El educador, filósofo y activista de derechos humanos fue nombrado por el superior general de los jesuitas, Arturo Sosa, en sustitución del padre Rafael Garrido, s.j. Con 37 años como miembro de la orden religiosa y 26 como sacerdote, Infante tiene una larga trayectoria pastoral vinculada con la organización comunitaria en sectores populares

El miércoles 23 de noviembre se anunció el nombramiento del padre Alfredo Infante Silvera, s.j., como nuevo provincial de la Compañía de Jesús en Venezuela, tras ser designado por el superior general de la Compañía, Arturo Sosa, s.j. Así lo confirmó el provincial saliente, el padre Rafael Garrido, s.j., en una circular oficial enviada a los miembros de las distintas obras jesuitas en el país. Garrido ocupa el cargo desde noviembre de 2016 y está por culminar su período.

A la fecha, el padre Infante se desempeña como codirector del Centro Monseñor Arias Blanco de la Arquidiócesis de Caracas, miembro de la Comisión del Apostolado Social, coordinador de Derechos Humanos del Centro Gumilla y párroco de la Parroquia San Alberto Hurtado, instancia eclesiástica que sirve a los habitantes de la parte alta de La Vega, sector popular del oeste de Caracas.

Venezolano nacido en 1963, con orígenes costeños colombianos, Alfredo Infante es educador y cursó estudios de Filosofía en la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), en Caracas, luego de lo cual prosiguió su formación en teología y espiritualidad en el Instituto de Teología para Religiosos (ITER), también en Caracas.

Dentro y fuera de la Iglesia católica, su vida ha estado vinculada con la defensa de los derechos humanos, la organización comunitaria y la promoción de condiciones de vida dignas en comunidades humildes. Además, ha seguido de cerca la realidad social y política del país.

Antes de ingresar a la Compañía de Jesús, Infante trabajó como maestro en la red Fe y Alegría, en el estado Zulia, y perteneció a la Juventud Obrera Católica (JOC), donde fundó junto a otros jóvenes maestros el grupo cristiano “Espiga”, dedicado a la reflexión sobre la praxis educativa popular.

Entró a la Compañía de Jesús en 1985 y se ordenó como sacerdote 11 años después, en 1996. Su etapa apostólica la comenzó en Fe y Alegría Oriente (1990-1992), dedicándose a la región Guayana donde, junto al padre Sabino Izaguirre, fundó varias escuelas. Durante esta época inició su participación en el Consejo de Redacción de la revista SIC, publicación del Centro Gumilla, organización de investigación y acción social de la Compañía de Jesús en Venezuela. (1992-1996).

Tras su ordenación sacerdotal en 1996, Infante fue enviado a Angola como misionero del Servicio Jesuita a Refugiados (JRS); durante tres años desarrolló en el país africano un intenso trabajo de acompañamiento pastoral y educativo a comunidades en proceso de repatriación.

En 1999 regresó al país y por encargo del entonces provincial en el país, Arturo Sosa, fundó el Servicio Jesuita a Refugiados de Venezuela, del cual fue su primer director hasta el año 2004. Un año más tarde fue nombrado director para América Latina y el Caribe del JRS, rol que desempeñó hasta 2011 y combinó con la formación de los jesuitas de la etapa apostólica.

Ha sido asesor de la Comisión Justicia y Paz de la Conferencia Episcopal Venezolana y miembro del equipo para la formación de formadores de la Conferencia Venezolana de Religiosos y Religiosas (CONVER). Entre 2014 y 2020 fue director de la revista SIC del Centro Gumilla, institución en la que ejerció también como subdirector. 

 

Tras dejar este cargo, en Gumilla prosiguió como coordinador del área de Derechos Humanos. Desde esa instancia, en 2021 creó junto a la ONG Provea la iniciativa «Lupa por la vida», proyecto que -tal como establece en su página webmonitorea a nivel nacional las violaciones al derecho a la vida, con énfasis en las ejecuciones extrajudiciales por parte de los cuerpos de seguridad del Estado, con el objetivo de construir «una base de datos que sirva de memoria y apoyo a las víctimas para la exigencia de verdad, justicia y reparación, y la construcción de políticas públicas para la no repetición y el restablecimiento del Estado de derecho».

«Es hora de que salgamos de las trincheras ideológicas, es hora de que nos quitemos las camisetas y las gorras y pensemos en Venezuela y, especialmente, en la vida de los venezolanos», dijo en una entrevista al portal Prodavinci en marzo de 2020.

La Universidad Católica Andrés Bello extiende su felicitación al nuevo provincial y hace votos para que,  bajo su conducción, las obras de la Compañía de Jesús en Venezuela, incluida la UCAB, sigan cumpliendo su misión, inspiradas por la máxima de San Ignacio de Loyola: “En todo amar y servir”.

♦Texto: Comunicaciones UCAB/Fotos: Cortesía