Alrededor de cuarenta jerarcas de la iglesia venezolana se congregaron en el auditorio Hermano Lanz para dar inicio a la décima quinta asamblea ordinaria del episcopado venezolano, con el objetivo de comentar los retos que se le presentarán al país en cuanto a materia política y religiosa en el 2016. El evento estuvo organizado por la Dirección de Identidad y Misión.

El estrado fue ocupado por el secretario general de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), Víctor Hugo Basabe; el nuncio apostólico en Venezuela, Aldo Giordano; el arzobispo de Cumaná y presidente de la CEV, Diego Padrón Sánchez; el primer vicepresidente de la CEV, José Luis Azuaje Ayala; el segundo vicepresidente de la CEV, Mario Moronta Rodríguez; y el arzobispo de Quito, Ecuador, Fausto Gabriel Trávez.

A propósito de la instalación de la nueva Asamblea Nacional (AN), monseñor Diego Padrón comentó que los resultados del pasado 6 de diciembre y la toma de las curules es un rotundo rechazo al sistema que impera en el país, así como al militarismo y al despotismo por parte del ejecutivo nacional. También consideró positivo que el nuevo parlamento abriera las puertas a la prensa.

Invitó al país a la reconciliación y reconstrucción de un nuevo modelo en el cual no haya agravios por parte de ningún político, y estos velen por el bienestar de toda la nación sin distinción política.

Aldo Giordano pidió que la nueva asamblea trabaje en pro de toda la nación, no solo por una parte, así como de rectificar y dar apoyo a quienes más lo necesiten. Dijo sentirse muy contento y satisfecho por la gran asistencia de jóvenes al evento.

Estos rostros jóvenes son el futuro del país.

Por otro lado, monseñor Padrón expresó en breves palabras el panorama actual por el cual atraviesa la iglesia católica en Venezuela y en el mundo. Como es el caso de las familias incompletas, las cuales deben ser consideradas importantes, así como los divorcios, los cuales recibirán acompañamiento pastoral para ser reintegrados en la sociedad católica sin escándalos de ninguna naturaleza. Con respecto a los matrimonios de personas del mismo sexo, el monseñor acotó que la Iglesia no acepta esta unión, pero que las respeta.

Nadie se debe sentir excomulgado de la Iglesia, al contrario, esta es una madre que los guía en el camino al evangelio.

El nuncio apostólico en Venezuela se refirió a la visita del papa Francisco a Latinoamérica como “una confirmación de la fe católica de estos pueblos”, ya que en cada país fue renovado el mensaje de la Iglesia y les fue dado protagonismo a las sociedades.

Padrón invitó a los asistentes a abrazar el futuro con esperanza, sin dejarse tentar por el pecado, para poder sobrellevar la situación del país.

Vale destacar que, durante el 2015, fueron rectificadas cuarenta circunscripciones eclesiásticas en el país.

♦ LEM

Lea también: La iglesia debe acompañar al pueblo en un año difícil