Luego de tres días de análisis y discusión entre 51 laicos y sacerdotes (19 de ellos jesuitas) reunidos en Lima, Perú, la Conferencia de Provinciales Jesuitas en América Latina y El Caribe (CPAL) emitió un comunicado, manifestando su preocupación ante la situación que atraviesa Venezuela.

«El dolor y la miseria creciente del pueblo venezolano, dentro y fuera de su país, nos entristece y nos interpela. Somos conscientes de que las causas que han llevado al deterioro de la democracia y las condiciones de vida del pueblo venezolano son de vieja data en Venezuela; con todo, la actual situación de miseria y quiebre de la institucionalidad de la democracia es éticamente intolerable y políticamente insostenible», se lee en el «Mensaje a todos los compañeros del cuerpo apostólico», publicado el pasado 07 de marzo.

El documento resume las conclusiones y acuerdos del Seminario Latinoamericano «Búsqueda de Alternativas Políticas a la crisis venezolana», actividad que se llevó a cabo del 04 al 06 de marzo en la capital peruana, por convocatoria de la CPAL, con el apoyo de la Universidad Católica Andrés Bello y la Universidad Antonio Ruiz de Montoya, la cual fungió como anfitriona del encuentro.

De acuerdo con el texto, los más de 50 participantes del seminario (entre quienes estuvo el rector de la UCAB, Francisco José Virtuoso) deliberaron sobre tres grandes preguntas: ¿cuál es el papel de los diversos actores sociales, políticos y armados en la coyuntura venezolana?, ¿cuál es la postura de los países y bloques transnacionales de poder que inciden en la crisis del país? y ¿cuál debe ser el aporte y la ruta de actuación de la Compañía de Jesús a partir de los diversos escenarios probables?.

En el mensaje, la CPAL respalda las denuncias efectuadas por los obispos de la Conferencia Episcopal Venezolana, quienes el pasado mes de enero acusaron la existencia en el país de «un régimen de facto, sin respeto a las garantías previstas en la Constitución y en los más altos principios de dignidad del pueblo».

Así mismo, los participantes en el seminario ratificaron su compromiso jesuita como  «mensajeros de la reconciliación en la justicia y de la esperanza» y acordaron acciones en distintos ámbitos, incluyendo rechazar «todas las formas de violar los derechos humanos, y toda manipulación del poder político que pretenda imponer un orden que no reconozca el disenso, la pluralidad… y las libertades civiles y políticas» consagradas en la Constitución; apoyar y atender a los migrantes venezolanos en los países que forman parte de la CPAL, y  «contribuir en reducir la desinformación, los prejuicios y la polarización que existe en la opinión pública» sobre la realidad venezolana, a través de un trabajo de investigación, enseñanza, divulgación y divulgación en los centros apostólicos de la región.

De igual forma, los asistentes al seminario valoraron los esfuerzos que lleva adelante la comunidad internacional para contribuir a la solución de la crisis, pero exhortaron a que las medidas de presión no empeoren las condiciones de vida de los venezolanos.

«La ayuda que se requiere para la solución de los problemas actuales de Venezuela amerita que las medidas de presión que se ejerzan desde el exterior deben ser pensadas de manera que no causen más daño a los que sufren y son afectados por el mal que se pretende corregir. Éticamente no es correcto ni bueno combatir un mal con otro mal que signifique empeorar la situación de miseria, exclusión y explotación de los pueblos, especialmente de los pobres e indefensos».

A continuación, el texto íntegro del comunicado, firmado por el sacerdote jesuita Roberto Jaramillo Bernal, presidente de la CPAL. El documento puede ser descargado para su lectura haciendo clic aquí:

♦Foto apertura: Diario Las Américas