En un ecosistema de medios en crisis, debido al control gubernamental, la censura y las fake news, la jefa del Departamento de Periodismo de la Escuela de Comunicación Social de la UCAB pide a la ciudadanía seguir a profesionales que produzcan contenidos de calidad, para lo cual llama a las universidades a profundizar la formación crítica de quienes desean ejercer el periodismo

El 27 de junio 1818 la historia del periodismo en Venezuela comenzó a escribirse en las páginas del Correo del Orinoco. Desde 1965, la fecha está consagrada oficialmente en el país a rendir homenaje a quienes se dedican a la búsqueda de la noticia (bien sea oral o escrita) con el objetivo de informar a una audiencia cada vez más global.

El Día del Periodista también es propicio para revisar y reflexionar acerca de cómo se encuentra la profesión y las claves de su formación en las universidades. Con ocasión de esta efeméride, la profesora Vanessa Peña Rojas –jefa del departamento de Periodismo de la Escuela de Comunicación Social de la UCAB- señaló que celebrar el Día del Periodista es imprescindible, incluso en un contexto complejo como el actual.

«Yo creo que esta coyuntura nos permite recordar que, en medio de la desinformación y de tantas dificultades de la gente para acceder a la información pública, nosotros somos los garantes de que esa información pueda llegar y somos quienes estamos allí iluminando el camino para que la gente pueda no solamente mantenerse informada, sino también tomar mejores decisiones para su vida», dijo la licenciada en Comunicación Social ucabista.

Para Peña, el gremio de periodistas venezolano es uno comprometido y, por ello, sigue «en pie de lucha» a pesar de la crisis. Insistió en que cada 27 de junio recuerda el valor que, para el colectivo, tiene quienes ejercen en el área.

«Nosotros los periodistas somos profesionales indispensables para la sociedad. Siempre vamos a necesitar periodistas para que informen, comuniquen noticias; es una figura que siempre va a estar en la sociedad y que siempre tiene que ejercer de la manera más ética», puntualizó la profesora.

Precisamente por esto, la también magíster en Literatura Comparada señaló que, desde la UCAB, la apuesta por formar a periodistas comprometidos con la verdad, la democracia y el país sigue firme, no solo desde los estudios de pregrado, con la carrera Comunicación Social y su especialización en Periodismo, sino también desde el postgrado, con la nueva maestría en Periodismo y el recién abierto doctorado en Comunicaciones en la Sociedad del Conocimiento.

«Creo que tenemos la mejor escuela de Comunicación Social porque hemos sido muy celosos en la escogencia de nuestro personal docente, nos hemos preocupado por que realmente los formadores de nuestros periodistas sean los mejores, sean profesionales comprometidos con el ejercicio del libre periodismo. Además, que tengan una visión crítica y académica. Se trata de profesionales que puedan formar a los jóvenes en toda su dimensión y de una manera humana. En la Escuela de Comunicación Social de la UCAB nos hemos propuesto también ofrecerle al periodista en formación una visión integral y altamente competitiva. Le hemos dado a esta carrera mucha proyección, nos hemos preocupado porque el plan de estudios sea no solamente muy robusto y muy sólido, sino también que se adapte a los nuevos tiempos y prepare a un periodista íntegro, ético, con sentido del deber y con compromiso social», sostuvo la también periodista digital.

(Ver también: Comunicación Social UCAB renueva su pensum. Ahora la carrera se cursará en cuatro años)

Los periodistas deben buscar la verdad pese a las dificultades

Vanessa Peña Rojas se refirió a diferentes temas que giran en torno al quehacer periodístico hoy día en Venezuela. En primer lugar, señaló que, desde su labor como docente universitaria, intenta alentar siempre a sus alumnos para que vean más allá de las adversidades y sigan su camino formativo. «Es la generación de relevo. Y muchos tienen ese amor, vocación y ese deseo de ejercer en su país», afirmó.

-¿Cómo mira la actual crisis en el ecosistema de medios en Venezuela?

«Estamos transitando una crisis muy compleja y la situación se agrava cada día más (…) Lo principal es que hay menos medios independientes y los pocos que hay -los que ofrecen una mirada crítica del gobierno- son censurados, sometidos a control excesivo, callados, amordazados por ese control gubernamental. Y el músculo financiero de muchos de estos medios está debilitado. Entonces, hacen un gran esfuerzo por salir adelante, por mantener a su personal, por mantenerse en pie, pero lo cierto es que esos esfuerzos no terminan de dar sus frutos. De hecho, muchos portales no dejan de ser un emprendimiento, no pasan a ser medios rentables en los que haya mejores condiciones laborales para los periodistas, eso desde el punto de vista económico, desde los espacios que los periodistas tenemos para para trabajar, ejercer y para vivir dignamente. Por otro lado, está el tema de la censura y la autocensura que es parte de esa situación compleja en el ecosistema de medios; hemos visto que se han cerrado muchos espacios, pero se han abierto otros muy dignamente y el trabajo se sigue haciendo por todas las vías posibles».

-A su juicio, ¿hoy día hay medios que sí están realizando un trabajo serio que propone la búsqueda de la verdad a pesar de todo? ¿A cuáles destacaría? 

«Hoy en día hay medios que sí están realizando un trabajo serio que propone la búsqueda de la verdad a pesar de todo. Bueno, yo creo que sí los hay, pero son pocos. Yo en esta pregunta, tendría que destacar portales de noticias, que son espacios que han surgido como consecuencia de esta crisis, y de esta dificultad para acceder a la información pública. Destacaría, por ejemplo, Runrunes, un portal que no solamente se ha dedicado a hacer investigación, sino que también hace un trabajo importante desde el punto de vista de la información que circula a diario. El Pitazo también es otro de los medios que está dando la pelea actualmente y que lucha por mantener a la sociedad informada; El Estímulo y Efecto Cocuyo también están haciendo un trabajo significativo. Mencionaría Crónica Uno, el trabajo de Tal Cual y de los portales de investigación como Armando.info, que es una es una ventana importante. Es decir, sí hay espacios, pero no podría incluir, por ejemplo, en esta lista a medios tradicionales ni a medios televisivos o radiofónicos. Yo creo que la búsqueda de la verdad -pese a todas las circunstancias y pese a la adversidad- esa bandera la enarbolan perfectamente los portales los medios electrónicos».

-¿Cree que actualmente hay desinterés en las nuevas generaciones por enterarse de lo que acontece en el país y fuera de él?

«Sí. Definitivamente hay una especie de apatía, o no sé si llamarlo desesperanza en estas nuevas generaciones. En los estudiantes yo lo veo desde hace varios años, lamentablemente. Y no quiero sonar desalentadora, mi mensaje para nada va en esa vía. Estando a cargo del Departamento de Periodismo, yo lo que más deseo es que cada día haya más jóvenes interesados en ejercer el periodismo, en formarse como periodistas. Sin embargo, creo que la situación tan crítica del país de alguna manera ha calado tanto en la sociedad -y en especial en estos jóvenes- que los ha desmotivado mucho, los ha desmovilizado. Pero, por otro lado, también los ha hecho más apáticos y poco interesados con lo que sucede. Creo que ellos están viendo desde hace varios años un entorno tan conflictivo y de tanta amenaza que, evidentemente, se preguntan  ¿Quién quiere exponerse a eso? ¿Quién quiere vivir en un estado de permanente zozobra, incertidumbre, angustia? (…) Sin embargo, sí hay estudiantes, jóvenes, que todavía están dispuestos a ejercer el periodismo, a formarse como periodistas y -sobre todo- a dedicarse al trabajo de esta noble profesión».

-¿Cómo se vence, en el mismo sentido de la pregunta anterior, esa abulia? Una que, por cierto, pareciera ir de la mano con el poco hábito de lectura que los jóvenes tienen en estos tiempos. 

«La verdad es que eso es bastante difícil, porque hay tantos estímulos que tienen estos jóvenes por todos lados a diario que es complicado controlar. Por supuesto que el hábito de la lectura es muy importante y sería una de las maneras de estimularlos a que comprendan, que tengan un pensamiento crítico y que vayan un poco más allá. Por otro lado, creo que también habría que insistir mucho en la sensibilización de los jóvenes sobre la situación que vive la gente, la comprensión de nuestra sociedad en conjunto, de la situación actual. Creo que desde las universidades estamos llamados a hacer eso. Los profesores -los que estamos a cargo de la orientación y de la formación de estos jóvenes- tenemos mucho trabajo por hacer allí, es una materia pendiente y tenemos que idear la manera de buscar algún mecanismo que nos permita estimular a estos jóvenes, tratar de sensibilizarlos un poco más, de llamarlos a conciencia; que sean capaces de darse cuenta de lo que sucede a su alrededor  y también ser más empáticos y comprensivos con lo que viven las demás personas».

-¿Cómo fomentar el espíritu crítico entre los jóvenes?

«La lectura es fundamental, es indispensable. Desde el colegio, desde los primeros años de formación, hay que insistir mucho en la necesidad de que los jóvenes lean, eso les abre mucho el pensamiento. Saber que es efectivo exponerlos a la lectura y al conocimiento desde tan pequeños, pues eso va a tener un impacto positivo en ellos, en su manera de comprender el mundo. Yo creo que eso es fundamental. También lo es ver el mundo, comprender los fenómenos: todo lo que nos rodea, la sociedad en la que vivimos, el contexto en el que estamos; pero también entender que vivimos en un país que forma parte de una comunidad de países. Pienso que el espíritu crítico puede fomentarse a través de debates, a partir de de productos audiovisuales (películas, documentales, series), el arte y la literatura. Es decir, todo eso que forma parte de la cultura porque es enriquecedor».

 -Por otra parte, las redes sociales juegan un papel fundamental en la propagación de las fake news. ¿Se puede luchar contra eso? ¿Cómo?

«Hay tanta información, contenidos, redes, canales, medios y posibilidades que es complejo. Sin embargo, apuntaría en principio a varias maneras. La primera es ser muy desconfiado, ser crítico y siempre dudar; no dar por sentado que aquello que yo lea por allí en alguna red social o lo que me mandan en alguna cadena de Whatsapp es verdad. El ciudadano -y no lo digo como periodista solamente, sino como ciudadano- tiene que ser desconfiado y tiene que saber que no todo lo que circula a través de los medios y las plataformas digitales es verdad porque los rumores no son información. Tal vez eso es un trabajo que tenemos los periodistas: cómo hacer que las personas puedan saber buscar información, dónde buscarla y dónde consumir información verídica.  Cómo identificar medios -o periodistas- serios, responsables y éticamente constituidos que ofrezcan información de valor e información real. Otro factor que agrego es verificar información, existen sitios para ello. Por ejemplo, si uno lee algo por allí y uno duda, bueno, se acude a un medio que considere serio y busca allí también. Creo que también podemos ser menos ingenuos y un poco más desconfiados: no dar todo por sentado o todo por cierto a la primera y, sobre todo eso, verificar la información y tratar de buscar siempre las fuentes oficiales».

-Finalmente, ¿por qué vale la pena estudiar periodismo en la UCAB? ¿Cómo invitaría a los jóvenes a que estudien y desarrollen esta carrera? 

«Estudiar Periodismo en la UCAB es la mejor opción para cualquier joven que tenga el deseo de ser periodista y quiera formarse para ejercerlo no solamente dentro del país, sino también fuera de él. Quisiera decirles que el periodismo está muy lejos de ser esa profesión en la que hay una persona que está todo el tiempo detrás de una computadora o de un escritorio y está escribiendo todo el día y no sale de ese escritorio o de esa silla. Si bien el periodista tiene como una de sus virtudes el deseo, las ganas y el interés por investigar, lo cierto es que un periodista también puede vivir experiencias llenas de adrenalina y satisfacción. Es un trabajo dinámico y superactivo. En el caso de la UCAB y de nuestra Escuela de Comunicación Social, el hecho de que nuestros estudiantes aprendan haciendo, desde los primeros semestres, y empiecen a convivir con materias tan prácticas, eso les permite incorporarse temprano al mercado laboral. Eso es un valor muy importante».

♦Texto:  Grace Lafontant León/Fotos: Fabián Giampaoletti


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