La instancia académica de la Universidad Católica Andrés Bello difundió un pronunciamiento oficial en el que fija posición frente a la «gravísima situación económica y social que atraviesa el país» y «el incremento de los índices de violencia e inseguridad política, social y judicial».

En el comunicado, la Escuela denunció lo que define como  «graves evidencias de coacción política y social sobre docentes y estudiantes» por parte del Ministerio de Educación y condenó particularmente cinco elementos:

a) La creación de agrupaciones progubernamentales en las instituciones educativas.

b) La coacción sobre la población estudiantil para apoyar manifestaciones partidistas afectas al gobierno.

c) La coacción sobre directivos, coordinadores y profesores para suprimir su derecho a la protesta pacífica y democrática.

d) La incorporación de elementos partidistas en el proceso de transformación curricular actualmente en consulta por el Ministro de Educación.

e) La intromisión de las instancias ministeriales en la gestión del aula y centros escolares en forma intencionada, especialmente lo referido al proceso de evaluación de los aprendizajes.

La Escuela de Educación también rechazó el uso de niños y adolescentes en actos proselitistas, recordando que tales acciones «son violatorias de los artículos 10 y 12 de la Ley Orgánica de Educación».

Además, respaldó las protestas pacíficas  «que han emprendido estudiantes, profesores y demás colectividades venezolanas como expresión de ciudadanía», repudió el uso de  bombas lacrimógenas, «cuyos efectos directos e indirectos han afectado a niños, niñas y adolescentes dentro y fuera de las instalaciones educativas, así como en sus hogares» y exhortó a los actores políticos a encontrar «mecanismos de convivencia democrática que garanticen la formación de nuestra juventud un clima de respeto y paz».

A continuación el texto íntegro del documento, disponible para su descarga aquí