El artista plástico donó a la universidad una de sus esculturas, como regalo por el 70 aniversario de la institución. «Es una obra expansiva y vital», afirmó el autor sobre la pieza, elaborada en bronce, que «invita a la reflexión», según afirmó el rector Arturo Peraza, y se suma a las más de 200 obras de arte que pueden apreciarse en el campus Montalbán

Hace 144 años, el escultor francés Auguste Rodin fundió por primera vez una escultura de «El Pensador» en París, Francia. Inspirada en el personaje de Dante Alighieri observando el Infierno en su libro La Divina Comediaesta pieza emblemática del arte mundial representa una profunda introspección y reflexión, a la vez que invita al espectador a considerar la complejidad de la psique humana.

Desde 1884 se funden nuevas versiones del mismo molde tallado por Rodin, así como otras inspiradas por él, las cuales están repartidas por todo el mundo.  Este año, la UCAB se sumó a la lista de instituciones con un «pensador», pero en este caso uno creado por el artista plástico Jacobo Borges (Caracas, 1931), quien donó la escultura a la universidad en el marco del 70 aniversario de la institución.

Ubicado en el jardín del campus Montalbán, frente al edificio Loyola y al Aula Magna, «El Pensador» de Borges está elaborado en bronce. Destaca de la pieza, de 1,08×0,81×0,61 metros, que el sujeto pareciera estar sentado sobre el aire; además, sus proporciones y textura parecieran otorgarle intensidad y fuerza.

La obra  fue  oficialmente inaugurada el pasado 13 de septiembre por el artista y su esposa, Diana Carvallo, en presencia de las autoridades universitarias, encabezadas por el rector, Arturo Peraza S.J.; la secretaria, Magaly Vásquez; así como por el vicerrector académico, José Francisco Juárez;  Gustavo García, vicerrector administrativo, y Néstor Luis Luengo, vicerrector de Identidad, Desarrollo Estudiantil y Extensión Social.

También estuvieron presentes el director general de Cultura, Dizzi Perales S.J.; el exrector de la universidad, Luis Ugalde, S.J., y el director  general de Comunicación, Mercadeo y Promoción, Jaime Bello-León.

«Lo que me gusta es que es una obra expansiva. Es muy fuerte, pero es muy chiquito. Es un personaje pequeño, pero el vacío que se crea alrededor de él me impresiona mucho. Y me gusta mucho la idea de que es transparente. Por eso lo llamé ‘El pensador’; no por él, sino por lo que piensa. Y lo que piensa no sé qué es. Ése es el juego que siempre tengo con él. Tengo preguntas que sé que él no me va a responder y eso me genera una riqueza y una vida muy intensa», explicó el artista de 92 años de edad.

El artista Jacobo Borges posa junto a su escultura, acompañado por el cuerpo rectoral de la UCAB

La UCAB cincela personas

El rector, Arturo Peraza S.J., agradeció al maestro de la plástica venezolana por su donación. «Como él dice, es una obra vital y la universidad también lo es, porque no es solo la estructura: son sus estudiantes, el grupo de profesores, el personal, los obreros que limpian estos parques. Es parte de un universo vivo que está ahí como este Pensador», recalcó Peraza.

Además, se refirió a un comentario que hizo el artista acerca del significado que tiene la escultura y cómo -a pesar de ello- es capaz de abarcar grandes espacios; cómo es material y trata de expandirse, romper el espacio e integrarse.

El pensador«Creo que eso es la universidad. Es aparentemente un espacio físico, pero quiere romper ese espacio para llegar al país, para llegar globalmente y tratar con el pensamiento de influir para la transformación. Creo que ese pensador nos refleja en algún sentido. Lo que queremos ser, lo que tratamos de buscar (…) creo que es una invitación para todos nosotros. Quiero agradecerle la obra, la donación, su esfuerzo y lo que dijo acerca de moldear una pieza que también lo moldea a uno. Y la universidad también es un ejercicio de moldear personas. También, de alguna manera con cincel, cincelamos gente para que puedan pensar en el país y puedan trascenderse», afirmó.

Por su parte, el director general de Cultura, Dizzi Perales S.J., indicó que recibir una obra del maestro Borges en la UCAB «es una gran fortuna para la institución, sobre todo porque es una pieza que podrá disfrutar la comunidad universitaria y todas las personas que nos visiten», señaló.

También hizo énfasis en su valor estético y coincidió en que contribuye con el esfuerzo reflexivo que impulsa la universidad desde distintos ámbitos, incluyendo el arte.

«Lo que más me gusta es su ubicación, porque está situada frente al Aula Magna que es el auditorio que, por naturaleza, tiene los eventos más grandes e importantes de la universidad en términos académicos y sociales; además, es el lugar que congrega a los graduandos año tras año. Me parece que es una gran oportunidad disfrutar de esta pieza del maestro», sostuvo Perales.

el pensador

El pensador, Borges y el arte en la UCAB

Los intereses artísticos de Borges lo han llevado, durante más de siete décadas, por el camino de la pintura y el dibujo. Sin embargo, también es muy cercano a la literatura, fotografía y el cine. «Yo no soy propiamente un escultor», aclaró.

«Empecé a tener una pasión por la escultura y, dentro de esas cosas, hice este personaje, que además no es grandioso, es chiquito físicamente. Y es cómico porque cuando está sentado en el suelo, yo soy más grande y yo casi siempre no soy el más grande»comentó acerca de la obra inspirada en viajes internacionales donde su hija interactuó con esculturas. Muchas de ellas eran de Auguste Rodin.

Jacobo Borges comentó para El Ucabista que comenzó a trabajar las artes plásticas inspirado en el Ávila, la montaña que podía ver desde la casa donde creció, en Catia: «Yo me pasaba horas sentado viendo el atardecer hasta que llegaba la noche… Yo digo que el Ávila fue mi maestro pintor; no puedo vivir fuera del Ávila mucho tiempo», puntualizó.

Formalmente, Borges inició su formación en la Escuela de Artes Plásticas y Aplicadas; también pasó por el Taller Libre de Arte de Caracas. Aunque no pudo terminar los estudios por ser expulsado, la carrera del joven artista se proyectaba internacionalmente. En 1952 recibió el primer premio en el Concurso de Pintura Joven -promovido por El Nacional, la Metro-Goldwyn-Mayer y la Embajada de Francia en Venezuela-. Gracias a ello, recibió una beca de estudios en París, por 10 meses.

A lo largo de su trayectoria, ha presentado su obra en importantes instituciones, entre ellas el Guggenheim Museum de Nueva York, Estados Unidos; el Museo de Arte Moderno de México; la Staatliche Kunsthalle de Berlín, Alemania; el Residenz Galerie en Salzburgo, Austria; el Museo de Arte Moderno de Bogotá; además del Museo de Bellas Artes  y el Museo de Arte Contemporáneo de Caracas Sofía Imber (ahora Armando Reverón).  Asimismo, ha expuesto su trabajo en la Bienal de San Pablo, Brasil, y en la Bienal de Venecia, Italia.

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En cuanto a premios y distinciones, Borges ha sido galardonado en diferentes ocasiones. Así, en 1950 recibió una Mención Honorífica en la Bienal de San Pablo; diez años después, se le otorgó el Premio Arturo Michelena en el XVIII Salón Arturo Michelena y en 1961, el Premio Nacional de Dibujo y Grabado en el XXII Salón Oficial. Entre otros, en 1985 le ofrecieron la Beca de la John Simon Guggenheim Memorial Foundation y dos años después, en 1987, la Deutscher Akademischer Auschtausdienst lo invita a trabajar en Berlín. En 1995 es creado el Museo del Oeste de Caracas, institución nombrada en su honor, y entre 1995 y 2006 fue profesor invitado a la Academia Internacional de Artes Plásticas en Salzburgo, Austria.

«El pensador» del maestro Borges ahora forma parte del acervo artístico de la UCAB, que alberga en su campus Montalbán más de 270 obras, entre esculturas, pinturas e instalaciones, de artistas como Juvenal Ravelo, Daniel Suárez, Samuel Baroni, Víctor Hugo Irazábal, Santiago Pol, Julio Pacheco, Juan Toro Diez, Alberto Asprino, Teresa Mulet, Víctor Valera y Ricardo Arispe, las cuales no solo se expanden por los jardines -creando un museo al aire libre- sino por los diferentes edificios y espacios de la universidad.

El espíritu reflexivo de la escultura, así como la curiosidad, no tiene límites. No sería inusual que -así como ocurre con la estatua de Andrés Bello- en torno a ella también se generen ciertos mitos. Esto, por supuesto, a medida que la comunidad ucabista haga cada vez más suya -y se identifique más- con «El pensador» y su significado.

♦Texto: Grace Lafontant León/Fotos: Manuel Sardá