No es su único logro estar entre los tres primeros talentos que concurrieron al llamado de la Ausjal (Asociación de Universidades Confiadas a la Compañía de Jesús en América Latina) para desarrollar un trabajo bien ambicioso, escribirlo y enviarlo. Ha destacado, además, en otros desafíos y participa en varias publicaciones venezolanas. Promete hacerse un lugar en el abigarrado mundo de la literatura local, quizás, universal.

Carlos Egaña es estudiante de segundo año de Letras y su ensayo Junto a una fuente lo hizo ganador del tercer lugar en el concurso de ensayos La promoción de la justicia en las universidades de la Compañía de Jesús, el cual se abrió a propósito del aniversario número 30 de la Ausjal.

Egaña se describe como “satírico por excelencia” en su cuenta de Twitter @EgaManWW. Escribe para el «Papel literario» de El Nacional y para la revista Prodavinci. También ha sido ganador del tercer Concurso de narrativa para liceístas (2012), de la Casa Nacional de las Letras Andrés Bello y del concurso Letras libres (2014), de la ONG Un Mundo sin Mordaza. Además, obtuvo el segundo lugar en el concurso de poesía Araguaney (2015), de la USB.

Comenta haberse enterado de la convocatoria de la Ausjal gracias a los afiches que se encontraban pegados en las paredes de la UCAB desde finales del período académico pasado. “Siempre me ha interesado el tema de la justicia social y, aunque en este caso era enfocado en las universidades jesuitas, me pareció un reto interesante y decidí escribir algo en vacaciones”.

 

JUNTO A UNA FUENTE

El nombre de este ensayo proviene de un verso de Ernesto Cardenal, poeta y exsacerdote nicaragüense a quien considera un personaje excepcional de Latinoamérica. Egaña inicia el texto con una ubicación contextual de lo que ha sido el esfuerzo de la Compañía de Jesús en el tema de la educación en general y, a medida que avanza, narra el devenir de la UCAB, resaltando logros y fallas de esta casa de estudios y planteando una propuesta implícita de cómo mejorar.

“Cuento bastante sobre el tema de becas y ayudas económicas, lo cual me parece un esfuerzo importante que ha hecho la universidad; por otra parte, critico algo de lo que es el voluntariado, que me parece que no ha sido lo suficientemente efectivo”.

Posteriormente, Egaña explica cómo ha sido el rol de la universidad en el contexto político del país —tomando en cuenta que inevitablemente la universidad y el estudiantado siempre incomodan a todo tipo de gobierno, autoritario o no— ya que considera interesante presentar cómo se ha manifestado la UCAB frente a las acciones del gobierno.

Finalmente, el último segmento de Junto a una fuente es, en palabras del estudiante, “una especie de moraleja o conclusión un poco experimental” en la cual habla de que el estudiantado ha de ser una fuente para el tronco que es la universidad, de manera que su alcance no llega a ningún lado si no tiene esos nutrientes de los miembros que se forman en ella.

 

PRESENTE Y FUTURO

Egaña es aficionado a los libros desde pequeño. “La lectura es un arte adquirido”, afirma quien se considera fiel lector de autores como Walter Benjamin, Roland Barthes, Roberto Bolaño, Rafael Cadenas, Vicente Huidobro y Bertolt Brecht.

El 30 de octubre era el día elegido para anunciar el veredicto. El participante confiesa haber estado ansioso: “Ese día estuve revisando los medios para ver qué tal, porque realmente sentí que hice un esfuerzo interesante en este ensayo”. La noticia llegó en un email de la directora del Secretariado de Relaciones Internacionales, Lizbeth Sánchez: “Fue electo ganador del tercer lugar del concurso de ensayos”.

“Los concursos en los que participé anteriormente eran menos importantes que este. Empezando porque este es internacional, con un jurado muy diverso: tres representantes de otras universidades de Ausjal, un rector y la secretaria ejecutiva de la organización. No es lo mismo que te lea alguien de tu mismo país en el cual puedes dejar implícitas muchas cosas, a que te lean en otros países”, comenta.

Para el joven, el ensayo es un género intimidante y fascinante al mismo tiempo. Considera que requiere una estructura más fina y estructurada que el cuento o la poesía: “Cuando escribo un ensayo sé más o menos de qué voy a hablar en cada párrafo; cuando escribo un cuento, hago que las cosas fluyan bastante… Y, un poema, es todo fluir. Me parece que el ensayo da bastante espacio para experimentar”.

En marzo del año pasado inició un texto sobre el artista Rolando Peña. Comenta que su intención es realizar una especie de biografía ficcionada, la cual ya casi culmina. Tiene varios poemarios y una compilación de cuentos a la espera de ser publicados. Además, confiesa que le gustaría seguir escribiendo ensayos sobre temas como el arte cinético en relación con la política, la novelística actual venezolana y la educación: cómo se ha manejado y cómo se debería manejar.

♦ Noor Pérez

De izquierda a derecha: la secretaria general, Magaly Vásquez; el rector, Francisco José Virtuoso; el estudiante Carlos Egaña; la secretaria general de Ausjal, Susana Di Trolio; el vicerrector académico, Gustavo Peña; el vicerrector de Identidad, Desarrollo Estudiantil y Extensión Social, Néstor Luis Luengo