Si alguna vez han tenido la impresión de que muchas historias  en la literatura, la televisión o el cine son similares en cuanto a su estructura, no están equivocados. Star Wars, Harry Potter, El señor de los anillos o Los juegos del hambre, por sólo nombrar algunas, cumplen con un mismo patrón de narración llamado «monomito» o, como normalmente se le conoce, «el viaje del héroe».

Joseph Campbell, mitólogo y escritor estadounidense, estudió mitos de todas partes y los plasmó en su libro El héroe de las mil caras (1949). En él, demostró que muchas historias épicas están construidas con una misma estructura narrativa.

El profesor universitario y escritor venezolano, Fedosy Santaella, asegura que este concepto se estableció por una «serie de estudios narratológicos, antropológicos y culturales». A partir de ellos, se creó una estructura general, dividida en tres actos, que toma al llamado «héroe» como protagonista de una historia.

PRIMER ACTO: PRESENTACIÓN

Según indica el profesor, en esta primera etapa se presenta al héroe y su realidad. Ante una situación trágica o circunstancial, el personaje «sale del ombligo del mundo
ordinario para él, donde se encuentra seguro, y se encamina en un viaje».

SEGUNDO ACTO: SE HACE CAMINO AL ANDAR

La próxima etapa de la historia está relacionada con el recorrido. Santaella explica que aquí el protagonista se enfrenta a una serie de pruebas que lo llevarán a madurar y le permitirán determinar sus aliados y rivales.

«Todo este segundo acto es donde está la gran aventura».

El mentor, los compañeros y el enemigo son figuras arquetípicas que también aparecen a lo largo de esta etapa. Según advierte Santaella, el mentor no siempre tendrá buenas intenciones y podría estar motivado por fines oscuros. El protagonista, por su parte, es guiado por una necesidad material o interior y puede estar buscando un tesoro o descubrirse a sí mismo.

Hacia el final de este acto, «el héroe se encuentra con el momento de crisis. Este
punto, llamado la caverna más profunda, es de no retorno» y el protagonista confronta con mucha fuerza la idea de la muerte.

«El héroe se enfrenta a una crisis y su muerte podría ocurrir o ser representada a
través de símbolos».

ÚLTIMO ACTO: EL RETORNO

Es en el  tercer acto de las narraciones donde llega el proceso de retorno al equilibrio y se produce el viaje de regreso del protagonista al lugar de inicio. El profesor puntualiza que este acto podría ser negativo o positivo. Asimismo, acota que aquí el héroe se «transforma en un ente colectivo, un representante cultural y de la comunidad», por lo que es muy fácil que el público se refleje e identifique con el protagonista o lo que le ocurre.

Fedosy Santaella apunta que el viaje del héroe ha sido adaptado de distintas formas. Christopher Vogler, en su libro llamado El viaje del escritor, lo adaptó para la realización de guiones audiovisuales.

«Esta adaptación es menos compleja y presenta una serie de pautas que pueden ser aplicadas en el mundo cinematográfico»

Para ilustrar aún más de qué trata el monomito, puede ver el siguiente vídeo explicativo de TED, una empresa sin fines de lucro que busca promover la educación.

♦Patricia Graziani