Este viernes 28 de octubre falleció nuestra compañera Teodomira Olivier (La Morocha), quien durante 41 años fue colaboradora de la Biblioteca de esta casa de estudios y del Centro Cultural Padre Carlos Guillermo Plaza, s.j. A continuación la recordamos con una  entrevista publicada en este medio, en enero de este año:

Todos la conocen como la «Morocha de Biblioteca», pero su nombre es Teodomira Olivier, de 65 años. Ella ha dedicado cuarenta años a cuidar, mantener y, como dice ella, “corretear” a los estudiantes para recordarles las normas sobre el uso de las instalaciones, primero en la antigua Biblioteca Central y ahora en el Centro Cultural Padre Carlos Guillermo Plaza.

Teodomira entró a trabajar en la UCAB el año 1975 por recomendación de su hermana gemela Chalola Olivier, quien falleció hace seis años, desde ese entonces nadie la ha podido sacar de los pasillos de la Biblioteca. La «Morocha» comenta, entre risas, que cuando llegó a la universidad fue bautizada por el padre Gustavo Sucre, y que por esta razón no envejece.

Olivier nació en Río Caribe, estado Sucre, donde vivió su infancia, la cual describe como humilde pero con mucho amor, junto a sus cinco hermanos (dos varones y tres hembras) y a su madre, que murió a los 97 años de edad. Recuerda que su padre dejó a su madre cuando nacieron sus hermanos, pero que esto no impidió que se convirtieran en hombres y mujeres de bien. A los 18 años, la «Morocha» se mudó a Caracas, en ese entonces residían en el 23 de Enero, una zona que describe como lo contrario a lo que es ahora. Desde hace cuarenta y ocho años vive con su hermana Beatriz Olivier en El Paraíso. Con respecto al matrimonio, Teodomira comenta que tuvo muchos enamorados, pero que ninguno logró desposarla.

En mi libro de vida no estaba escrito el matrimonio.

Ella se describe como coqueta, jovial, amigable, le gusta hacer amistades en las paradas y en los autobuses, gracias a su personalidad alegre y social. Como dato adicional, y como toda oriental, se define como “bonchona”. Además es muy católica, por lo que asiste a misa todos los días a las 6:30 am en la Capilla Universitaria.

Teodomira, en contraste con la Venezuela de hace cuarenta años, destaca que no había la pronunciada delincuencia que hay hoy en día. Tampoco el ambiente de tensión y estrés. Lo que más añora es la paz que respiraba de joven. Comenta:

Ya vendrán cosas nuevas y mejores; Dios no nos deja solos.

Este año la condecorarán por sus cuarenta años de servicio, por lo que agradece a su segunda casa por tantos momentos de alegrías, enseñanzas y cariño.

Aunque me vaya, seguiré visitando la UCAB.

♦ LEM