Cierre de empresas, salarios que no alcanzan y una inflación que crece diariamente. La situación económica venezolana es cada vez más dramática y esta realidad impacta directamente en la masa laboral del país.

El pasado 1° de mayo se conmemoró el Día  Internacional del Trabajador. A propósito de esto, El Ucabista conversó con el economista Luis Zambrano Sequín, investigador del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales de la Universidad Católica Andrés Bello (IIES UCAB),  para conocer, con cifras, cuál es el panorama del sector laboral y las posibles soluciones para mejorar las condiciones de los trabajadores. 

Lo primero que advierte es que, desde 2015, la economía del país se ha contraído 50%, es decir, que el sector productivo se ha reducido a la mitad. Según el experto, para este 2019 se estima que el Producto Interno Bruto (PIB) se contraiga 22% adicional. Esto -dice- podría causar que la tasa de desempleo aumente de manera critica en el sector formal de la economía. 

«La tasa de desempleo en el mercado formal de la economía debe estar entre un 40% y un 50%, según las últimas estimaciones de la banca multilalateral (cifras de 2019). Ante esto, muchas personas operan o buscan sobrevivir a través de actividades informales, sobre todo en el sector comercio y en el área de actividades especulativas».

Para nadie es un secreto que cada día se hace más cuesta arriba para el venezolano poder comprar los artículos de la canasta básica alimentaria. Recientemente, el gobierno aumentó 122% el salario mínimo, el cual pasó de 18.000 bolívares mensuales a 40.000 bolívares. Éste  es el segundo aumento en lo que va de año. 

A pesar de esto, el economista asegura que el incremento no tendrá efecto alguno. Sostiene que, nada más para mantener la capacidad de compra que tenían los trabajadores en enero (cuando se estableció el monto de Bs. 18.000) el sueldo debería estar en alrededor de 152.000 bolívares, lo que no significaría una mejora.

«Si el gobierno quisiera compensar por la inflación que se ha acumulado de enero a abril, el sueldo debería pasar a 152.000 bolívares. El nivel del salario mínimo oficial es muy bajo y si tan solo se ajustara con la inflación que ha habido en los últimos cuatro meses, el salario debería ser más o menos en esa cantidad, no para mejorar sino para mantener el mismo nivel de vida que en enero, que ya era bastante precario».

A esto hay que sumar la hiperinflación. Organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional han proyectado que, a cierre de 2019, este índice podría superar 10.000.000 %.

El investigador del IIES UCAB apunta que la proyección más optimista estima que este indicador llegue a 13.000%, algo que no parece que vaya a ocurrir. Afirma que, en este escenario, la inflación promedio por mes se ubicaría entre un 30% a 35%, cifra bastante baja en relación con las tasas que se vienen observando en los primeros meses del 2019, explica el experto.

«Si la tasa de la inflación fuese aproximadamente de un 50% mensual, que es hoy en día en Venezuela también una cifra optimista, se necesitaría un salario de 7,8 millones de bolívares para diciembre, en el mejor de los casos. Esto solo mantener el promedio actual de 6 o 7 dólares de salario mensual que se tienen actualmente. Estas son cifras dramáticas. ¿Qué pasará si la inflación, como estiman otros, llega a 1.000.000%  o 10.000.000%? Eso no pinta nada bien como perspectiva».

Pero el economista advierte que estas no son las únicas noticias alarmantes. Las ventas del petróleo durante el primer trimestre del año bajaron significativamente. La producción cayó a 900.000 barriles por día en el mes de marzo, la más baja desde el paro petrolero del 2003.  Ante esto, ¿De dónde sacará el dinero el gobierno para financiar los aumentos de sueldo que haga?

«Como el gobierno tiene cada vez menos dólares porque ingresan menos divisas y la producción petrolera ha caído muchísimo, nadie le presta dinero y cada vez es más difícil para el gobierno quedarse con el poco dinero que ingresa del petróleo y por otras vías, porque las sanciones que otros países le han impuesto son muy fuertes. Entonces, la única manera que el gobierno tiene para seguir pagando salarios es que presione al Banco Central de Venezuela para que imprima o emita más bolívares que no tienen ningún respaldo. Cada vez que el gobierno aumenta los salarios, lo que realmente está haciendo es aumentando los precios, porque todo ese dinero que tjiene emitirse cuando se aumenta el salario, al salir a la calle las personas al intentar gastarlo se encuentran con muy pocos bienes y los bienes que están son costosos. Aunque se aumentaran los salarios, la manera en la que se están financiando esos aumentos, no significan realmente una mejora».

Sostiene además que la crisis económica de Venezuela es una de las más fuertes de la historia del continente.

 «La crisis venezolana, en términos de magnitudes y términos de duración, ha sido la más larga en América Latina. Esta situación ha sido muy dramática, la caída de la producción, la magnitud en la que aumentan los precios son cifras alarmantes. En América Latina ha habido crisis e incluso esta situación se ha repetido en varios países, pero nunca con esta gravedad. En Venezuela, los ciudadanos han sido muy tolerantes con la crisis y muestran un comportamiento de acoplamiento y aceptación».

No todo está perdido: el cambio necesario

Aunque el panorama no es nada favorable, el economista Luis Zambrano Sequín ofrece algunas soluciones para ir reconstruyendo el aparato productivo y, por ende, recuperar la calidad de vida de los trabajadores. En su menú, las acciones políticas son, para él, fundamentales.

 

  1. Cambio de régimen: «el régimen actual está desgastado, ha perdido credibilidad, ha perdido el control en las instituciones y se ha deteriorado de forma significativa. Nadie apostaría a Venezuela, ningún inversionista apostaría al país si el régimen sigue y menos en estas condiciones. Las condiciones laborales de Venezuela solo mejorarán con un cambio de gobierno. Se necesita un cambio de gobierno para que cambie la orientación, no solo política, sino un cambio de objetivos, una nueva visión y un cambio de planes».

  2. Un nuevo sistema jurídico: Zambrano Sequín considera prioritario recuperar la confianza de los inversores a través de leyes para que ofrezcan seguridad jurídica. «Es necesario reestructurar y organizar las leyes y el marco regulatorio para dar señal de que efectivamente los inversionistas van a contar con seguridad jurídica.  Hay que crear un sistema judicial que tenga autonomía y dé confianza».

  3. Restablecer las libertades políticas: El economista sostiene que regresar la libertad de prensa, la libertad de expresión a los ciudadanos y la apertura de los medios de comunicación -así como la recuperar el sistema electoral- permiten impulsar la expresión de los ciudadanos por voluntad propia y fomentar la libertad de emprendimiento de cualquier actividad económica. «La libertad de presa y el sistema electoral son importantes. La transparencia y la confianza de los ciudadanos con las elecciones son señales muy importantes para la autonomía» .

  4. Apertura del sistema económico: el experto asegura que una de las acciones prioritarias debe ser la devolución de empresas al sector privado. «El Estado tiene que dejar de realizar funciones que no le corresponden, debe regresar las empresas al sector privado para que la economía empiece a funcionar».

Zambrano concluye dejando claro que la crisis en Venezuela es tan profunda y el país está tan deteriorado que, para poder recuperarse, requerirá de mucha solidaridad internacional.  «Tanto el ingreso de la ayuda humanitaria como la intervención de organismos multilaterales mediante financiamiento serán necesarios para estabilizar la economía del país».

♦Texto: María José Rodríguez/Fotos: Manuel Sardá