En la séptima edición del premio de Derechos Humanos de Venezuela, el Centro para la Paz y los Derechos Humanos padre Luis María Olaso de la Universidad Central de Venezuela y la Embajada de Canadá otorgaron un reconocimiento especial al profesor e investigador del Centro de Derechos Humanos (CDH) de la UCAB, Nizar El Fakih, con el cual se honra un trabajo apegado a los estándares internacionales, además de formar parte de la generación de relevo que está preocupada por los DD. HH., preparándose con propiedad en el área, para así llevar a cabo su labor de ayudar a quienes más lo necesiten.

El Fakih es egresado de la Escuela de Derecho de nuestra casa de estudios en el año 2010. Con solo 27 años, es docente investigador para el CDH, así como miembro de las organizaciones civiles, Provea y Acción Solidaria, entre muchas otras. Tuvo su primer acercamiento a los Derechos Humanos cuando cursaba el segundo año de la carrera, con el caso de los hermanos Faddoul. A partir de ese momento, se inicia su larga lucha a favor de la igualdad, el respeto a la vida, la biodiversidad y el cese a la violencia.

Ha sido miembro del Movimiento Estudiantil (ME), con el cual ha consignado documentos ante órganos estatales y ha organizado concentraciones. También fue coordinador del Centro de Estudiantes de Derecho, consejero de la Facultad de Derecho y secretario general del Consejo General de Representantes Estudiantiles de la UCAB, cuyo cargo implicaba no solo ser la vocería principal de la universidad, sino, también, convocar movilizaciones en pro del estudiantado.

Como estudiantes tenemos la necesidad de luchar para que las condiciones del país sean aptas. Si nos quitan la vida, no hay oportunidades

 

MANIFESTANDO CON LAS MANOS BLANCAS

En el año 2006, y mientras cursaba el segundo año de su carrera, tuvo su primer acercamiento a los Derechos Humanos con el caso de los hermanos Faddoul, el cual conmocionó a gran parte de la población venezolana. Los estudiantes decidieron salir a protestar de manera pacífica, exigiendo respuesta y respeto a la vida. En ese tiempo, él y demás miembros del movimiento fueron reprimidos, víctimas de burlas y agravios, ya que los conocían como las «Manos Blancas”, quienes, a través de manifestaciones pacíficas, buscaban crear conciencia acerca de la grave crisis por la que atravesaba el país en materia de violencia.

El Fakih asegura que tuvieron más impacto del que creían poseer y que, a partir de este momento, empieza a vivir la violación del derecho a la manifestación como protagonista.

Para el año 2007, con la reforma constitucional y el cierre de Radio Caracas Televisión (RCTV), el ME convocó a una marcha en pro de la libertad de expresión bajo la consigna “Estudiando y luchando”. No solo estaba en las marchas, sino que las encabezaba, tal es el caso de la marcha hacia la Comisión Nacional de Telecomunicaciones.

Él, junto a sus compañeros, promovió el debate político a través de una contienda con los candidatos de Caracas a las parlamentarias del 2010, con el fin de fomentar el entendimiento y las ideas, en el Aula Magna de la UCAB.

El Fakih, en el año 2009, marchó hasta la Asamblea Nacional (AN) con el fin de que le fuera recibida una propuesta con respecto a la Ley de Universidades que se quería implementar. En este momento fue víctima de agresiones físicas siendo golpeado por motorizados adeptos al gobierno. Además, comenta que se dirigió a la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) en busca de ayuda y estos se la negaron; pero un diputado del oficialismo habló con los guardias para que le prestaran apoyo. Posteriormente, se volvieron a aglutinar los veinte representantes estudiantiles que quedaban y continuaron su marcha hacia la asamblea. No pudieron entrar al hemiciclo, pero un diputado del partido Patria Para Todos (PPT) les recibió el documento.

Toda esa travesía ha sido una gran lección, porque me hizo entender que sí tienen sentido las luchas por el respeto a la diversidad

 

LA IMAGEN QUE JAMÁS PODRÁ OLVIDAR

El Fakih, durante su participación en el CDH de la UCAB, en el Observatorio Venezolano de Prisiones y en Amnistía Internacional, estuvo monitoreando los DD. HH en el país y el uso del aparato represivo. El 4 de febrero del 2014, según un informe de Provea, se dieron manifestaciones públicas en diversas regiones del país, en las cuales hubo detenciones masivas y denuncias de desapariciones de jóvenes. El 12 de febrero hubo en promedio cincuenta detenidos, solo en el área de Caracas.

El Fakih, con el fin de dar respuesta a las denuncias, empieza a llamar a sus colegas especializados en el área de penal preguntándoles: “¿A dónde trasladan a los detenidos?”. El abogado comenta que esto “fue un acto impulsivo”, pero que logró localizar a doce jóvenes detenidos en la División Contra Terrorismo del CICPC y otra gran parte en la GNB de Fuerte Tiuna, pero que cuando los contabilizaba se daba cuenta que no coincidían con el número total de desaparecidos. Un funcionario le dijo, en voz baja, que el resto se encontraba en una sección especial en el barrio La Dolorita, en Petare. El Fakih se dirigió al sitio y, después de ocho horas de larga espera, lo dejaron ver a los muchachos.

En ese momento, la imagen que jamás podrá olvidar: veintiséis estudiantes aglutinados en un cuarto pequeño, sin ventanas, caras ensangrentadas, algunos con el tabique desviado, hematomas en gran parte del rostro, algunos con las manos amarradas, otros sin camisa, sin trenzas y con mal olor, ya que no tenían un lugar donde hacer sus necesidades fisiológicas. Cuando los jóvenes lo ven, lo primero que clamaron fue: “agua, por favor”. Nizar conversó para que les dieran agua, luego anotó sus nombres y cédulas de identidad en su brazo, para avisar a sus familiares en el lugar donde se encontraban.

 

UN PREMIO PARA LOS JÓVENES

Nizar El Fakih comenta:

Este premio es de los muchachos, ya que ellos son los que han vivido en carne propia el luchar por la libertad y los Derechos Humanos

Él ha estado muy unido a las víctimas, ha llorado y sufrido los procesos judiciales con ellos. Además agrega que todavía le afecta, porque ve las marcas y piensa: “En lo que puede llegar un país cuando no hay respeto a la diferencia”. En estos momentos trata de mantener el profesionalismo y el abordaje técnico, refugiándose en la consigna “racional más que pasional”.

Cabe destacar que el abogado nunca ha sido perseguido político, ya que trata de cuidarse y sus compañeros y demás personas de su entorno conocen la calidad de su trabajo. También reconoce que él se inspira en comentarios y cosas positivas, tales como que funcionarios públicos le digan en voz baja frases como “sigue adelante”, “nosotros te apoyamos” o “estamos con ustedes”.

El Fakih dice sentirse satisfecho con lo que ha logrado a tan corta edad, destacando que no se perdonaría el no haber hecho algo por mejorar la situación del país, por lo que expresa:

No busco victimizar ni enfrentarme con nadie, solo busco que cese la violencia y se haga justicia

♦ Luis E. Martínez

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