El «testimonio de un recio amor, el amor a la lengua», como dijo el poeta venezolano de 94 años de edad en la introducción de este ensayo, fue presentado en el marco de la FLOC UCAB 2024, de la mano de la profesora Thays Adrián, el escritor Antonio López Ortega y el propio autor. En el encuentro, se reafirmó la importancia de defender el idioma para preservar la identidad y la ciudadanía, y combatir el deterioro social
El lenguaje sufre modificaciones conforme pasa el tiempo. Sin embargo, hay errores y desconocimientos que lo empobrecen. Hace cuatro décadas, el escritor Rafael Cadenas entendió esta compleja y apremiante situación y, en 1984, publicó el ensayo En torno al lenguaje, donde -entre otros temas- discurre e invita a reflexionar acerca de los usos del español en la cotidianidad, por todos los ciudadanos y medios de comunicación.
Para conmemorar el aniversario de este libro, que escribió el autor larense cuando tenía 54 años de edad, la editorial de la UCAB, abediciones, publicó una reedición especial que tiene varias particularidades: cuenta con un prólogo escrito por la lingüista e investigadora Irma Chumaceiro, un epílogo redactado por el autor, editor y promotor cultural Antonio López Ortega y, además, contiene el discurso que leyó Cadenas tras recibir el Premio de Literatura en Lengua Castellana Miguel de Cervantes, en la edición del 2022.
El volumen fue bautizado, este 26 de noviembre, en el marco de la novena Feria del Libro del Oeste de Caracas (FLOC 2024) que se desarrolla en la UCAB. Para discutir sobre su contenido y pertinencia estuvieron presentes el propio autor, acompañado de Marcelino Bisbal, director de abediciones; el editor y escritor Antonio López Ortega y la docente y licenciada en Letras, Thays Adrián.
En una breve intervención, Rafael Cadenas compartió con el público que se acercó hasta el SPOT BNC-UCAB, en el Centro Cultural-Biblioteca de la universidad, una serie de citas de autores de renombre internacional, que refuerzan las ideas que el desarrolló en su libro: el valor e importancia del idioma castellano. «Yo soy amigo de citas», dijo. Y entre ellas, trajo a colación una del poeta chileno Pablo Neruda:
«Pero a los bárbaros se les caían de las botas, de las barbas, de los yelmos, de las herraduras, como piedrecitas, las palabras luminosas que se quedaron aquí resplandecientes… el idioma. Salimos perdiendo, salimos ganando. Se llevaron el oro y dejaron el oro. Se lo llevaron todo y nos dejaron todo: nos dejaron las palabras», leyó el poeta de su libreta personal de anotaciones ante la mirada y atenta escucha de los presentes, entre ellos profesores, estudiantes y público general.
La defensa de la lengua como prioridad
En la introducción de En torno al lenguaje, Rafael Cadenas deja claras las intenciones del ensayo que escribió, relacionadas con su profundo afecto por la lengua castellana y con su preocupación por preservarla.
«Quisiera que este trabajo fuese testimonio de un recio amor, el amor a la lengua. Un sentimiento que fue, al principio, inconsciente, de lector ávido; casi desatendido luego entre los trajines de una actividad de la que me retiré hace ya muchos años y reconocido finalmente tras varias crisis, pues nada es psíquicamente fácil, y que posee, sin embargo, el carácter de lo que siendo firme, solo los años nos dejan ver. Se asemeja a un afecto del que poco a poco nos damos cuenta, que va insinuándose lentamente hasta cobrar imperio», se lee en el libro de poco más de 130 páginas.
De acuerdo con Marcelino Bisbal, el contenido de este volumen sigue vigente, aun 40 años después de su primera publicación, pues constituye un llamado de alerta a defender el idioma, sobre todo en las nuevas generaciones.
«Es un texto que en los últimos años de bachillerato debería ser obligatorio», afirmó el también periodista, quien advirtió cómo los medios de comunicación, la tecnología digital y las redes sociales influyen -muchas veces negativamente- en el lenguaje y sus usos.
«En el campo de las redes sociales nuestro lenguaje se desmejora todavía mucho más. Hacemos abreviaciones que no tienen sentido, el joven escribe cada vez menos, va cada vez más hacia las imágenes, lo audiovisual y hacia los textos en audio; pero a la hora de redactar tiene serias dificultades porque no maneja bien el lenguaje, no sabe expresarse. Creo que esa llamada de atención que hace Cadenas en ese texto escrito hace 40 años -cuando no teníamos Internet ni redes sociales- hoy día está totalmente vigente», recalcó.
Precisamente la profesora Thays Adrián destacó el carácter pedagógio que tiene En torno al lenguaje. Como docente, aseguró que recurre constantemente a él, pues aborda el complejo problema de la enseñanza de la lengua y la literatura.
«Ambas se vinculan inexplicablemente con la sociedad, la educación, la cultura, pero sobre todo con la condición humana», sostuvo.
«Sin duda la expresión ‘hombre masa’ empleada por Cadenas se ajusta al comportamiento de quienes -seducidos por las odas lingüísticas- sucumben a ellas sin darse cuenta de que esto ‘solo contribuye a que su mundo se encoja'(…) Son cuatro los problemas identificados por Cadenas que se han mantenido y profundizado durante estos 40 años: la desatención de los vínculos entre lengua y pensamiento, el estado deplorable de la educación en Venezuela, la desenseñanza de la lengua y de la literatura, y la lengua como indicador del deterioro social», sentenció.
Antonio López Ortega fue más allá del libro y reivindicó el valor de toda la obra literataria de Cadenas, la cual calificó como «la más importante aventura textual de estos tiempos». Apuntó que sus poemas acompañan a los lectores «como talismanes» desde 1958. «Ya son cinco décadas de cercanías, revelaciones, renuncias, lecciones o aprendizajes».
El editor sostuvo que el legado del larense se mantiene a flote como «un país alterno» al de la crisis en la que se encuentra el país, su producción editorial y literaria.
«Una mirada posible sobre la literatura venezolana de hoy podría sopesarla en función de las desapariciones. Desaparecen los libros, los grupos, las tendencias, las editoriales o los lectores. Pero yo pienso sobre todo en los autores, en la lenta desaparición de los autores, ya sea porque mueren, porque los olvidamos, porque dejan de interesarnos o porque dejan de publicarlos (…) Y es en estos últimos años cuando, sorprendentemente, sin que estuviera destinada a ello, la obra de Cadenas, a falta de país, crece entre adeptos y lectores para constituirse en un país alterno, con geografía propia, con habitantes, con sentimientos, con certezas. Ocurre así con las grandes obras cuando los sostenes que las postulaban desaparecen«, expresó López Ortega.