A inicios de los años ochenta en el país, de la mano de un grupo de jóvenes que visitaban con frecuencia la casa de Antonia Palacios, la palabra vanguardia resucitó en el entorno cultural. Sobre todo presente en el quehacer de dos grupos poéticos, la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) se vio, tal vez inadvertidamente, como el hogar de uno de ellos: el grupo Guaire.

Integrado por Rafael Arráiz Lucca, Luis Pérez Oramas, Nelson Rivera, Armando Coll, Leonardo Padrón y Alberto Barrera Tyszka, este último el único que no cursó clases en la Católica. Juntos, desarrollaron una poesía conversacional, dirigida hacia y proveniente de la calle, e hicieron recitales a lo largo de la ciudad. “Cosa que no mucha gente entendía en ese momento,” dice Padrón. Asumiendo el nombre del río fecal que tanto define a Caracas, retaron la tradición poética venezolana y buscaron hacer de la urbe el objeto principal del arte.

El viernes 15 de enero una fracción de Guaire volvió a la UCAB para dialogar sobre sus andanzas juveniles. El ahora historiador, profesor universitario y miembro de la Academia Venezolana de la Lengua, Rafael Arráiz Lucca; el cronista, entrevistador y guionista de telenovelas, Leonardo Padrón; el profesor universitario, periodista y guionista de cine, Armando Coll; cayeron bajo un halo de nostalgia al son de las preguntas realizadas por el estudiantado.

“Teníamos que elegir algo que representara la ciudad. Y no podía ser el Ávila: el Ávila es lo que no es la ciudad,” afirmó Arráiz Lucca. Además de explicar la elección del nombre, comentó que seguían escribiendo poesía, a pesar de su decreciente publicación, recordaron reuniones de los martes en Chula Vista, viajes a Barquisimeto y recitales junto a bailarinas de jazz. Dilucidaron sobre los jammings poéticos y recordaron la influencia de Hugo Achugar –antes profesor de la Escuela de Letras, recientemente, director nacional de cultura del Ministerio de Educación y Cultura de Uruguay–. Tornaron la poesía conversacional, motor de sus estudios literarios, en una afable conversa sobre lo poético.

Lastimosamente, no se pudo reunir al grupo entero. Barrera Tyszka, reciente ganador del premio Tusquets de Novela, está en un constante ir-y-venir al país; Pérez Oramas, por su parte, funge como curador del MoMA en Nueva York; Rivera, director del Papel Literario de El Nacional, vive hoy día en Madrid. Al menos sus más recientes logros –sus roles, tal vez, en un establishment que jamás esperaron tomar– muestran que su pasión por la cultura, por las artes, sigue en vigor. Que después de tantos años, el río que dio nombre a un momento de nuestra historia literaria, sigue sucio.

Grupo Guaire

Rafael Arráiz Lucca, Luis Pérez Oramas, Nelson Rivera y Armando Coll. Foto de Carlos Germán Rojas

♦ Carlos Egaña