Simón Bolívar decía que la educación consiste en enseñar a los hombres. No lo que deben pensar, sino a pensar. Hoy en Venezuela, durante el siglo XXI, tan solo 780 mil jóvenes, entre 15 y 29 años, alcanzan la educación primaria, explicó el profesor Andrés Oropeza en Retos de la educación venezolana del siglo XXI. Además, 20 % de los jóvenes que llegan a Educación Media crecieron sin profesores en 2 o más asignaturas durante el periodo escolar, dejando en el aire la pregunta de, ¿cómo sale adelante un país con una educación deficiente?; cuando, explica el profesor Leonardo Carvajal, se sabotea el derecho que tienen los jóvenes a la educación.

Mientras que el estado ha intentado resolver la crisis educacional, Oropeza afirma que los intentos no han funcionado. Tan solo 10 % de los inscritos en la Misión Ribas se ha graduado, y solo 1 % se ha graduado de la Misión Sucre. En una sociedad que vive en la era de conocimiento, tal como mencionó el padre Luis Ugalde, ex rector de la UCAB, lo más importante para un país debería ser el talento humano que se cosecha en las aulas, y no la materia prima o el capital que recibe.

“La verdadera riqueza de un país son las personas”, destacó Ugalde, refiriéndose a los millones de venezolanos con talento para explotar. El deber y la alegría de un educador es encontrar niños que piensan que no tienen determinada cualidad y ayudarlos a descubrir su talento.

No obstante, hay una variante respecto a la racionalidad instrumental de la humanidad. Tecnológicamente el avance que ha hecho el ser humano ha revolucionado al mundo; pero Ugalde habla de una dimensión del conocimiento que a veces no es tomada en cuenta en la enseñanza.

Las demás personas no son instrumentos, ni objetos de cada quien. Hay unos seres que en realidad son personas y no nos pertenecen.

Ugalde advierte que si cada persona no descubre esto, la sociedad está destinada al fracaso. “Se matarán individualmente y se matarán como país”.

El saber instrumental es bueno para la vida, pero también es bueno para la muerte

LA LABOR DEL EDUCADOR

La educación tiene el deber de transmitir el gusto por la vida, empezando por la solidaridad. Esta no se da espontáneamente sino que debe ser cultivada poco a poco en las aulas.

Descubriendo la humanidad de otras personas, nos hacemos más humanos

Sin embargo, el gran problema al cual debe enfrentarse la sociedad venezolana no es solo la pobreza, la seguridad o la economía, sino también, la falta de motivación que tienen los jóvenes por ser educadores. Ugalde considera este hecho como una de las peores cosas que le puede pasar a un país.

Aún cuando el estado, las organizaciones, escuelas y demás han intentado resolver la crisis educativa venezolana en un ensayo y error, los educadores consideran que aún hay futuro mientras haya esperanza. La educación, dice Ugalde, tiene la posibilidad de construir una sociedad democrática para el bien común, si se hace el esfuerzo.

♦ Katherine González