En un contexto donde las casas editoriales son escasas y hay escasos lectores, la publicación de autores venezolanos también es poca. Sobre esta realidad y la de la producción bibliográfica en Hispanoamérica reflexionó el cofundador de la editorial española Pre-Textos, invitado a la Feria del Libro del Oeste de Caracas, durante una charla con el escritor y promotor cultural, Antonio López Ortega

Manuel Borrás, cofundador y director de Pre-Textos (reconocida casa editorial española), sostuvo un diálogo con el escritor, editor y promotor cultural venezolano, Antonio López Ortega el pasado 28 de noviembre. En el marco de la octava Feria del Libro del Oeste de Caracas (FLOC), ambos discurrieron -ante un nutrido público- acerca de la situación de la edición de libros en Iberoamérica, sus logros y dificultades.

El encuentro también sirvió para reflexionar sobre la presencia literaria de Venezuela en el mercado internacional y para rendir homenaje a la editorial que Borrás conduce, la cual ha dado cabida en su catálogo a autores latinoamericanos, entre ellos escritores nacionales como Eugenio Montejo (de cuyas obras completas Pre-Textos presentó en la FLOC su tercer tomo) o el Premio Cervantes Rafael Cadenas, quien -por cierto- acompañó la tertulia como un oyente más.

«Las ferias siempre son positivas», comentó el también licenciado en Filología Moderna sobre la iniciativa de la UCAB y su significado. Calificó como una buena noticia «celebrar el libro» aun en medio de la crisis.

«Ver, por ejemplo, circular a gente joven por los stands, los puestos de venta y ver los libros, eso es ya una satisfacción enorme; y, también, una victoria. Se habla de la muerte del libro, en parte por mucho que se le ha condenado y por mucho que se le ha conferido cierto ostracismo, pero cuando tú ves esto, pues indica todo lo contrario: el libro sigue vivo«, afirmó.

«Un país que no lee a sus poetas y narradores es un país enfermo»

De acuerdo con Borrás, hoy en día las editoriales responden a lo que el público demanda. De hecho, aseguró que la «bibliodiversidad» cobra más espacios, con una oferta más amplia pero con productos condicionados por el mercadeo.

«Cuando el objetivo es la venta exclusiva de un libro, sin siquiera haber aplicado un criterio de excelencia en lo literario, hay una fisura clarísima. A mí lo que me inquieta es que, en el mundo de la edición literaria, lo que prima son criterios puramente mercantiles», advirtió.

Ante eso, comentó que la cultura -aquella con excelencia y con ánimo de representar a la verdadera literatura- debe difundirse con más énfasis en el contexto actual.

«La cultura, si no es con generosidad, no se hace. Debemos ser ser tremendamente generosos porque, si no, la cultura se nos acaba. Y yo creo que ese principio empieza a ser derrotado en nuestro ámbito hasta tal punto en que nos dicen que somos románticos, utopistas. Si nosotros no hacemos la labor que nos hemos encomendado, ¿quién la hace? Yo prefiero ser ese ojeador que determina la excelencia de algo a ser el vendedor que quieren que seamos», recalcó.

Con respecto a la relación de Pre-Textos con Venezuela, Borrás agregó que los venezolanos se la «pusimos fácil». En parte, por la excelencia de sus poetas y los narradores. «Para mí ha sido fácil determinar la excelencia de Rafael Cadenas -uno de mis poetas predilectos de la lengua- o de nuestro desaparecido Eugenio Montejo; incluso Antonio [López Ortega] en el ámbito de los narradores. Ustedes tienen una literatura muy buena, yo creo que la literatura escrita en español tiene una alícuota importantísima en este país. Y esto tienen que saberlo«.

Sin embargo, hay algo que desazona al editor español: que los venezolanos desconocen a sus propios autores.

«Un país que no lee a sus poetas o escritores, siendo estos buenos, es un país enfermo. Y lo vengo diciendo en todos lados. Para mí supone una tristeza buscar autores venezolanos y no encontrarlos».

Los venezolanos han dejado a un lado la literatura

El invitado español afirmó que la editorial que dirige ha tenido siempre una vocación americanista, porque «nosotros, como españoles, tenemos una deuda amorosa adquirida con este continente. Este es un continente al que hemos cuidado. Y seguimos en ello».

Por eso, lamentó la poca presencia de la literatura venezolana en el contexto internacional actual. «Por ejemplo, hoy la literatura escrita en Venezuela no tiene el encaje que debería tener, por su importancia, en el mundo editorial en nuestra lengua. Y no lo tiene porque los venezolanos han dejado de ser clientes», subrayó Borrás.

En Venezuela, siguió, los ciudadanos no tienen la capacidad monetaria para adquirir libros, pero tampoco se encuentra un interés masivo por la lectura. De hecho, justamente por lo anterior, los venezolanos -a su juicio- son desterrados del ámbito editorial en español. Algo que, reiteró, es síntoma de la crisis editorial apegada solo al mercadeo.

 

«La cultura tiene una finalidad ecuménica. Yo creo que por eso le da tanto miedo a los poderosos, a los dictadores, porque es el único ámbito donde las gentes nos ponemos de acuerdo (siempre que sean educadas y cultas). Pero se ha impuesto la ley de la incultura, porque nos están dando gato por liebre constantemente. Vuelvo al tema de la bibliodiversidad, ahora tenemos una oferta enorme de libros, pero me sorprendo de mí mismo cuando entro a una librería y salgo sin haber comprado ningún libro. Yo no veo en esa oferta la literatura que quisiera leer. Y la echo de menos. Vine a Venezuela con el ánimo de irme informado acerca de lo que está pasando, pero no están los autores venezolanos en sus librerías. Eso me parece demoledor», confesó.

Recordó durante la tertulia que su primer encuentro con la literatura venezolana fue con el escritor Rómulo Gallegos,  en la biblioteca de su familia. Luego leyó a Teresa de la Parra y a Antonio Ramos Sucre. Tras reconocer a Eugenio Montejo y a Rafael Cadenas, mencionó la labor de Antonio López Ortega en la promoción de los escritores nacionales, dentro y fuera del país.

borrás

«Antonio es un hombre muy raro. Porque es una persona de una bonhomía que yo creo que excede los límites de la normalidad. Tengo constancia de que él ha preferido que yo editara a algunos autores venezolanos antes que él. Eso es raro. Y es cierto que encuentro entre los escritores venezolanos una comunidad de amigos muy sólida. Y eso me ha gustado mucho porque en mi país nos vence el cainismo. He visto una solidaridad que a mí me hace -con vuestro permiso- sentirme un poco venezolano también», destacó.

Aunque ha venido a Venezuela en reiteradas oportunidades (principalmente para atender eventos literarios), Borrás señaló que es la primera vez que visita la Universidad Católica Andrés Bello y, como hace en cualquier viaje, busca impregnarse de la cultura local y aprender más sobre la gente y, por supuesto, el trabajo literario. Las impresiones que se lleva de la UCAB son positivas.

«Yo creo que es una universidad necesarísima para la Venezuela actual y la del futuro. Un foro como este, donde se ve circular a la gente joven, tiene que ser un estímulo para este país y para cualquier persona ajena porque te da la medida de la dinámica del país. Deseo que no se pierda. Yo creo que instituciones como esta, dentro de lo que cabe, deben sortear y recuperar al país de una crisis. Yo espero que la UCAB infunda la moral suficiente para entender que las crisis pasan. Inclusive da cierta esperanza«, afirmó.

♦Texto: Grace Lafontant León/Fotos: Manuel Sardá