En Venezuela, son 125 sacerdotes y 20 mil colaboradores esparcidos por todo el país los que dan vida a la Compañía de Jesús. Sus 18 obras abarcan no solo el acompañamiento pastoral y espiritual a través de parroquias eclesiásticas, sino también una red de organizaciones que trabajan en educación, acción social y comunitaria, apoyo vocacional juvenil y formación sacerdotal.

El movimiento de educación popular Fe y Alegría, la Universidad Católica Andrés Bello, la Universidad Católica del Táchira, el Centro Gumilla, el Colegio San Ignacio, el Servicio Jesuita a Refugiados, Fundación Causa Amerindia Kiwxi y el Movimiento Juvenil Huellas son solo algunas de las instituciones adscritas a esta congregación, todas con un fecundo trabajo reconocido por la sociedad venezolana y, particularmente, por las comunidades en las que están inmersas y a las que sirven.

Con el fin de guiar la labor que la Compañía y sus obras desarrollarán durante los próximos seis años, este mes de noviembre fue presentado oficialmente el Plan Apostólico 2021-2026, el cual servirá como hoja de ruta para seguir cumpliendo la misión fundamental de la organización.

“Queremos ser reconocidos como constructores de paz, defensores de la cultura democrática y de los DD.HH., y como un cuerpo apostólico unido, que pone el interés del país y su población por encima de intereses particulares, que trabaja por la reconstrucción de tejido social, la reinstitucionalización del país y la reinstauración de referencias humanas y espirituales”, se lee en la introducción de este  plan, elaborado por el Equipo Provincial de Discernimiento y Planificación Apostólica, designado en 2017 para este fin.

El proyecto se basa en las Preferencias Apostólicas Universales (PAU) establecidas por el superior general de la Compañía de Jesús, Arturo Sosa, y aprobadas por el papa Francisco.

“Las preferencias apostólicas se han convertido en un horizonte de discernimiento en común que hace posible orientar la planificación apostólica de los recursos de la Compañía en todos sus niveles”, ha señalado el padre Sosa en el documento “Discernimiento y Preferencias Apostólicas Universales”.

El Plan Apostólico 2021-2026 de la Compañía de Jesús consta de ocho objetivos estratégicos:

  1. Acompañar a los pobres, víctimas, descartados del mundo y vulnerados en su dignidad, para que se constituyan en verdaderos sujetos personales, sociales y eclesiales, a partir de sus identidades y culturas.

  2. Contribuir al fortalecimiento de una sociedad civil justa, democrática, solidaria y sustentable, desde la experiencia de la fe.

  3. Promover la espiritualidad ignaciana como aporte específico de la Compañía de Jesús a la Iglesia en Venezuela

  4. Apostar por los jóvenes y las vocaciones, fortaleciendo tanto la formación de los escolares y hermanos jesuitas como la Pastoral de Juventud y Vocaciones

  5. Colaborar en el cuidado de la Casa Común, construyendo modelos alternativos de vida basados en el respeto a la creación y un desarrollo sostenible.

  6. Promover la incorporación de laicas(os), religiosas(os) y sacerdotes a la gestión de las obras y redes apostólicas.

  7. Impulsar el discernimiento, la planificación apostólica, la evaluación periódica, la colaboración y el trabajo en red en la gestión de la Provincia y sus obras apostólicas.

  8. Mejorar los procesos de gestión para el desarrollo eficiente y sostenible de las obras apostólicas y comunidades.

Estos objetivos también fueron pensados con la mirada puesta en el contexto venezolano y la contribución de la Compañía de Jesús a superar la crisis nacional.

“Este contexto nos presenta numerosos retos a los venezolanos y de modo especial, a los que hacemos vida directa e indirectamente en las comunidades, obras, redes y áreas apostólicas de la Compañía de Jesús en Venezuela. Entre otros, la necesidad de reencontrarnos como sociedad, y reconciliarnos, tendiendo puentes para el entendimiento y la convivencia; reconstruir la institucionalidad democrática, tomando como referente la Constitución de 1999; profundizar la politización democrática de la población, apoyando la organización comunitaria y demás formas de asociación intermedia, fortaleciendo el tejido social y su articulación; propiciar la cooperación internacional solidaria que apoye la transición hacia la democracia y la construcción de la estabilidad social y económica; acompañar de cerca a todas las víctimas de la actual situación, procurar canales efectivos de ayuda y asistencia humanitaria integral y contribuir a fortalecer la dignidad y esperanza del pueblo venezolano; así como rechazar todas las formas de violación de los derechos humanos y toda forma de manipulación del poder político”.

 

 

Otro de los elementos más destacados es que el Plan Apostólico 2021-2026 contempla una serie de 65 indicadores de procesos, que buscan garantizar el seguimiento al cumplimiento de las metas en las distintas iniciativas estratégicas para, con ello, apoyar la eficiencia en la gestión  y uso de los recursos y procurar la sustentabilidad de las obras.

“La invitación es en primer lugar, a asumir el discernimiento en común como modo de buscar y hallar la voluntad de Dios, y la planificación como forma de llevar adelante ordenadamente las decisiones que suponen el discernimiento”, comentó el padre general Arturo Sosa, según reseña el propio documento.

 

El Plan Apostólico 2021-2026 de la Compañía de Jesús en Venezuela está disponible para su descarga y lectura, haciendo clic en el siguiente enlace: https://bit.ly/36x4mHa

♦Texto: Efraín Castillo/Fotos: https://www.jesuitasvenezuela.com/