la Facultad de Derecho desde 2008 y acumula experiencia sobre la educación en línea desde antes de la pandemia.

Gracias a la plataforma que ofrece el Centro de Estudios en Línea de la UCAB (CEL), tomó un curso titulado «Formación de tutores en línea», su primer acercamiento a esta manera de enseñar. Ya en el transcurso de la crisis sanitaria, Sánchez profundizó su formación mediante el curso «Potenciando mi aula virtual», también del CEL, y una serie de talleres del Instituto para el Desarrollo Económico y Social del Banco Interamericano de Desarrollo (INDES-BID): «Bootcamp virtual para enseñanza remota», «Taller express para la pedagogía en línea» y los cursos de «Estrategias y buenas prácticas en foros» y «Evaluación para el aprendizaje en línea». 

Con este bagaje, el abogado especialista en Derecho Procesal y Derecho Administrativo y doctorando en Derecho de la UCAB ofreció cuatro recomendaciones para profesores y tres para los alumnos. 

 

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A LOS PROFESORES: EMPATÍA Y COMUNICACIÓN CLARA

 

1- Humanizar el proceso lo más posible

Esta es la recomendación más importante, según Sánchez, quien considera esencial «fomentar y cuidar» los canales de comunicación elegidos por los miembros de cada curso para desarrollar sus actividades.

«La comunicación debe ser más cercana y directa que la que se brinda en los cursos presenciales. Con el necesario respeto, el profesor debe sumar a su rol de autoridad y guía una buena dosis de empatía y acompañamiento que, en algunos casos, deberá ser individualizado», dijo.

2- Mantener una comunicación «clara y precisa» 

Para sortear la dificultad de hacer seguimiento al progreso de los estudiantes durante los cursos y para evitar un volumen de solicitudes de asesoría que sobrepase las capacidades del profesor, el profesor cree importante lograr una comunicación efectiva desde el principio del semestre.

«Es necesario que los alumnos dispongan, desde el inicio del curso, de toda la información, clara y precisa, sobre: el contenido del programa; el plan de clases, actividades y evaluación; el método que se empleará para el intercambio y, sobre todo, comunicarles qué se espera de ellos en cuanto a su desempeño», comentó.

3- No perder la interacción entre alumnos dentro de un mismo curso

El docente enfatizó la necesidad de que exista un acompañamiento, no solo de parte de los profesores sino también entre los propios alumnos. Destacó que, al inicio de un curso, es importante revisar y comprender nociones como «aprendizaje colaborativo», «comunidad de aprendizaje» y «aula invertida», puesto que el estudiante debe «entender y ejercer su papel protagónico en el entorno virtual».

«Es importante que los alumnos entiendan y sientan que no están solos y que la experiencia formativa no se limita a un intercambio individual con el profesor, sino que forman parte de un grupo. La interacción entre compañeros no solo es necesaria sino que es vital para un óptimo aprovechamiento de las actividades», añadió.

4- Encontrar el «equilibrio entre herramientas y recursos»

El experto ucabista apuntó que es necesario que el profesor sea creativo y tenga la capacidad de gestionar todas las herramientas digitales y tecnológicas a su disposición, para ofrecer distintas dinámicas de aprendizaje a sus alumnos. Agregó que se deben tomar en cuenta las necesidades y limitaciones de los alumnos a la hora de elaborar planes de clases.

«Los profesores deben ofrecer una gama variada y atractiva de actividades, sin abrumar o demandar de los alumnos más tiempo del adecuado. Se deben flexibilizar las exigencias en asistencia y participación, sin que ello se entienda o se asuma como una dispensa de la necesidad –y obligación- de tomar parte en las actividades y encuentros síncronos; también se debe velar por la rigurosidad y confiabilidad de las evaluaciones sin que se afecten las necesidades de tiempo y seguridad de acceso de los alumnos», puntualizó.

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A LOS ALUMNOS: COMPROMISO Y RESPONSABILIDAD

 

1- Familiarizarse con las plataformas de educación en línea

Sánchez opina que el conocimiento de los jóvenes sobre el plano digital y la destreza para navegar a través del mismo no garantiza un buen desempeño en un aula virtual. Por lo tanto, echarle un vistazo a las secciones y botones, interactuar con el entorno digital y estar al tanto de las posibles actividades que les pueden ser asignadas son prácticas previas al inicio de un curso que pueden dar grandes resultados durante el semestre.

«Los nuevos alumnos deben familiarizarse con la plataforma y con herramientas como foros, tareas, ‘wikis’, entre otras. Además, deben organizar su tiempo y actividades y estar atentos a la planificación del curso pues, por ejemplo, si hablamos de foros calificados, es posible que, además de su calidad, el número y momento de las intervenciones tengan valor asignado, de manera que no participar dentro de los lapsos o fechas fijados puede significar un resultado pobre en la ponderación de la actividad», advirtió.

 

(Ver también: Guía de contingencia académica para profesores y alumnos)

 

2- Evitar malas prácticas dentro del entorno virtual

Asumir que la presencialidad remota conlleva una pérdida en la calidad de la enseñanza, creer que un comentario no tiene relevancia, aislarse del curso, cometer fraude en las evaluaciones o procrastinar son algunas de las conductas que Luis Pompilio Sánchez cree que todo alumno debe evitar durante el desarrollo de sus actividades a distancia.

«Los entornos virtuales ofrecen posibilidades extraordinarias y bien gestionados pueden ser incluso más amenos y significativos que la experiencia clásica en aulas. Sin embargo, tienen también riesgos y tentaciones», enfatizó.

3- Asumir un rol activo

Finalmente, pero no menos importante, el profesor enlistó ciertas prácticas que pueden ser beneficiosas a largo plazo para los estudiantes durante el venidero semestre, entre ellas planificar el tiempo dispuesto para cada actividad, mantenerse atento a los canales de comunicación, intervenir en las sesiones síncronas y preparar los contenidos de cada unidad.

«Retroalimentar al profesor y a tus compañeros, preguntar, responder, cuestionar y manifestar desacuerdo razonado nos ayuda a limpiar nuestras ideas, corregir errores y afianzar lo aprendido. Una discusión honesta y con sincero interés por el conocimiento es mil veces mejor que memorizar contenidos».

♦Texto: Diego Salgado/Fotos: Freepik.es y cortesía de Postgrados UCAB (retrato)