A 210 años de la firma del Acta de Independencia de Venezuela, la profesora e investigadora María Soledad Hernández resaltó la importancia de este acontecimiento y el trabajo realizado por la élite civil de la época para hacer posible los hechos que sentaron las bases del nacimiento de la república

 

«A nombre y con la voluntad y autoridad que tenemos del virtuoso pueblo de Venezuela, declaramos solemnemente al mundo que sus Provincias Unidas son, y deben ser desde hoy, de hecho y de derecho, Estados libres, soberanos e independientes, y que como tal Estado libre e independiente tiene un pleno poder para darse la forma de gobierno que sea conforme a la voluntad general de sus pueblos». 

Esta es parte de la proclama que contiene el acta hecha pública el 5 de julio de 1811, documento mediante el cual los miembros de la élite civil criolla –convocados en un Congreso Constituyente- declaraban el establecimiento de una nación que tenía como base los principios federales y republicanos y dejaba de lado sus lazos con la monarquía española.  Sin embargo, fue el 7 de julio –dos días después- cuando este texto es aprobado y suscrito por todos los miembros que conformaban ese congreso, y el 18 de agosto de ese mismo año cuando se plasmaron las últimas firmas de apoyo a su contenido.

Así lo comenta la historiadora María Soledad Hernández -investigadora del Instituto de Investigaciones Históricas de la UCAB, docente en las escuelas de Comunicación Social y Filosofía, así como del Doctorado de Historia de esta casa de estudios- quien precisa que «es un error pensar que la declaración de Independencia se dio el 19 de abril de 1810″.

Hernández respondió a El Ucabista unas preguntas sobre este acontecimiento, su importancia y relevancia, a 210 años de su conmemoración.

Este año se cumplen 210 años de la firma del Acta de Independencia de Venezuela. ¿Qué sucedió exactamente en esa fecha y cuáles fueron los antecedentes?

“Todo hecho histórico, por ser producto o parte de un proceso, tiene unos antecedentes. El 5 de julio de 1811 tiene sus antecedentes a finales del siglo XVIII, con la conspiración de Gual, España y Picornell (fracasado movimiento insurreccional contra la Corona española promovido desde La Guaira en 1797),  con los proyectos constitucionales y luego, a principios del siglo XIX, con las expediciones de Francisco de Miranda de 1806 (realizadas para intentar iniciar la liberación de América desde Venezuela) y los acontecimientos del 19 de abril de 1810 (cabildo abierto en el que renunció el capitán general,  Vicente Emparan, máxima autoridad de la monarquía en Venezuela), los cuales condujeron a la convocatoria de un Congreso Constituyente, la elección de unos diputados para la redacción de una nueva constitución, hasta llegar al Acta de Independencia, un documento que se hizo público ese 5 de julio de 1811 y en el que se declara la independencia de Venezuela, aunque  el acta fue firmada dos días después por sus redactores, por la representación de los diputados de las provincias que formaron parte de este congreso”.

LA UCAB INVITA A APRENDER SOBRE HISTORIA DE VENEZUELA CON NUEVO CURSO GRATUITO EN LÍNEA

¿Considera que este acontecimiento tiene vigencia actualmente? ¿Cree que es importante su conmemoración?

“Todo suceso histórico tiene vigencia. La historia, en primer lugar, no se termina de escribir, se está escribiendo y reescribiendo constantemente, debido a los hallazgos, a todos los elementos producto de la investigación que pueden ser aportados para esclarecer lo que ocurrió en momentos determinados de nuestra historia. Conmemorar esta fecha es recordar y tener presente los pasos importantísimos que se dieron en el siglo XIX, la labor de una élite de civiles en pro de la independencia de Venezuela, porque ellos sustentaron un sistema republicano de gobierno como el que se instala en la Primera República y dan una carta constitutiva a esa naciente república. Ellos no se quedaron simplemente en el paso de declarar la independencia, sino que la hicieron visible y sentaron sus bases. De hecho, luego de la declaración de independencia y la firma del acta, ese congreso aprueba una Constitución en diciembre de 1811”.

 

¿Cómo se podría relacionar este acontecimiento histórico con la situación actual de Venezuela? ¿O usted considera que no hay punto de comparación?

“En la historia las comparaciones no caben, no funcionan porque realmente el contexto hay que respetarlo, el paso del tiempo no nos permite encontrar elementos de comparación porque no estaríamos haciendo historia, estaríamos especulando. Sin embargo, hay elementos análogos y la importancia y el valor histórico y político de lo que ocurrió el 5 de julio de 1811 tiene que llevarnos a una profunda reflexión: dónde estamos en este momento, hacia dónde vamos y cómo la historia puede servir de modelo con sus debilidades y sus fortalezas… No hay que dejar de lado que el 5 de julio fue posible gracias a un movimiento civil importantísimo. En este momento el elemento civil tiene que permanecer en el escenario de la vida política, porque la vida política es lo civil; los militares tienen su función, que es la seguridad y la defensa, pero los civiles tienen la función de gobierno y política”. 

 

♦Texto: Ángela Solá/Fotos: archivo