Desde el punto de vista de la gestión del talento humano, una organización saludable es aquella que consigue captar, capacitar y retener a sus empleados y logra objetivos tanto para ella como para su fuerza laboral.
Para retener a los trabajadores, toda organización debe considerar varios aspectos: programas de higiene y seguridad laboral, ambiente de trabajo, paquete de compensación monetaria y salario emocional; todo esto con el fin de asegurar la calidad de vida de los colaboradores y mantenerlos motivados, para que agreguen valor a la organización y participen activamente en la consecución de los objetivos.
¿En qué consisten la salud y la seguridad laboral?
La salud y la seguridad laboral constituyen temas de suma importancia, ya que la planificación y aplicación de programas en estas áreas fomentan el bienestar físico, mental y social de los trabajadores, previene externalidades negativas, protege a los trabajadores en los diferentes lugares de desempeño, coloca y mantiene al personal en un entorno saludable y facilita la adaptación a las actividades diarias.
Son muchos los riesgos que pueden presentar los trabajadores en sus áreas de desempeño, algunos atentan contra la salud física o psicológica, tanto si se desenvuelven al aire libre (ejemplo, trabajos de agricultura) o en un ambiente de oficina.
Las malas condiciones de trabajo pueden ser responsabilidad de la empresa, del Estado y/o del mismo empleado, por lo que cada uno de estos actores debe estar al tanto de las políticas, medidas preventivas, de protección y mitigación de riesgo y conocer las acciones correspondientes en caso de que ocurra alguna eventualidad en el desempeño de las tareas.
Acompañamiento y salario emocional
En las organizaciones, una parte importante del trabajo de los gerentes de línea es supervisar las personas que tienen a su cargo. Este seguimiento es fundamental, ya que los empleados enfrentan contingencias internas y externas, problemas familiares, económicos, de salud, dificultad para transportarse o compromisos de última hora, los cuales, en ocasiones, pueden volverse un dolor de cabeza y traer consecuencias en la productividad.
Para que estas externalidades negativas no repercutan en la organización, es recomendable que la misma proporcione ayuda a los trabajadores para enfrentar estas situaciones.
Existen empresas que llevan a cabo programas de asistencia o apoyo al empleado, los cuales buscan simplificar o apuntalar la vida del trabajador y la de su familia.
Estos programas suelen incluir asistencia psicológica, apoyo legal, apoyo financiero, gestión de crisis, entre otros, lo que permite el aumento de la productividad del trabajador, mejora el clima laboral y aumenta el compromiso con la organización.
Y es que más allá del salario monetario, una compensación total del trabajador incluye retribuciones de otro tipo, como el desarrollo profesional y las políticas de conciliación entre la vida personal y la laboral. Esto es lo que se conoce como salario emocional.
Hacer del lugar de trabajo un espacio para el entendimiento saludable hace que los empleados se sientan comprometidos, sean más productivos, estén a gusto con las tareas que desarrollan y se impliquen más con la organización.
♦Mauren Rebolledo/Estudiante de Administración
*Este escrito fue elaborado para la cátedra Gestión del Talento Humano de la Escuela de Administración. El Ucabista invita a los alumnos de la universidad que deseen compartir sus opiniones sobre algún tema de actualidad a enviar sus artículos al email efcastil@ucab.edu.ve. La coordinación editorial evaluará su publicación como parte de esta tribuna.