A raíz de los atentados terroristas ocurridos en los últimos meses en varios países, la Facultad de Derecho de esta casa de estudio realizó el foro “Terrorismo y estado de guerra mundial”, en el cual se discutió sobre el origen, desarrollo e implicaciones internacionales de la guerra contra la organización extremista autoproclamada con el nombre de Estado Islámico.

Vía Skype, el periodista Pierre-Philippe Berson, corresponsal de France 24, habló sobre las fallas de los medios de comunicación a la hora de cubrir los ataques terroristas, en especial en los atentados ocurridos en la ciudad de París el día 13 de noviembre de este año. Una de ellas fue publicar la localización de algunas personas que se encontraban escondidas.

Berson sostuvo que la prensa se ha olvidado de aclarar el contexto en el que se ha ido cultivando el extremismo islámico y cuál ha sido el papel de la diplomacia occidental en él. Además, se refirió a la falta de apoyo de la comunidad internacional con respecto a la crisis que está desencadenando la guerra en contra de este órgano terrorista; una consecuencia de ello es la emigración de millones de sirios a Europa y América.

“Este grupo terrorista no actúa solo, sino que está respaldado por una gran cantidad de organizaciones pertenecientes al extremismo islámico”, advirtió Elsa Cardozo, internacionalista y doctora en Ciencias Políticas, en referencia a Boko Haram y Al Qaeda.

La internacionalista expuso que, a pesar de no ser un Estado reconocido por las organizaciones internacionales, el Estado Islámico cuenta con una milicia y una presencia geopolítica importantes que representan una gran amenaza para otros países.

Respaldando al periodista Berson, Cardozo explicó que en el marco jurídico internacional hay una serie de fallas que no permiten enfrentar correctamente este tipo de situaciones, no solo en cuanto a las alianzas internacionales y a las consideraciones económicas, sino también en el cuidado emocional de los seres humanos.

Miguel Mónaco, decano de la Facultad de Derecho, advirtió que los estados de excepción (la reacción más común de los países ante la amenaza terrorista) encierra una paradoja difícil de resolver. Estos estados llevan a la suspensión momentánea de las leyes, pero al mismo tiempo, comprometen y sacrifican la libertad.

El Estado Islámico se autodenomina como «guerreros de la Yihad», que es la Guerra Santa del Islam, pero realmente son considerados por la comunidad internacional y hasta por la propia sociedad islámica como takfiris, es decir, quienes traicionan al Islam, siendo sus principales víctimas el propio pueblo musulmán, aclaró la doctora Cardozo.

♦ Geraldine Pérez