Llegan las vacaciones y con ellas los planes para disfrutarlas; algunos deciden viajar y otros prefieren quedarse en casa. No importa cuál sea su elección, las personas buscan ocupar su tiempo de manera productiva.

En esta oportunidad, El Ucabista trae a aquellas personas amantes de la lectura seis títulos para aprovechar el tiempo libre y, al mismo tiempo, nutrirse intelectualmente. 

Las recomendaciones fueron dadas por Lizette Martínez, profesora de la Escuela de Letras, y Carlos Chirino, estudiante de Sociología, quienes aseguran que la lectura es una actividad que alimenta el conocimiento y el alma, y que debe realizarse siempre que se pueda.

Tres novelas policíacas: la propuesta de Martínez

Lizette Martínez considera que la lectura es la distracción perfecta y accesible para cualquier persona en esta época.

«Leer está al alcance de todos. Los libros se encuentran en físico, pero también en Internet. Cualquiera puede acceder a ellos y disfrutarlos. Es la actividad perfecta».

 

 

Estos son sus tres imperdibles:

1-The Night de Rodrigo Blanco Calderón. Novela ambientada en Caracas en el año 2010. Así describe su historia la sinopsis que sirve como presentación del libro: «La crisis energética es aprovechada por el gobierno revolucionario para decretar cortes eléctricos que, durante horas, funden a negro todo el país. En esos lapsos de tiempo, Venezuela parece retroceder en la historia hacia una nueva Edad de Piedra que se filtra por todas las rendijas. En medio de esta atmósfera, dos amigos, un escritor frustrado y un psiquiatra acostumbrado a involucrarse en la vida de sus pacientes, conversan sobre una serie de crímenes ocurridos en el último año».

«Blanco Calderón ganó la Bienal de novela Mario Vargas Llosa con este trabajo. Es importante que la gente tenga cierto juicio crítico sobre por qué le fue otorgado el premio. Es una gran novela que mezcla la actualidad venezolana con el relato negro, y es un título que recomiendo bastante».

2- El baile de Madame Kalalú de Juan Carlos Méndez Guédez. Este es el hilo temático de la historia, de acuerdo con su sinopsis: «Emma lleva una arriesgada existencia como cabecilla de una organización dedicada al robo de joyas y obras de arte. Enamorada de un hombre al que conoció una noche en Madrid y dispuesta a encontrarlo, su afán se ve interrumpido por una circunstancia extraordinaria: la policía la arresta en Portugal y la acusa de tres asesinatos. Con un tono vital donde se alternan el humor y el dramatismo, Emma debe desentrañar las claves del crimen en el que se encuentra implicada, mientras hace un repaso de los momentos más fascinantes de su vida, caracterizada por hilarantes robos, juegos de identidad y situaciones eróticas».

«Es ligera, corta y entretenida. Una novela policial que ha sido premiada y que recomiendo leer porque te distrae de las situaciones externas».

3- La mascara de cuero de Jesús Miguel Soto. Así describe esta novela, la sinopsis de presentación de su editorial, Equinoccio: «He aquí la historia de Alonso Quaker, un ser enmascarado que deambula por las calles de Caracas. La máscara que cubre su rostro le otorgará a Quaker algunos poderes especiales: gurú, chamán, consejero, experto en agua, etcétera, a tal punto que esto le producirá cierta fascinación por explorar los alcances que estos poderes le profieren. A partir de entonces, no le serán ajenas la aventura y el peligro; máxime si en la trama se proyecta una representación de Caracas que tiene como rasgos fundamentales a la marginalidad, la violencia y el caos. La constante interrogante sobre el tránsito y el devenir de la vida del ‘enciclopedista cabal’, dan lugar a que el lector participe en la composición de una aparente acción detectivesca en aras de seguir las pistas de un personaje que pasa de ser un vendedor fracasado a transformarse por azar en el líder de una agrupación clandestina». 

«Una novela llena de humor y divertida. Es una parodia a los héroes ambientada en Venezuela, lejos del conflicto político, social y económico. Ideal para escapar de la realidad así sea por un rato».

Ficción, política e historia: la mezcla que propone Chirino

El estudiante de Sociología, Carlos Chirino,  tiene claro que la lectura puede funcionar como un medio de distracción ante la situación que cualquier persona viva o incluso ante el contexto país.

«Leer alimenta la creatividad, expande nuestros vocablos y nos permite abstraernos un poco del contexto que vivimos. Aparte, es un momento íntimo con nosotros mismos y nuestros pensamientos» 

 

Sin embargo, los títulos que él propone no evaden la historia o actualidad venezolana. Estas son sus tres opciones:

 

4-El prisionero rojo de Iván Simonovis. Se trata de una autobiografía escrita desde la prisión por el comisario policial venezolano, quien pasó varios años en la cárcel por decisión de Hugo Chávez y recientemente logró huir del país. Así describe este texto la editorial que lo publicó: «Iván Simonovis decidió contar su historia con un libro que redactó como pudo, para compartir no solo los detalles del horror al que fue sometido- incontables humillaciones a cargo de un poder judicial convertido en armas de destrucción de vidas – sino también su vida como un policía que amaba su trabajo y se formó para servir con excelencia, así como la de un padre y esposo que ha debido explicarles a sus hijos porque un hombre inocente está a merced del capricho de un mandamás. Este testimonio…se convertirá con el tiempo en un texto imprescindible en la memoria política y judicial de Venezuela».

«Es un recuento de las vivencias de Simonovis. En ciertos pasajes, yo creo que a quien le gusten las novelas de acción se va a encontrar allí, se va a encontrar en ese libro, en las palabras, y en algún momento va a olvidar que la historia es real y que está leyendo la vida de alguien que estuvo preso».

5- Blue Label de Eduardo Sánchez Rugueles.  Esto se lee en la presentación de la novela: «Eugenia Blanc es una joven caraqueña de clase media que desea irse definitivamente del país, hastiada de la vida sosa e insoportable de la ciudad. Luis Tévez, su compañero de clases es un joven provocador, iconoclasta, contestatario. Ambos deciden emprender juntos un viaje a Altamira de Cáceres, en búsqueda del abuelo de Eugenia, el único que puede facilitarle la salida del país».

 

«Esta novela relata la vida de unos chamos caraqueños que van muy en contra del sistema. Logra enlazarte con bastante drama y un poco de tragedia. A un adolescente, a un universitario le va a encantar. Se la recomiendo más que todo a aquellas personas que aún no se encuentran y que cuestionan mucho las cosas. Creo que este es el tipo de novela que los puede enganchar».

 

6- El pasajero de Truman de Francisco Suniaga. Novela que parte de la historia verdadera de Diógenes Escalante, el político que iba a ser presidente de Venezuela  y que, repentinamente, perdió la cordura.  «Una mañana de 1945, en una habitación del Hotel Ávila, un hombre comenzó a reclamar sin motivo que su ropa había desaparecido. En realidad, estaba perdiendo la razón -describe la presentación del texto-.  Pero no era un huésped cualquiera, sino Diogénes Escalante, el candidato con el que las fuerzas democráticas esperaban detener el regreso del gomecismo. Su súbita demencia habría de traer al poder a los hombres que poco después impusieron otra dictadura Venezuela. A partir de ese momento clave en la historia contemporánea del país, Francisco Suniaga elabora una novela con los recuerdos de dos personajes ficticios -tenues disfraces de los protagonistas verdaderos- que participaron en aquella torcedura del destino. De esa memoria a dúo emergen la metamorfosis de un país, un puñado de peligrosas y nombres ambiciones, y un avión que se adentro en el cielo para esfumar una esperanza».

«Un clásico venezolano que habla de la historia política moderna y contemporánea. Es fascinante porque dibuja en la mente del lector esos personajes que siempre hemos leído de manera lejana en los libros de historia. Francisco logra, de alguna manera, hacer que te sientas parte de la historia. En esta novela se te muestra una cara muy distinta de la política. Estos libros suelen refrescar un poquito el alma y suelen hacer que uno sienta mayor sentido de pertenencia con Venezuela. Un libro nada denso, corto y muy bueno».

♦Texto: Katherine Rodríguez/Fotos: Andrea Alas y Katherine Rodríguez