Según el Global Entrepreneurship Monitor (GEM Venezuela 2022), 90% de los emprendedores lo hace por necesidad y la gran mayoría de sus negocios tiene poco impacto en la economía. El estudio señala la urgencia de crear una “hoja de ruta” que incluya a empresarios y al Estado para hacer crecer este sector
*Por Pedro Pablo Peñaloza
En un entorno hostil, signado por la crisis económica, la ausencia de políticas públicas favorables a su iniciativa y las dificultades para acceder a financiamiento, el venezolano se lanza al emprendimiento ante la falta de oportunidades laborales, en un mercado que tiende a la informalidad.
La descripción forma parte de las conclusiones del estudio sobre la actividad emprendedora Global Entrepreneurship Monitor (GEM Venezuela) de 2022, elaborado por el Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales de la Universidad Católica Andrés Bello (IIES-UCAB) y el Instituto de Estudios Superiores de Administración (IESA).
La investigación contó con el patrocinio de EY, Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) y Mercantil Banco, y se basó en la realización de una encuesta nacional a 2.218 adultos y un sondeo a 36 expertos del área económica.
El análisis, presentado este miércoles 15 de marzo, señala que cerca de 3 millones de venezolanos (19% de la población adulta del país) están emprendiendo en diferentes etapas. De ese grupo, la gran mayoría (86%) posee emprendimientos en etapa temprana (TEA, por sus siglas en inglés), es decir, tienen negocios nacientes (startups con menos de tres meses en el mercado) o negocios nuevos (con menos de 3,5 años en el mercado), y solo 14% posee negocios establecidos o en parte consolidados (EBO, por sus siglas en inglés), es decir, han sobrevivido más de cinco años en el mercado. Hablando de toda la población adulta del país, aproximadamente 11% tiene emprendimientos nacientes, 5% nuevos y sólo 2,6% posee negocios establecidos.
La encuesta GEM Venezuela 2022 concluye que la principal motivación de los venezolanos para emprender, con un 90% de respuestas afirmativas, es “ganarse la vida porque los empleos son escasos”. Los “emprendedores por necesidad” alcanzan 92% entre quienes tienen negocios en etapas nacientes, suman 86% entre los que tienen una empresa nueva y alcanza a 98% en el caso de los dueños de emprendimientos establecidos.
Una economía frágil
El sociólogo y profesor-investigador del IIES-UCAB, Luis Pedro España, expresó que en los últimos dos años se han registrado “cambios importantes en el mercado laboral venezolano”, a consecuencia de la profundización de la crisis económica y la migración masiva.
España apuntó que el Estado venezolano ha atravesado “una reducción espectacular y pacífica”, con alrededor de 1,5 millones de funcionarios que simplemente dejaron de ir a sus trabajos por los bajos sueldos. “El relativo alto porcentaje de empleo formal en Venezuela estaba constituido por empleo público. Al reducirse el Estado, el sector formal se reduce y probablemente solo mejore en la medida en que se creen nuevas empresas y emprendimientos”, resaltó.
El académico se refirió a las cifras de la última Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (Encovi), que mostró una caída de 15 puntos porcentuales de la pobreza multidimensional en el país en 2022 -ahora 50,5% de los hogares se consideran pobres-, en buena medida por la recuperación de los ingresos, pese a que se amplió la brecha de la desigualdad.
Sostuvo que ese repunte de la economía obedeció “a la liberalización de facto” que impuso el gobierno de Nicolás Maduro; sin embargo, advirtió que ese crecimiento es insuficiente y frágil por la ausencia de políticas públicas.
“Venezuela sigue mostrando niveles bajos de actividad económica, lo cual se debe a la poca oportunidad de empleo y de emprendimiento”, aseveró. “La única posibilidad de qué se incremente el nivel de actividad y disminuya la precariedad del empleo, más allá de que se mantenga el crecimiento económico, pasa necesariamente por una redistribución de las oportunidades por género, ámbitos territoriales y sectores económicos, entre ellos el emprendimiento. Lo cual requiere una política de incentivos sectoriales y de política social que mejoren la empleabilidad de la población en edad activa”, finalizó.
Números desafiantes, poco impacto económico
El estudio GEM Venezuela incluyó una encuesta que se llevó a cabo entre julio y agosto de 2022 con el fin de recabar las percepciones sobre los valores y actitudes emprendedoras de la población adulta (APS, por sus siglas en inglés)
El sondeo apunta que unos 3 millones de venezolanos manifestaron estar involucrados en un emprendimiento naciente, nuevo o establecido. “Existe un gran nivel de motivación para emprender, un alto porcentaje de personas que estarían dispuestas a iniciar un negocio con nivel de confianza y compromiso alto”, observó Luis Lauriño, profesor de Relaciones Industriales de la UCAB e investigador del IIES.
Aunque el porcentaje de la población que emprende subió de 17% a 19% entre 2011 y 2022 (unas 100 mil personas más), Lauriño mencionó que la porción de venezolanos que tienen emprendimientos TEA, es decir, en edad temprana, ha venido cayendo. “En 2011, esta cifra era de 27,3% de la población adulta. En 2022 15,9% de la población dijo tener un TEA”.
La porción de venezolanos con negocios establecidos es solo de 2,6%, pero esta cifra es superior al 1,6% registrado en 2011.
El economista Demetrio Marotta expuso algunos datos relacionados con el tipo de emprendimiento, su impacto en la economía, así como el perfil, ingresos y participación en el hogar de los emprendedores. “Los emprendedores en su etapa inicial están muy motivados y se perciben con un alto talento emprendedor -83% considera que tiene el conocimiento, la habilidad y la experiencia necesarios para iniciar un nuevo negocio”, dijo.
Comento que, según el sondeo, la diferencia de género está a favor de las mujeres en los emprendimientos establecidos (54%), mientras que en las etapas iniciales la distribución es más paritaria. Igualmente, los emprendedores TEA son mayormente adultos entre 35 y 54 años de edad, con niveles educativos superiores en la medida en que superan etapas y mayormente ocupados, a tiempo total o parcial.
El investigador agregó que, según la encuesta, más de la mitad de la población adulta venezolana -53%- cree que es fácil iniciar un negocio en Venezuela, 64% ve buenas oportunidades para iniciar un emprendimiento en los próximos seis meses en su área de residencia y 29% espera comenzar un negocio en los próximos tres años. “Sin embargo, 33% confesó que no iniciaría un negocio por temor a fracasar”, precisó.
En cuanto a ingresos, los emprendedores TEA y Establecidos son menos pobres en términos monetarios que el resto de la población. Asimismo, las personas con emprendimientos nuevos y/o establecidos tienen mayor probabilidad de ejercer la jefatura de hogar y, en general, todos los emprendedores tienen mayor propensión a tener varios empleos, principalmente los TEA.
Marotta explicó que, según el GEM Venezuela 2022, los emprendimientos en edad temprana del país (es decir, la mayoría) tienen poco impacto en la economía: 84% cuentan con uno o dos socios, 81% tienen entre uno y cinco empleados y solo 2% tienen expectativas de contratar 6 o más empleados en los próximos 5 años. “71% de los negocios están orientados al consumidor final, 95% de los emprendimientos no exportan, 62% solo tiene alcance en el mercado local, 77% no ofrece productos o servicios innovadores y casi la totalidad (97%) tiene nulo o bajo nivel tecnológico”, refirió.
El entorno no ayuda
El consultor del Centro de Innovación y Emprendimiento del IESA, Aramis Rodríguez, explicó que el GEM Venezuela 2022 también supuso la elaboración de una encuesta nacional de expertos (NES por sus siglas en inglés) en la que participaron 36 especialistas del sector. Dijo que los consultados evaluaron 13 tópicos sobre el entorno emprendedor del país, desde facilidad de financiación hasta políticas gubernamentales de impuestos, pasando por facilidades para entrar en el mercado, nivel educativo empresarial y apoyo cultural. Los datos fueron comparados con lo que ocurre a escala global y de América Latina.
El análisis determinó que Venezuela está muy por debajo de la media mundial y regional en lo que respecta a “Políticas concretas del gobierno, prioridad y apoyo”, “Políticas gubernamentales: burocracia e impuestos” y “Programas gubernamentales” que incentiven la actividad de los emprendedores.
Una situación similar se presenta al examinar los factores “Facilidad de financiamiento para los emprendedores” y la “Suficiencia del entorno financiero relacionado con el espíritu empresarial”, al igual que en el “Nivel de formación empresarial en Primaria y Secundaria” y en el “Nivel de Transferencia de Investigación y Desarrollo”.
En cuanto a la “Apertura del mercado interno: facilidad de entrar”, los expertos consideran que la realidad venezolana es parecida a la que se vive en América Latina; no obstante, Venezuela cae nuevamente al medir las “Infraestructuras físicas y acceso a los servicios”, así como el “Acceso a infraestructuras profesionales y comerciales”.
En contraste, el país está al nivel de la región y el mundo al observar el “Nivel de formación empresarial, profesional y vocacional: ‘College’ y Universidad”, y en “Apoyo cultural, normas sociales y sociedad”.
El único factor donde Venezuela está por encima de todos es en la “Apertura del mercado interno: dinámica y oportunidad”. “Ese es el tópico más alto porque 2022 fue mejor si se compara con años anteriores. Pero, en general, Venezuela está muy por debajo en casi todas las variables. Los emprendedores son víctimas del ecosistema, aunque echan hacia adelante. Tenemos materia prima, pero no tierra fértil”, sintetizó Rodríguez.
Venezuela en el mundo
Pese a los obstáculos, los profesores del Centro de Innovación y Emprendimiento del IESA, Patricia Monteferrante y Edwin Díaz, comentaron que Venezuela no está mal posicionada en materia de emprendimiento en el mundo. Aunque no está, ni de cerca, entre los 5 mejores países para emprender, en la tabla que registra la tasa de actividad emprendedora temprana en el planeta, Venezuela ocupa el puesto 15 en una lista de 49 países.
En contraste, Venezuela se ubica en el penúltimo lugar entre nueve países latinoamericanos, solo por encima de México y siendo superada por Guatemala, donde un 29,42% de la población adulta tiene un TEA; Colombia (27,96%) y Panamá (27,87%).
La ubicación de Venezuela se desploma al hablar de porcentaje de la población con negocios establecidos. Entre los 49 países evaluados en el GEM, Venezuela se sitúa en la posición 47. “Somos buenos, con ideas, pero nos cuesta dar el salto. Escalar es el gran tema”, comentaron.
Ambos enfatizaron que el objetivo debe ser convertir el “emprendimiento por subsistencia” en uno de tipo “dinámico”, que impacte positivamente en el crecimiento del país al crear empleo, promover las exportaciones y producir riquezas.
“Las cifras de Venezuela en materia de emprendimiento son comparables con países que cuentan con un importante movimiento emprendedor. Sin embargo, nuestros emprendedores lo hacen en un entorno muy poco favorable e incluso hostil…Nuestros emprendedores venezolanos son unos héroes”, concluyeron los expertos.
Hoja de ruta
El vicerrector administrativo de la UCAB, Gustavo García Chacón, destacó que los resultados del GEM Venezuela 2022 revelan que existe “una gran cantidad de emprendimientos por necesidad, centrados en el comercio y en el consumidor final, y con poca formación profesional”.
García Chacón comentó que, a partir de los datos del informe, es urgente trabajar en la definición de una “hoja de ruta” para acompañar y respaldar a los emprendedores, con el fin de lograr su sostenibilidad en el tiempo. “Entre los emprendedores venezolanos hay un gran optimismo que viene de la gran motivación que tienen, pero hace falta reconocer las dificultades y lograr mayor nivel de madurez para poder avanzar y crecer”, comentó.
Para tal fin, indicó que es imprescindible poner en marcha acciones prioritarias, entre ellas el fortalecimiento de la formación y asesoría desde las instituciones educativas, la promoción de “fórmulas de financiamiento novedosas” a través de la banca nacional, multilateral y los fondos de capital de riesgo; el involucramiento del empresariado y, fundamentalmente, la acción del Estado venezolano.
“En el marco de una labor de incidencia con los hacedores de políticas públicas, tenemos que seguir llamando a los representantes del Estado para compartir estos datos y sugerirles acciones. Hay una intención gubernamental de atender a este sector, pero tenemos la necesidad de construir en conjunto para impulsar los emprendimientos y hacerlos sostenibles”, concluyó.
Sobre el GEM
El Global Entrepreneurship Monitor es un observatorio internacional que mide el nivel de actividad emprendedora en cada país, analiza los factores que inciden sobre ella y recomienda políticas públicas. El estudio, de carácter anual, se inició en el año 1999, por iniciativa de la London Business School (Reino Unido) y el Babson College (Estados Unidos).
De la mano del IESA, Venezuela participó durante cinco años en la encuesta mundial (2003, 2005, 2007, 2009 y 2011) y se reincorporó en 2022, gracias a un convenio de colaboración con la UCAB. En la edición más reciente, el sondeo evaluó la situación del emprendimiento en 49 países, nueve de ellos latinoamericanos.
El resumen de resultados del GEM Venezuela 2022, así como su ficha técnica y metodología, está disponible, para descarga y consulta, haciendo clic en el siguiente enlace:
El video de la rueda de prensa de presentación del informe está disponible en el canal de YouTube de la UCAB, haciendo clic aquí:
♦Texto: Pedro Pablo Peñaloza/Fotos: Manuel Sardá