Recientemente se llevó a cabo en la sede de la UCAB Guayana, en Puerto Ordaz, el taller «Regionalización del Plan País- Área Social», en el cual un nutrido grupo de expertos, investigadores, profesionales y ciudadanos se reunió en mesas de trabajo, a fin de abordar las necesidades de la población más vulnerable del suroriente del país en temas como educación, salud, seguridad social y protección social.

Las discusiones se efectuaron a partir de los indicadores de la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (Encovi) para los estados Bolívar, Monagas, Anzoátegui, Sucre, Guárico y Delta Amacuro, los cuales fueron presentados por Aiskel Andrade, directora del Centro de Investigaciones para la Educación, la Productividad y la Vida (Ciepv),

En las palabras de bienvenida del taller, la directora general académica de la UCAB Guayana, Claudia Arismendi, expresó que la universidad sigue siendo un espacio de encuentro para generar propuestas concretas que puedan ser incorporadas al Plan de Emergencia Social del “Plan País”, con la participación de profesionales y técnicos que aporten soluciones según competencias y experticias, en función de las áreas de emergencia definidas.

“La gran agenda social”

En el marco de la emergencia social y humanitaria que atraviesa el país actualmente, el Plan de Emergencia Social del Plan País es un programa de políticas públicas de intervención inmediata para la población vulnerable, creado y liderado por la Asamblea Nacional (AN) con la colaboración distintas instituciones académicas, entre las cuales se encuentra la UCAB.

Durante la jornada celebrada en UCAB Guayana estuvo presente Ángel Oropeza, psicólogo y doctor en Ciencia Políticas, quien explicó que “la gran agenda social del Plan País” forma parte de una estrategia de desarrollo social y económico, a mediano y largo plazo, que tiene tres fases medulares: emergencia, estabilización y reforma estructural.

Si queremos un país distinto, debemos hacer cosas distintas, conociendo la realidad de las regiones: con qué contamos, qué se necesita y en cuánto tiempo podemos implementar las medidas”, aseveró Oropeza, quien es profesor titular de la Universidad Católica Andrés Bello (Ucab) y la Universidad Simón Bolívar (USB).

En el mismo orden de ideas, expresó que “puedes tener el mejor plan de políticas públicas; pero no sirve de nada, si la gente a la cual va dirigido no lo conoce. Una muestra de respeto a los venezolanos es que aquello que piensas hacer cuando seas gobierno, la población lo sepa antes, lo critique, lo haga suyo, lo mastique, le agregue y elimine cosas y se lo devuelvas con hechos”.

Sumamos voluntades

De cara a los resultados de las mesas de trabajo, Nicolasa Caraballo, monitora nacional para la Emergencia Humanitaria Compleja en Educación, detalló que la población más vulnerable en esta área son los niños, niñas y adolescentes (de cero a 15 años) al igual que los docentes. Como propuestas para esta área, mencionó la necesidad de mejorar los servicios públicos básicos y la seguridad personal, producir mejoras salariales y formación profesional, para activar la reinserción en los colegios y la inclusión de la familia al sistema educativo.

“En la mesa de Salud, agregamos la malaria que aqueja a gran parte del suroriente del país, el agua potable, la desnutrición de la población sin distingo de edades; así mismo, propusimos potenciar un sistema de ambulancias en esta región, marcada por las largas distancias”, resaltó Jhim Hernández, experto en Ingeniería Sanitaria del estado Delta Amacuro.

Los expertos participantes también se enfocaron en las demandas en materia de seguridad alimentaria y protección social. La politóloga Alinys Aranguren advirtió que en los estados del suroriente del país hay más del 50% de población vulnerable entre niños de cero a 15 años, infantes que provienen de madres precoces también en situación dedesnutrición.

«Esto significa que son niños desnutridos desde el útero (bajos de talla y peso), con dificultades cognitivas en el crecimiento, sin posibilidades de tener una alimentación con los nutrientes necesarios, evidenciando un índice considerable de población con discapacidades, según leyes internacionales».

Aranguren destacó la necesidad de dinamizar las actividades económicas en los distintos estados, incluyendo el sector petrolero, pesquero, minero y empresas básicas; llamó a dignificar el empleo, el salario, los programas de pensiones y la meritocracia; así como rescatar la importancia de las etnias indígenas, «para la reconstrucción de la Venezuela que queremos».