Según un refrán de humor inglés, la historia de un país “en contra de las teorías populares, es reyes,  fechas y batallas”. Verdaderamente en las crónicas de las nacientes repúblicas de América Latina en general y la venezolana en particular parece aplicarse esta máxima de la comedia británica, donde las hojas de nuestra historia están llenas más de militares victoriosos o presidentes derrocados, que otros aspectos relevantes de la vida en sociedad. Registrar de manera esforzada el titánico ejercicio de trazar caminos, orientar y transmitir la chispa del conocimiento en nuestras sociedades modernas no suele ser objeto de odas en nuestros textos de historia. Los educadores e intelectuales en la historiografía nacional suelen tener un lugar secundario y sólo se resalta cuando su acción está conectada con la de políticos y generales triunfantes.
Venezuela desde un amplio espectro ideológico y político disfrutó durante siglos de un estirpe noble de “Hombres Buenos” (como los llama Arturo Pérez Reverte)  que orientados por las luces del conocimiento, quisieron cambiar el mundo con libros e instrucción, cuando el futuro que les tocaba construir arrinconaba las viejas ideas y el ansia de conocimiento  hacía tambalearse mundos establecidos. Desde las universidades pontificias de los jesuitas, hasta los salones de discusión de intelectuales marxistas, pasando por los defensores de la Ilustración y los laboratorios de la Revolución Científica moderna, insignes educadores desde el siglo XVIII al XXI en nuestro país, algunos nacidos dentro de nuestras fronteras y otros surgidos de latitudes diferentes, se jugaron su existencias siendo de guías de varias generaciones, para aportar a futuro a la formación de profesionales venezolanos y una sociedad comprometida con el progreso humano.
Si bien la política nos ha mostrado que con sabios y educadores no necesariamente se gobiernan naciones, definitivamente las naciones que merezcan ser gobernadas son construidas sobre las espaldas y cabezas de hombres y mujeres ilustres en materia de conocimiento. La Universidad Católica Andrés Bello, en estrecha  colaboración con la Fundación Empresas Polar, nos ofrece este meritorio libro en el cual se reseñan 200 biografías de los más importantes y trascendentes educadores en nuestro país que han contribuido a la construcción de Venezuela como nación. Sacerdotes, intelectuales, científicos, historiadores, artistas y docentes genéricos, se pasean pos las páginas y tinta de este libro, recordando que la historia va más allá de las operaciones militares o el inicio de un período gubernamental. De la mano de un ejército de también célebres educadores e investigadores como autores de las biografías aquí reseñadas, en estas páginas se ahonda historia  de aquellos personajes que en tiempos de oscuridad siempre lucharon por traer las luces y el progreso, contra aquellos personajes poderosos que procuraron impedirlo.
Si Domingo Sarmiento decía “Los discípulos son la biografía del maestro”, los personajes protagonistas de este libro tienen como discípulos a una sociedad entera y por lo tanto, sus biografías son la historia desde el siglo XVIII al XXI de nuestro país. Muchos personajes que también hicieron fuertes contribuciones a la enseñanza en nuestro país no están honrados en las páginas de este libro, mayor razón de reivindicarlos a través de la lectura de esta rigurosa y sobria reseña de los más célebres. Libro dedicado a la siempre titánica labor docente en Venezuela.
  • Título: «200 educadores venezolanos Siglos XVIII al XXI»
  • Fundación Empresas Polar y AB Ediciones
  • Coordinador: Leonardo Carvajal